“Vamos a reiniciar y reforzar nuestra histórica y tradicional Casa de Retiros Santa María, fundada por los Jesuitas en Lambayeque, a través de plataformas para que los jóvenes de la región puedan unirse voluntariamente. Este año 2023, gestionaremos un plan apostólico que abarcará el discernimiento de temas espirituales, junto a los nuevos talleres en los rubros de arte, cultura, filosofía, ingeniería, ecología, medioambiente, entre otros”, comenta José Luis Estela Sánchez, representante de la institución.
Estela Sánchez ha sido nombrado como representante de la casa por el provincial de los Jesuitas del Perú, padre Víctor Hugo Miranda, en representación del Superior de los Jesuitas de la Plataforma Apostólica de la región Norte del Perú, padre Paulo Valencia.
“Es un honor y es un compromiso enorme que asumo con mucha alegría desde este 4 de marzo, para que los proyectos y el plan apostólico se desarrollen en esta Compañía de Jesús, y que se replique no solamente en la región norte del país, sino en todo el Perú”, menciona Estela.
El plan de la orden religiosa
La orden religiosa de la Compañía de Jesús, cuyos integrantes son llamados los jesuitas, están embarcados en muchos servicios apostólicos, como la dirección de la Iglesia Católica, los temas de educación, el apostolado intelectual y a través de las obras sociales enfocadas en ayuda a los menos favorecidos de todos los países.
La Compañía de Jesús fue fundada por San Ignacio de Loyola en 1534. El papa Francisco pertenece a la orden religiosa.
“El enfoque de los jesuitas, ya sea desde el enfoque del apostolado intelectual, la educación universitaria, la educación básica regular, las obras sociales, los servicios a los más pobres, incluso desde el mismo arte, nos hace que estemos enmarcados a nivel universal y es por ello que nuestro único fin es cumplir con el bien, para que las personas y la sociedad estén mejor”, acota Estela Sánchez.
Involucramiento de la juventud
“Hay muchos grupos de voluntariados de jóvenes, yo fui parte de un grupo universitario cristiano y fue así como decidí forjar mi destino en la orden de los jesuitas, sé que hay muchos más jóvenes que tienen ese mismo anhelo, y estamos para orientarlos y apoyarlos”, refiere.
Anteriormente, la Casa de Retiros Santa María reunía a más de 400 jóvenes participantes. En la actualidad son aproximadamente 100.
“El número ha bajado por las distintas situaciones que hemos pasado, pero con nuestro plan de reforzamiento de talleres y con las visitas que realizaremos, sé que se sumarán más”, precisa Luis Estela.
Implementación de estrategias
“Una nueva estrategia es que complementaremos la formación humana, liderazgo, autoestima, y todas las plataformas de espacio y formación para todos los voluntarios”, informa.
El fin es crear un acercamiento de los jóvenes con sus familias, a través de las diversas plataformas que ayudarán a consolidar sus deseos espirituales de servir al prójimo, como el de complementar su parte académica y formativa.
“No solamente vamos a esperar a que los jóvenes lleguen a nuestra casa espiritual, si no que parte de ese plan es salir y visitarlos a través de las distintas universidades que tenemos en Lambayeque, y darles a conocer estas plataformas que estarán constituidas en la compañía de los jesuitas. Asimismo, estamos armando otra estrategia que aborde ir a los lugares más humildes, que necesiten de nuestra compañía espiritual e incluso llevar junto con nosotros algunas capacitaciones o talleres que puedan servir para que las personas se sientan mejor consigo mismas y con Dios”, menciona Estela Sánchez.
Además, se implementarán talleres de ecología y cuidado del medioambiente, a fin de aprovechar las distintas áreas verdes que tiene el recinto espiritual. “Con todo el problema del calentamiento global y lo que se está originando en todo nuestro planeta, los jesuitas también tenemos como prioridad contribuir al cuidado de nuestra gran casa”, acota.
Luis Estela resalta la importancia de las capacitaciones sobre interculturalidad y sus relaciones. “Tenemos que estar aptos para entrar a otras culturas, tenemos que estar aptos y preparados para ir a esas fronteras, estar capacitados para entrar en diálogo y ver de forma general el progreso y desarrollo para el bien de esta sociedad. No somos igual a nuestro entorno rural como urbano, pero debemos estar preparados”, indica.
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