Con 37 años de existencia física y más de 60 desde que fue concebida como proyecto, ¿qué representa la Casa Comunal de la Juventud para Chiclayo?

Es un ícono de lo que significa el servicio a la persona humana, traducida en los niños, los jóvenes y la familia en general.

Es un ejemplo de servicio, de promover acción en aras del éxito. Los jóvenes demandan de personajes que sirvan de orientación y la Casa Comunal de la Juventud, obra de Guillermo Baca Aguinaga, se constituye en eso.

En nuestra puerta tenemos un letrero que dice: “El arco del triunfo”, porque todos los que ingresan aquí, idealisticamente decimos, es para triunfar a través del deporte, de la educación, de la capacitación, del esparcimiento sano y en un ambiente limpio. Nos esmeramos para que nuestros usuarios tengan tranquilidad, comodidad y bienestar.

Es ícono, pero además es única…

Única en el Perú. Sí, Guillermo Baca Aguinaga, en uno de sus viajes a Europa, interpretó cómo eran los semilleros de una potencia como Alemania y entendió que eran las casas de la juventud. Entonces, como lo bueno se copia, él trajo ese modelo a su provincia querida, Chiclayo, e hizo todos los esfuerzos para concretarla. Como educador, él sustenta su obra con algo netamente educativo como la casa de la juventud.

A través de la educación él quiso mejorar nuestra sociedad empezando por la juventud y estamos cumpliendo esa finalidad. El 15 de mayo conmemoramos nueve años de su desaparición física, pero se esmeró por promover a quienes continuaran su obra.

También se esmeró por asegurar la estabilidad legal de la casa comunal para que no hubiera esos apetitos y envidias que puedan desnaturalizar el buen propósito que tiene una obra hecha con mucho esfuerzo.

¿Cómo se organiza la casa comunal y cómo se mantiene? ¿Es una entidad pública que recibe presupuesto estatal?

En sus 37 años de servicios, la casa comunal ha ido forjando y aprendiendo cómo sostener y autofinanciar su funcionamiento, el pago de impuestos, arbitrios, carga laboral, servicios, mantenimiento e inversiones.

El funcionamiento se da en base a lo que se capta por los servicios. Aquí no se cobran costos onerosos, se cobran precios muy bajos que permitan sustentar todos los gastos, de lo contrario no sería posible manejarla y habría desaparecido.

La Casa Comunal de la Juventud se formó para vivir honestamente y con un personal de apenas 16 personas que se encargan de mover a toda esta institución. No hay burocracia aquí.

¿Cuántos usuarios tiene la casa?

El promedio es de mil 200 personas diariamente en todos los servicios que ofrece la casa.

¿Lo que no significa que esas mil 200 personas ingresen pagando o sí?

No, porque tenemos las puertas abiertas y sin vigilancia que restrinja el acceso. Aquí ingresan gratuitamente quienes desean ver los juegos o participar de las actividades de esparcimiento. Tenemos muchas áreas verdes, tenemos una plazoleta muy bien conservada y muchos espacios confortables. Tenemos cámaras de vigilancia, pero no detenemos a nadie en la puerta para pedirle algún pago para ingresar.

Muchas personas usan los servicios higiénicos con toda libertad, sin pago alguno. Otras vienen a practicar danzas o declamación al aire libre.

¿Cuál es la seguridad jurídica que tiene la casa comunal?

Guillermo Baca no sólo fue una persona inteligente, sino muy honesta. Él previó esos afanes que podrían ocurrir de gente que buscaría echar mano de una obra tan bonita ubicada en pleno centro de Chiclayo. Por eso sustentó toda la documentación legal, que obra en SUNARP y los diferentes estamentos públicos, para asegurar la independencia de la institución.

La casa comunal es una institución privada y tiene toda la documentación que así lo acredita, por eso es que cuando algunas personas inquietas por la casa se han esmerado en conocer cuál es la naturaleza de la institución y han ido a las instancias correspondientes han encontrado que la Casa Comunal de la Juventud no tiene ningún vínculo con institución pública alguna, salvo el de colaboración.

La casa comunal es autónoma, es una institución privada con un consejo directivo y que se afana en que todos sus servicios cada vez sean mejores para los usuarios y la colectividad. Aquí tratamos con personas a las que debemos ofrecerles lo mejor.

¿Los terrenos donde se encuentra la casa comunal están inscritos a nombre de ésta?

Por supuesto, todo está inscrito a nombre de la institución, de lo contrario ya nos hubieran intervenido tantas gestiones municipales que han pasado.

¿No hay manera de revertir esa situación?

En absoluto, porque no existe ninguna cesión de uso por un plazo determinado. La casa comunal es una propiedad de la Asociación Casa Comunal de la Juventud Guillermo Baca Aguinaga.

¿Cómo fue el proceso de adjudicación de los terrenos, la Municipalidad Provincial de Chiclayo los cedió a título gratuito?

Fue a título gratuito tras una sustentación que hizo Guillermo Baca Aguinaga ante el concejo municipal, que fue presidido por Julio Fernández de la Oliva.

El proyecto tuvo un inicio de corte municipal, por eso se le puso comunal, pero no por la municipalidad sino por la comunidad. Ello no significa que tenga dependencia.

Recordemos que los primeros terrenos adjudicados a la casa comunal fueron los que hoy ocupa el Centro Cívico de Chiclayo, dados a través de una ley que fue derogada por la dictadura de Juan Velasco Alvarado.

¿Hay quienes aún no comprenden la naturaleza de la casa comunal?

La crítica a veces se da por desconocimiento o por mala fe. Hay quienes conocen, pero machacan para tratar de confundir.

Nosotros hemos hecho los esfuerzos por explicar cuál es la situación legal de esta institución, pero con una actitud educativa, no de agravio ni confrontación. Es necesario que más personas sepan cuál es el aporte que desde aquí se hace a la comunidad y lo defiendan.

Además, hay algo que señalan los estatutos y la población debe saber: la casa comunal nunca tendrá un dueño en particular. Los estatutos dicen que cuando ésta deje de funcionar bajo el espíritu por el que fue creada; es decir, el servicio, pasará a depender a una institución que tenga la finalidad de servicio y trabajar en bien de la comunidad.

¿En algún momento el municipio de Chiclayo ha solicitado información legal sobre la casa?

Hace mucho tiempo, se alcanzó la documentación y el asunto quedó zanjado. Pagamos nuestros tributos municipales, nuestros impuestos y somos respetuosos de las normativas.

¿Cuál es el mensaje a la comunidad chiclayana?

Que cuide y defienda a la Casa Comunal de la Juventud, que es única en el Perú. Nuestra misión es seguir ayudando a la sociedad con acciones de preocupación, innovación y sobre todo con transparencia y honorabilidad. Aquí cuidamos no sólo el legado de Guillermo Baca, sino también sus ideales de transparencia y honorabilidad. El honor no se compra en la tienda de la esquina.

 respuesta de RONALD el 2024-10-27.

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