El inicio de las actividades de exploración marítima entre La Libertad y Lambayeque he despertado una serie de interrogantes en las poblaciones costeras, principalmente entre los pescadores artesanales, ante el temor de una posible contaminación o impactos negativos en el recurso hidrobiológico y los ecosistemas. Sin embargo, según la vocera de Perúpetro, Isabel Calderón Cahua, el daño ambiental está descartado.
En octubre del 2017, Anadarko y Perúperto suscribieron los Contratos de Licencia para la Exploración y Aprovechamiento de Hidrocarburos en los Lotes Z-61, Z-62 y Z-63, ubicados en la cuenca Trujillo del offshore peruano, a una distancia de 30 a 51 milla náuticas de las líneas de costa de las regiones de La Libertad y La Lambayeque.
Las profundidades del fondo marino donde se encuentra la cuenca Trujillo varía de este a oeste, entre los 100 a 2400 metros.
Proceso de exploración
En el período I, del contrato, Anadarko realizó durante 36 meses el reprocesamiento de tres mil 500 kilómetros de sísmica marina 2D en los tres lotes, la aplicación de un programa de piston core; interpretación de datos de gravimetría y magnetometría y el Estadio de Proveniencia y Paleogeografía.
Concluido dicho proceso, la compañía ha iniciado al período II, consistente en registrar, procesar e interpretar cuatro mil kilómetros de sísmica marina 2D y 3D para registrar y procesar información sobre las fuentes de petróleo ubicadas en los tres lotes para los que tiene licencia.
Atención medioambiental
“No vamos a tener un impacto ambiental, lo que sí vamos a tener más bien es un dato que nos va a permitir evaluar la zona y tenemos que verlo y enfocarlo desde esa parte. Tener un dato técnico nos permitirá saber si tenemos potencial en la zona para fines de explotación. Además, previamente tenemos las autorizaciones correspondientes para que el proyecto pueda realizarse, es decir otras entidades también han revisado los trabajos a realizar”, señaló Isabel Calderón.
Durante 45 días, Anadarko realizará la adquisición de la sísmica marina, de acuerdo al Instrumento de Gestión Ambiental – IGEA, aprobado por el Ministerio de Energía y Minas.
En paralelo, la empresa ha instalado desde inicios de abril una Oficina Informativa Permanente en la ciudad de Pacasmayo, a fin de atender a la población del área de influencia directa, principalmente a los grupos de interés y ciudadanía en general, con el fin de propiciar un ambiente de diálogo y confianza.
La sísmica marina será recogida por una embarcación especializada extranjera, acompañada de una flotilla de seguridad y monitoreo náutico.
“El contrato es de exploración, estamos aún en etapa inicial, en el segundo período, en el cual corresponde hacer la adquisición sísmica de acuerdo al contrato. La adquisición sísmica se utiliza para la actividad exploratoria, esto consiste en la emisión de sonidos controlados en su frecuencia para evitar algún tipo de impacto en el ambiente. Con ello se obtendrá información del subsuelo. Es un método similar al de las ecografías”, explicó la representante de Perúpetro.
Dependiendo de los resultados del segundo período, se daría pase a la tercera fase, que consistiría en la perforación de tres pozos exploratorios, uno por cada lote, a fin de registrar, procesar e interpretar un total de 2 mil kilómetros cuadrados de sísmica.
“Los lotes se encuentran entre 30 y 50 millas de distancia, por lo que al estar muy lejos de la costa no impactará en las actividades de la pesca artesanal, que se realizan hasta las cinco millas desde la línea costera”, enfatizó.
Deja tu Comentario