¿Tenemos las personas en grupos (sociedad) algo que ver con los logros como humanos (cultura)? ¿Tienen las formas de relacionarnos por excelencia (comunicación) asociación con los grupos (sociedad)? ¿Y los logros como humanos (cultura) algo con las formas de relacionarnos por excelencia (comunicación)? Veámoslo con un ejemplo: La aviación es un logro de varios individuos y equipos (sociedad). De a pocos los humanos logramos volar (cultura). Unos inventores se enteraban de los avances de otros (comunicación). Incluso para saber esto quien escribe ahora -que no es inventor- tuvo que leer o ver en la TV algo sobre eso (más comunicación). La relación de los tres fenómenos se da, pues, por sentada.
Al conjunto de personas, pueblos, naciones que conviven en un mismo espacio geográfico bajo normas comunes se le llama “Sociedad”. Izquierdo Escribano (2010) dice que una sociedad más desarrollada es aquella cuyas organizaciones son más complejas y más eficaces. Así, la noción es que la sociedad se forma por organizaciones. Las organizaciones adquieren formas diversas: desde la familia a las organizaciones religiosas, desde los partidos políticos a las empresas, de los sindicatos al ejército, y cómo no las empresas y las escuelas, todas son formas organizacionales.
Sobre el concepto de cultura hay menos consenso. Podríamos agrupar dos grandes bloques generales sobre las nociones de cultura: 1) la cultura como la construcción creativa elevada (vinculada al arte), postura que tiene un defensor acérrimo en Vargas Llosa (2012). Y 2) la cultura como las expresiones y consecuciones varias y múltiples –incluyendo los Mass Media- que permiten superar a las élites, que defiende Eco (1968). ¿Una tercera postura? Quizás sí: 3) la cultura como suma de toda la producción humana que distingue a un determinado colectivo en un tiempo y espacio definidos, ligada a la idea de civilización (esta es generalizada).
Con el concepto de comunicación sucede que no hay consensos tampoco. West y Turner (2005) justifican el que haya muchas definiciones de comunicación debido a la complejidad y riqueza de lo que el fenómeno mismo que encierra supone para los académicos (paraguas bajo el que me protejo, incluso). Pero ellos mismos adelantan cinco elementos presentes para entenderla: Su condición de social, la idea de proceso, el requisito de que sea simbólica, su posibilidad de significar y su estar de algún modo supeditada al entorno.
Cultura: un producto sociocomunicacional
Sea cual fuere la definición de cultura, no hay una que no reconozca que ésta se aprenda. Si la cultura se da en sociedad, la creación y mantenimiento de una cultura ocurre a través de la comunicación (incluida la comunicación masiva o colectiva).
Se trasmite cultura al hablar entre amigos, cuando una madre le enseña tal comportamiento a su hijo (y no otro), cuando la abuela pasa a la nieta la receta de un platillo que ella aprendió de su abuela, cuando un periodista comparte un contenido por un medio, si un político hace campaña y promete, cuando la radio nos hace escuchar una determinada música.
En todos los casos de arriba se comparten significados en sociedad; y con ello se construye y mantiene cultura. La comunicación es vehículo de la cultura, un fenómeno que sólo puede ser producida y mantenida en sociedad. Agregaremos que esta estrecha relación de a tres no es estática ni finita: se activa y reactiva en su proceso, uno en el que es difícil encontrarle el hilo inicial de una madeja que tampoco parece tener el extremo final tan fácil de encontrar.
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(*) Colaborador y articulista.
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