Sube!

¡Gracias 2024!

Escrito Rosa Amelia Chambergo Montejo (*)
Edición N° 1382

Han transcurrido 12 meses del año 2024 y ello amerita un recuento de lo acontecido. Como acostumbramos desde hace 31 años en Expresión, se hace obligatorio un balance de lo vivido, de lo que ha significado para nuestro semanario el este tiempo.

Empiezo dando gracias infinitas a Dios, creador del universo y de la humanidad, por el regalo de vida, salud, techo, alimento, y por permitir que el Semanario Expresión haya estado todos los jueves de cada semana en circulación. Agradezco a nuestra legión de lectores, que nos abrieron las puertas de su hogar para ingresar con información relevante de Lambayeque, así como compartir el trabajo acucioso, responsable y ético de nuestra Unidad de Investigación, que puso sobre la mesa serias denuncias sobre la cosa pública, así como los casos de cuestionados personajes que tienen cargos de confianza y que, obviamente, originan una suspicacia, habiendo profesionales con meritorios currículos que podrían tener un mejor desempeño.

Por supuesto que hemos privilegiado los casos de éxitos, los aportes y trabajo de la academia lambayecana, que como siempre tiene en Expresión un espacio importe y especial.

Este ha sido un año de reafirmación de trabajo en defensa de la libertad de expresión, de prensa y opinión, pues se puso a prueba nuestra fortaleza, el profesionalismo que abrazamos en la delicada misión de informar y que a lo largo de 31 años hemos sabido cuidar por respeto a nuestros los miles de lectores, seguidores en las redes sociales, anunciadores que cada día nos expresan respaldo y respeto a la credibilidad que origina nuestro trabajo periodístico.

Gracias a Dios y al trabajo garantista del Ministerio Público, pero sobre todo a la pulcritud y contundencia de nuestras investigaciones, salimos airosos de la descabellada denuncia que por organización criminal me imputó un sujeto arrastrado al poder político y que pretendió mellar nuestra dignidad, amordazarnos e intranquilizarnos. La rápida reacción de la institucionalidad periodística y de la sociedad civil sirvió para que el Ministerio Público haga la respectiva evaluación y archivara ese remedo de denuncia que queda para la historia como un lamentable recuerdo.

En estas líneas agradezco a las empresas, personas e instituciones que tomaron a nuestro medio como su referente informativo. A todos los que han anunciado en nuestro hebdomadario infinitas gracias. Dios multiplique ciento por un millón su respaldo a Expresión.

Particularmente, he sabido generar empleo, ayudar a mantener la empresa, y ampliar nuestro trabajo editorial. Tomada de la mano de Dios, he podido hacer llevadero este tiempo, que lo bendigo con amor, invocando la paz y el bien entre todos.

Ha sido un año también de profundo dolor por la pérdida de mi querido y buen hermano Sandro Chambergo Montejo, quien el 26 de octubre partió a la eternidad. Sin duda es un sufrimiento muy hondo. Sin embargo, confío en Dios, quien es el que nos da resignación. A quienes me leen y siguen les pediré siempre una oración para su descanso eterno y que brille para él la luz perpetua. Sé que mi familia y yo hemos ganado un ángel en el cielo y para honrar su nombre no debemos abatirnos, hay que llenarnos de fe, fortaleza y seguir adelante por los que están a nuestro lado.

En lo que respecta a la labor de periodista, corresponde renovar para el próximo año nuestro compromiso en la búsqueda de la verdad, de aproximarnos a ella y evidenciar con responsabilidad lo que el lector necesita saber sobre los manejos públicos del país, la calidad de las obras, los costos, las empresas que ejecutan y todo cuanto podamos transparentar de los actos estatales, que estamos obligados a conocer. Recuerden que no se ama lo que no se conoce y esta patria necesita de nuestro amor y compromiso en el cuidado de sus presupuestos para generar empleo, acortar las brechas de pobreza, entregar a la ciudadanía lo que realmente necesita con calidad.

Seguiremos contribuyendo desde Expresión, al lado de la academia y los colegios profesionales, para alcanzar los anhelos del más de millón de lambayecanos que queremos vivir dignamente. Para ello seguiremos invocando buenos servicios en salud, infraestructura, educación y enrolando a más ciudadanos para exigir que el proyecto del Terminal Portuario Regional se haga realidad.

Esta es una edición de colección. Lean, comenten, compartan. Gracias por su identificación con Expresión, con firmeza escribo que trabajo para ustedes, porque con su compra de la edición, con el anuncio de sus empresas en nuestro hebdomadario, nos permiten seguir en circulación.

Este año lo cierro agradeciendo haber publicado dos libros que tuvieron presentaciones inolvidables: Juan Scander Juayeq, caminante de la amistad y el de Azucarera Pomalca: 20 años de crecimiento sostenido. Gracias a Juan Manuel Scander Chikani y a los hermanos Edwin, Elvis y Octavio Oviedo por confiarme tan importantes publicaciones.

Gracias al equipo que me acompaña con Daniel Vera Vera, Lena Chambergo Montejo, Javier Onofre Bances y a cada uno de nuestros articulistas por el privilegio de tenerlos en nuestras páginas. Su intelectualidad es un orgullo y honor para este medio de comunicación.

Deseo a ustedes que el Niño Jesús permanezca en sus corazones los 365 días del año y anhelo que el nuevo calendario a estrenar les traiga abundante salud, unión familiar, trabajo y que hagan realidad todos sus anhelos. No me cansaré de decirles que siempre hay que insistir, nunca desistir y que aun teniendo que llorar por alguna circunstancia hay que sonreír, la vida es un regalo que desenvolvemos día a día.

Anuncio el inicio de nuestro merecido período vacacional. Nos reencontramos el próximo 23 de enero.

¡Feliz Navidad 2024 y Bienvenido 2025!

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Editora / Directora fundadora. 

 

 

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