Sube!

¿Cómo vivir? ¿cómo morir?

Escribe: Luis Soto Jiménez (*)
Edición N° 1354

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[ …] El mundo ha cambiado porque tu estás hecho de marfil y oro. La curva de tus labios vuelve a escribir la historia [ …] Acabaría con aquella monstruosa vida del alma y, sin sus odiosas advertencias, recobraría la paz [ …]

Recuerde ud. esas elocuente palabras del personaje de ficción Dorian Gray, que escribiera Oscar Wilde, jamás las olvide porque en el cualquier momento tendrá un debate al interno de su alter ego, en la clara confidencia de sus familiares, a guisa de que alguno de ellos o posiblemente usted dilecto lector tenga que pasar por ¡cuánta odisea lidió Ana Estrada!, la primera ciudadana peruana en su lucha por la eutanasia.

Según el DRAE, esta palabra procede de los vocablos griegos “eu” que significa “bien” “bueno” y “thanatos” que es “muerte”, entendiéndose como “buena muerte”, quizás resulta probable que en más de una ocasión se haya cuestionado: ¿Cómo va ha morir? o ¿Cómo será mi muerte?- sino, lo ha hecho, es bueno que lo haga- le sugiero además, que haga otras preguntas como: ¿Bajo qué condiciones de salud será su muerte?¿Quién o quiénes lo acompañarán en este proceso?

Cifras a considerar

En el Perú, el 2 de marzo de 2023 el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico (CEPLAN) señaló que las estadísticas por Enfermedades No Transmisibles (ENT) se han incrementado en más de 60 % en los últimos 20 años, dando con un número  alarmante de más de 100 mil personas fallecidas solamente en el año 2019, y con miras al 2030 y 2060, se considera que las estimaciones de muertes por ENT seguirán siendo significativas, manteniéndose las proyecciones para los países con ingresos medios como en nuestro caso, donde además se indica que ocho de cadadiez personas, presentarán como principales enfermedades crónicas degenerativas que causen mayores desenlaces fatales (muertes), las neoplasias malignas (cáncer), las enfermedades cerebrovasculares, y la demencia.

En el plano mundial se contempla la eutanasia en Colombia, Bélgica, Países Bajos (Holanda), Luxemburgo, Canadá. En cuánto al suicidio asistido se tiene en Suiza, Países Bajos, algunnos estados de USA como Oregón, California, Washington, Montana, Colorado, Hawai y Washington DC.

El debate

¿Por qué entonces existe tanta controversia sobre este tema? Presumiblemente sostengo que ello se deba a un credo religioso, del cuál Dios es el único que tiene derecho sobre nuestras vidas y, por tanto, sea su beatitud ¿cuándo quitarla? ¿cómo hacerla? y ¿en qué momento?, por tanto, ¿qué diferencia existe entre el mandato divino y lo médicamente posible? Recordemos pues que la constitución nos dice que la persona es el fin supremo de la sociedad, tenemos derecho a preguntar: ¿Qué dignidad existe en pasar el tiempo que nos resta de vida cuando nuestro caso clínico sea terminal y ya no hay retorno de “sobrevivir” pues dependemos únicamente de una máquina para hacerlo?, o lo que es peor aún nos encontramos en un cuadro vegetativo sin retorno.

Este problema existencialista que a la sazón fue ocupado por el filósofo francés Albert Camus en su libro “El mito de Sísifo”, mencionaba: “No hay más que un problema filosófico verdaderamente serio: el suicidio. Juzgar si la vida vale o no vale la pena de vivirla es responder a la pregunta fundamental de la filosofía”, y añade [ …] “en cambio, veo que muchas personas mueren porque estiman que la vida no vale la pena de vivirla. Veo a otras que, paradójicamente, se hacen matar por las ideas o las ilusiones que les dan una razón para vivir (lo que se llama una razón para vivir es, al mismo tiempo, una excelente razón para morir)”.

Existen enfermedades terminales, autodegenerativas, pacientes con muerte cerebral, y enfermos que no pueden costear ese largo proceso con los cuidados paliativos, para aminorar el dolor y sufrimiento, en muchos casos cuando se habla de analgésicos para casos terminales con abundante dolor, el uso de la morfina una droga proveniente del “opio”(químicamente un opioácido) de acuerdo a su dosificación clínica, esta puede causar pancreatitis aguda, depresión respiratoria aguda, fallo renal e incluso una toxicidad química para personas con baja tolerancia, dicho en pacientes terminales esta droga conforme aumente el dolor se aumenta la dosis apagando la luz de nuestro ojos para no despertar.

El debate que surge para varios activistas a favor de la eutanasia es el siguiente: ¿Qué poder existe entre la decisión de un médico o especialista para decidir el mismo fin del paciente moribundo? ¿El estado es dueño y garante de mi vida?. Su argumento se sostiene en que si previo diagnóstico de un especialista tenemos una enfermedad terminal o autodegenerativa que nos quita independencia (valernos por nosotros mismos) para hacer nuestra vida y cada vez se nos complica más nuestras actividades incluso costearlas, el resultado de aplicar la eutanasia o alargar el proceso hasta que nuestro cuerpo no soporte más, tiene el mismo resultado: ¡morir!, entonces ¿por qué no decidir en cómo pasar nuestros últimos hálitos de vida para la autoextinsión?

El caso Estrada

Regremos al punto de partida que es el caso de Ana Estrada Ugarte, para entender sobre el tema que se está tocando, debemos esclarecer que la polimiositis es una enfermedad sistémica (esto significa que afecta a todo el cuerpo), también es conocida como miopatía inflamatoria idiopática (la causa exacta se desconoce), su agonía contra la enfermedad que le fue diagnósticada hace más de 30 años, ella fue una psicóloga de 47 años por la PUCP,  que en el año  2015, la polimiositis alcanzó sus músculos respiratorios y acabó con una traqueostomía y una gastrostomía (sondas en la tráquea y en el estómago para respirar y comer), renunció a ser autónoma y quedó bajo el cuidado de enfermeras las 24 horas al día.

En una entrevista con el doctor Elmer Huertas, Ana Estrada expresó para RPP: ¿Cómo has tomado Ana que Essalud aceptara corregir su protocolo de eutanasia asistida- “Aliviada cada logro ha sido como un carrusel, una montaña rusa de emociones, muy intensas, muy fuertes, pero este último tramo que tenía que ver con el protocolo, ha sido el más difícil. Ha sido ¡Durísimo!, la gerencia de Essalud ha sido agotador, doloroso saber en qué manos están los más vulnerables en cuanto a salud en este país. Este procedimiento va ha ser en estricta privacidad y, lo que luchábamos era porque yo escoja a una persona de mi confianza que esté completamente convencido de aplicar la eutanasia. Siempre supe que no iba a convencer a nadie de nada, porque cada quién tiene sus ideologías, creencias y yo, las respeto5 (EXPEDIENTE : 00573-2020-0-1801-JR-DC-11)

Es así que con pleno convencimiento de la fecha y la elección de la persona que la acompañaría para este procedimiento puso el punto final el 21 de abril del 2024.

El caso Benito

Existe otro caso, el de María Teresa Benito Orihuela que lograse acceder el 3 de mayo del presente, para rechazar voluntariamente los tratamiento médicos para su Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) conocida como la enfermedad de Lou Gehrig, que es una enfermedad de las neuronas en el cerebro, el tronco cerebral y la médula espinal que controlan el movimiento de los músculos voluntarios, se sabe que uno en 10 casos de ELA se debe a un defecto genético.

La causa  de los nueve restantes se desconoce en la mayoría del resto de los casos, las células nerviosas (neuronas) motoras se desgastan o mueren y ya no pueden enviar mensajes a los músculos, con los años esto lleva a debilitamiento muscular, espasmos e incapacidad para mover los brazos, las piernas y el cuerpo, la afección empeora lentamente, cuando esta enfermedad llega a los músculos en la zona torácica, estos dejan de trabajar y se vuelve difícil o imposible respirar, dependiendo de un máquina o un ventilador mecánico. La ELA afecta aproximadamente a 5 de cada 100,000 personas en todo el mundo.

El procedimiento realizado para el caso Benito se llevó a cabo en cumplimiento de la sentencia emitida por la Tercera Sala Constitucional de la Corte Superior de Justicia de Lima ( EXPEDIENTE : 004988-2023-0-1801-JR-DC-11), que en febrero, ordenó al Seguro Social de Salud (EsSalud) a respetar y garantizar la decisión libre e informada de la mujer de 66 años.

Mi perspectiva, es que entiendo la férrea elección que tomasen ambas mujeres peruanas por su agonía en haber resuelto: ¿cómo vivir?  y por tanto, elegir ¿cómo morir?, no olvidemos que la raíz latina de la palabra “agonía”, como diría el buen Miguel de Unamuno (1930)  en su brillante obra “La agonía del cristianismo” [ …] el originario etimológico de la voz “agonía” el de lucha  [ …] Se puede morir sin agonía y se puede vivir, y muchos años, en ella y de ella. Un verdadero agonizante es un agonista, protagonista unas veces, antagonista otras [ …] tú agonía y yo a la mía y que Dios nos la bendiga.

Para el filósofo germano-estaduninense Herbet Marcuse, en un ensayo titulado, “La ideología de la muerte” sentenciaba. “Si la muerte se considera como un acontecimiento esencialmente externo aunque biológicamente interno, de la existencia humana, la afirmación de la vida tiende a ser una afirmación final y, por decirlo así, incondicional:  la vida sólo es y puede ser redimida por la vida”.

Para mí, la vida de Estrada y Benito han sido redimidas. Le pregunto: ¿Cómo redimirá la suya?

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(*) Ingeniero, magíster en Gestión Pública. | luricsoji19@gmail.com

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