Socializar los alcances del Plan de Desarrollo Metropolitano de Chiclayo es una de las recomendaciones planteadas por el director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Señor de Sipán, Percy Bruno Ubillús, pues sostiene que es fundamental que sensibilizar a la población sobre la importancia del ordenamiento urbano y los cambios que se necesitan para mejorar las condiciones de habitabilidad en la provincia.
“Las herramientas documentales y administrativas son de vital importancia y la ciudad ha tenido una carencia terrible por muchos años de estos recursos, lo cual se ha dado por diferentes razones, entre ellas la falta de voluntad político. La falta de planificación ha afectado a la ciudad en algunos casos de manera irreversible, porque al no estar presentes los criterios de organización se nos ha privado de la posibilidad de tener espacios que puedan utilizarse para servicios a la comunidad en general”, refiere Bruno Ubillús.
El arquitecto, quien participó del conversatorio virtual “Diálogos por Chiclayo: Ordenamiento urbano, retos y desafíos”, organizado por Expresión, indica que si bien el Plan de Desarrollo Metropolitano, financiado con recursos del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, se aprobó hace más de un año, es conveniente preguntar qué toca hacer ahora.
“No recibimos más comunicación, las instancias políticas deberían promover la socialización de la información técnica, abriendo mucho más el espacio para la participación de la academia y la organización vecinal. Mi llamado es a la comunicación, a la socialización de lo que se viene haciendo desde la gestión”, indica.
DIFERENCIAS QUE IMPACTAN
Percy Bruno pone énfasis en los resultados alcanzados por otras ciudades como Piura, a partir de la planificación y el consenso, aspectos para los que el gobierno municipal provincial abrió espacios de participación de todos los actores sociales en aras del desarrollo urbano.
“Hace 30 años, Piura no era considerada como competencia para el ritmo de crecimiento que tenía Chiclayo en ese momento. Sin embargo, en el 2009 se generó un diálogo del gobierno local con la comunidad y el empresariado, surgiendo la iniciativa de sacar adelante un plan de desarrollo urbano y buscar la inversión e implementación. Si vamos a Piura, veremos que nos ha sacado una gran ventaja, pues se organizó urbanísticamente. Solamente el ingreso a la ciudad tiene tres intercambios viales a desnivel, habiendo solucionado incluso uno de sus puntos más críticos, como era el cercano a su mercado”, explica.
Agrega que la organización de la ciudad de Piura le ha permitido generar condiciones para la inversión privada y para mejores servicios a la comunidad. “En definitiva se trata de la implementación de las herramientas de gestión, surgidas en la articulación entre Estado, sociedad civil y empresariado”, anota.
IMPORTANCIA DEL PAISAJE URBANO
El director de la Escuela de Arquitectura de la USS remarca que la actual gestión municipal tiene prácticamente año y medio y le quedan dos años y medio para emprender o sentar las bases de los cambios que la provincia necesita. Para ello – precisa – debe aterrizar las propuestas y mostrar sus avances en cuanto a la implementación del plan de desarrollo. “Quizá lo estén haciendo, pero hace falta comunicarlo porque no se conoce”, señala.
Bruno Ubillús indica que desde la academia se ha detectado hasta dos aspectos observables al Plan de Desarrollo Metropolitano, la primera referida a la proyección de una nueva vía de evitamiento hacia el oeste de la ciudad, justo el área de mayor expansión urbana que se dirige hacia el distrito de Pimentel, y la segunda en lo relacionado al paisaje urbano.
“Hay ausencia de documentos de referencia para el trabajo del paisaje urbano. Carecemos de una cartilla de paisaje para saber qué elementos deben acompañar el desarrollo urbano de la ciudad. Lo otro es establecer aspectos urgentes para atender, uno de ellos es el de movilidad urbana. En cualquier ciudad ordenada el respeto al peatón es único, aquí es todo lo contrario. Lamentablemente tenemos una ciudad donde lo que se hace mal es sinónimo de viveza. Esa normalidad nos genera mucho retraso e impide que se tomen medidas de mejora”, asevera.
Manifiesta, además, que la sostenibilidad de la ciudad implica una buena gestión, “que es lo que le está faltando a Chiclayo”.
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