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PARA UN PERÚ SIN SOBRE(A)SALTOS: Orientaciones ciudadanas en la transición 2023-2024

Escribe: Francisco Reluz Barturén (*)
Edición N° 1284

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Este año que termina, muchos quisieran que fuera para el olvido. Cuando desde el inicio del gobierno anterior, las decisiones presidenciales erráticas, aunadas a denuncias fiscales por continuos indicios de corrupción, los tan malintencionados como esquizofrénicos mensajes de sucesivos premieres junto a respuestas a la defensiva de los legisladores, se iban tornando costumbre, y donde, en apariencia no cabría más, acontece a inicios de mes, el mensaje de autogolpe fallido gracias a las instituciones tutelares, que para algunos no hizo más sino acelerar estrepitosamente la caída de un nocivo régimen, para otros un milagro decembrino y para todos, una desconcertante incertidumbre.

No se hicieron esperar el abandono de aliados, las justificaciones con mil y una hipótesis inverosímiles y las protestas de grupos afines al régimen depuesto que, tornándose vandálicas, en lectura de los especialistas, no fueron espontáneas, sino estratégicamente preparadas, haciéndonos recordar los momentos de terror de la década de los 80, con compatriotas heridos y muertos, enfrentados por manipulación ideológica perversa, incluso apoyado por países y organismos internacionales. La sabiduría de la historia cotidiana, reiterada ancestralmente, se hizo más patente que nunca con todos estos hechos de la caída del régimen: Lo que mal inicia mal acaba.

Ahora nos encontramos, una vez más, en un gobierno de transición democrática, legítimo de acuerdo con nuestra Carta Magna, cuyas primeras acciones fue de restablecer el orden público, mantener el estado de derecho que había sido vulnerado y preparar el camino hacia nuevas elecciones generales que los legisladores aprobaron para abril del 2024. Es acá donde caben las orientaciones ciudadanas para decidir los destinos nacionales con un voto bien pensado, en función al fortalecimiento de nuestras instituciones, sintonía social con los compatriotas que no han sido atendidos en sus necesidades que se tornan en justas demandas, y un adecuado manejo de la economía nacional, en libertad democrática y sin corrupción.

Lo que dijo Cicerón

A propósito de lo mencionado, es pertinente traer a recuerdo al gran pensador Cicerón (106 a.C- 43 a.C), quien, en su contexto de profunda crisis por conflicto permanente de su tiempo, recomienda superar la decadencia política con el retorno a las virtudes y a las costumbres de fe que cohesionan al Estado: la familia, la patria, el respeto a ley y la prosperidad en el manejo de los asuntos públicos, mediante el principio del equilibrio de poderes en concordia social.

El líder del Estado y quienes lo ayudan en el gobierno, nos recomienda Cicerón, deben buscar la seguridad de todos, con leyes de bienestar (satisfacción de necesidades) y de salvaguarda de los peligros internos (conflictos, sedición, subversión), externos (injerencias extranjeras) y circunstanciales (desastres naturales).

Las experiencias que queremos olvidar son las que marcan nuestra historia personal y social. Lo vivido recientemente en el Perú, y lo que los peruanos observemos de las situaciones políticas de los países vecinos, deben ser experiencia de aprendizaje para tomar conciencia nacional y evitar engaños de políticos de sibilinas ideologías.

Volver a las urnas

En abril del 2024 volveremos a las urnas, como ciudadanos procuremos estar formados en el conocimiento de nuestras leyes y necesidades reales, que no nos vendan gato por liebre. No votemos en contra de alguien, votemos por propuestas y personalidades competentes. Busquemos información de distintas fuentes de quiénes son los candidatos tanto en la plancha presidencial como para congresistas, si tienen antecedentes policiales, penales y judiciales, si tienen o no vínculos con ideas sediciosas, quiénes los financian, si cuentan con formación mínima para la administración de los asuntos públicos.

Mientras tanto, estimado lector, inculquemos a nuestros hijos un profundo amor al Perú, a educarse, promovamos en ellos el respeto a todas las personas y a nuestras instituciones, la solidaridad y el trabajo, pero principalmente la responsabilidad personal para salir adelante ante cualquier circunstancia adversa.

Que en este 2023 que se avecina y el 2024 electoral sean momentos de transición donde se consolide pacíficamente nuestra democracia y nuestra economía, admirada en estos momentos de tempestad que tiende a la calma, gracias a todos nosotros los peruanos de a pie. Compatriotas ciudadanos, formémonos e informémonos durante todo este tiempo y siempre, para no elegir gobernantes y representantes que mantengan al país en sobre(a)saltos destruyendo la institucionalidad democrática.

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(*) Filósofo. Docente universitario. Investigador RENACYT-CONCYTEC.

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