Cinco jóvenes se constituyen en verdadero ejemplo de servicio a la patria. Hace año y medio iniciaron el Servicio Militar Voluntario en la Séptima Brigada de Infantería del Ejército, acantonada en Lambayeque, siendo este el primer peldaño hacia su objetivo personal, convertirse en agentes de la Policía Nacional del Perú. Tras un paciente proceso de preparación física y académica, lograron su ingreso a la Escuela Técnica con sede en Reque.
Walter Lainez Tapia, de 19 años, ingresó en julio del 2021 al Ejército y actualmente integra la Unidad de Artillería y Campaña Marcavalle n.° 9. Desde niño – comenta – mostró interés por la vida militar.
“Con el tiempo tuve claro que quería ser policía y estoy muy agradecido con Dios y con mi ejército, por brindarme la oportunidad y facilidades necesarias para poder prepararme. Por las noches hemos recibido el apoyo de nuestros oficiales y suboficiales, quienes nos impartían clases en las áreas donde tienen mayor habilidad, como matemáticas”, refiere.
El apoyo dado por su institución para prepararse en el proceso de postulación a la Escuela Técnica de la Policía Nacional ha sido amplio. Junto a sus compañeros de armas tuvo acceso a las instalaciones para la evaluación física.
“Con la formación que he recibido, sobre todo en disciplina, tengo la base para ir a otra institución como la Policía Nacional del Perú. Me siento contento de poder servir a mi patria”, reflexiona.
Oportunidad para crecer
Similar es la experiencia de Ederson Rodríguez Reluz, del caserío Chacupe Bajo, del distrito de La Victoria, quien presta su servicio militar en el cuartel Leoncio Prado. Refiere que siempre ha tenido presente su vocación de ayuda a la comunidad, la misma que puede seguir materializando al convertirse en integrante de la policía.
“Durante la pandemia me enteré del servicio militar y lo vi como una oportunidad para seguir mi vocación y poder formarme en el futuro como miembro de la Policía Nacional. En todo momento nuestros oficiales, técnicos y suboficiales nos han motivado y apoyado, complementando nuestra preparación, a fin de estar aptos y seguir la capacitación académica. Me siento agradecido con el Ejército del Perú”, señala.
Su familia – relata – no recibió de buena forma su ingreso a la vida militar, pero con el tiempo, a medida que vio su evolución y preparación comprendió que lo que estaba haciendo era seguir su vocación.
“Mi madre se siente orgullosa porque inicié una nueva etapa en mi vida. He alcanzado una meta con mi ingreso a la escuela de la policía y sé que esto recién inicia, y tengo todas las ganas de cumplir mi sueño. Uno puede lograr muchas cosas siempre que se lo proponga, la disciplina es la base de todo”, anota.
Seguir los sueños
José Lozada Vásquez, de 21 años, es natural de Bagua Grande – Amazonas, destaca el aprendizaje de valores en la vida militar, sobre todo de disciplina y responsabilidad, los cuales han sido determinantes en el paso dado hacia el inicio de su formación como parte de la Policía Nacional del Perú.
“Mi familia me ha apoyado en todo momento y lo que puedo decirle a los jóvenes como yo es que sigan sus sueños. Para mí el servicio militar es una parte importante de mi vida y el que me ha dado la posibilidad de ir hacia otro objetivo. Sigo el ejemplo de mis familiares como exservidores de la patria a través del Ejército”, anota.
Otros dos ingresantes a la policía y formados en los cuarteles de la Séptima Brigada de Infantería del Ejército son Kevin Flores Chávez, de 19 años, natural de Santa Cruz – Cajamarca, y Juan Tequen Carranza, natural de Chiclayo. Ambos afianzaron su preparación académica y física con el respaldo de los oficiales, técnicos y suboficiales, a quienes reconocen por su apoyo y estímulo permanente, para alcanzar el ansiado objetivo.
respuesta de Tendrán más fotos sobre esa espectacular noticia 🙂 el 2023-02-01.
si me pudieran enviar seria genial gracias.
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