Si buscamos el bien de nuestros semejantes, encontraremos el nuestro. (Platón)
Nos vemos, obligados moralmente, a escribir un tercer artículo sobre el proyecto “Creación del servicio de drenaje pluvial en el ámbito urbano de 4 distritos de la provincia de Chiclayo - departamento de Lambayeque”, convertido en megaproyecto por Typsa y ANIN (sucesora de Reconstrucción con Cambios) ya que la magnitud de la obra, sus costos de ejecución se han disparado de s/.996,427,247.97 (costo etapa de viabilidad) a más de 2,500 millones de soles, su funcionamiento y mantenimiento será una carga muy pesada para las municipalidades y para los miles de usuarios de ese servicio que tendrán que pagarlo mensualmente, del mismo modo que pagamos por “parques y jardines”. Por el estudio definitivo el Estado pagará a la empresa consultora más de 93 millones de soles, costo que parece excesivo o demasiado generoso.
La propuesta central de Typsa es construir un sistema de drenaje urbano subterráneo que debe trabajar en forma independiente y paralelo a otros sistemas que usan el subsuelo, en particular la red de saneamiento básico (agua y desagüe). Se opta por la opción más compleja, de más difícil ejecución (dada las edificaciones existentes y las condiciones del subsuelo) y la más costosa (tan cara como el Proyecto Olmos) y también de darle el mantenimiento adecuado que le permita funcionar en los tiempos de lluvias intensas (sabemos que las municipalidades tienen serias limitaciones para cumplir incluso tareas menos complejas)
Para tener una idea de la magnitud del proyecto en cuanto obras de ingeniería, presentamos un breve resumen actualizado por Typsa, de los 4 componentes:
El Colegio de Ingenieros – Comisión de Grandes Proyectos – se ha pronunciado, con insistencia, a favor de una propuesta de drenaje superficial y ha marcado diferencias con la propuesta de Typsa, que opta por el drenaje subterráneo. Estas diferencias las resume en un “Dictamen” que ha sido presentado a las entidades correspondientes y que consisten en:
Terminan invitando a los formuladores del estudio definitivo a “corregir las omisiones y a desarrollar una solución más efectiva y sostenible para el drenaje pluvial de Chiclayo”. Los ingenieros Adrián Campos y Felipe Mota nos informan que la posición del Colegio es muy clara en favor de un drenaje pluvial superficial y que las propuestas y recomendaciones no han sido tomadas en cuenta por la empresa consultora.
El Ing. Hugo Acuña Peralta, anota como importante omisión del estudio de Typsa el no considerar a las vías urbanas como componentes del drenaje pluvial urbano ya que transportan gran parte de la lluvia que recoge a lo largo de su recorrido. Señala que se puede facilitar el flujo del agua por esas vías con obras complementarias como cunetas, alcantarillas, canaletas, drenaje subterráneo y bombeo complementario en los casos que se requiera. Afirma también que el componente de “Infraestructura de retención de aguas” hace más costoso al proyecto y no soporta la relación costo/beneficio. Sugiere que se debe plantear la modificación del CE 040 para facilitar la aprobación del sistema de drenaje superficial.
El Ing. Amberly Olano, en una exposición reciente, considera que el transporte de las aguas pluviales mediante tubería subterránea genera un altísimo riesgo potencial de interrupción del flujo, debido al elevado contenido de sedimentos que acarrea. Por tal, se debe solicitar que ANIN reconsiderar la conformidad otorgada y solicitar a Typsa que analice la alternativa del drenaje mediante el transporte con conductos abiertos. Añade que no se ha cumplido con presentar los cálculos y análisis del transporte superficial de las aguas a través de conductos abiertos que facilitarían el mantenimiento y operación del sistema, sin riesgos de colapso ni costos elevados innecesarios.
A pesar de que los estudios definitivos están caminando hacia la situación de “hechos consumados”, sugerimos que el tema del drenaje pluvial sea sacado de las reducidas esferas en las que se ha mantenido hasta el presente y colocarlo como un tema de interés público regional. La sociedad civil regional y sus organizaciones representativas debieran promover espacios de información, debate y toma de acuerdos sobre este proyecto que, sin tener la prioridad de otros, corre más rápido hacia su pronta ejecución y con los problemas que estamos empezando a desvelar. Por nuestra parte estamos haciendo lo que, creemos, nos corresponde.
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*Instituto de Desarrollo Regional – INDER
En la Lambayeque, la Contraloría General de la República reporta en total 30 obras paralizadas, de las más de 3700 que existen en el catálogo de la inversión pública en los tres niveles de gobierno en esta jurisdicción. El perjuicio al Estado supera los S/233 millones.
Según el portal Infobras de la Contraloría, de los proyectos paralizados, siete datan del 2013 y dos han cumplido ya 10 años sin que se concluya la ejecución de los expedientes técnicos con los que se iniciaron los trabajos.
Emisores de Chiclayo
La obra de mayor costo económico y social es la renovación de los emisores principales de Chiclayo, cuya unidad ejecutora es la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque - EPSEL. El proyecto, con un financiamiento de más de S/89 millones, inició en febrero del 2015 y quedó paralizado en noviembre del 2016 al 65.65 %. La contratista fue el Consorcio Saneamiento Sipán.
Dicho proyecto, que es fundamental para la mejora de los servicios de saneamiento básico en Chiclayo, José Leonardo Ortiz y La Victoria, debió concluir en septiembre del 2016 de acuerdo al cronograma de obra.
A cargo del GORE
A cargo del Gobierno Regional de Lambayeque está la obra “Mejoramiento del servicio educativo del nivel primaria y secundaria de la I.E. n.° 10081, centro poblado Canchachala”, ubicada en el distrito altoandino de Incahuasi. Los trabajos iniciaron en septiembre del 2022 y quedaron paralizados al 77 %, siendo la contratista la empresa Lemus SAC. La entrega de infraestructura estuvo programada para septiembre del año pasado.
Saneamiento en Olmos
Sin embargo, la que rompe récords con proyectos paralizados es la Municipalidad Distrital de Olmos. Dicha comuna tiene - según la Contraloría - seis proyectos de saneamiento rural, que datan del 2013, cuyo presupuesto total supera los S/70 millones. Dichos trabajos han cumplido una década sin ser entregados.
Es el caso del proyecto de instalación, ampliación y mejoramiento del sistema de saneamiento básico rural (agua potable y letrinas) en 26 caseríos del noreste de Olmos, que tuvo un presupuesto de S/9 millones 727 mil. La obra inició en diciembre del 2013 y se avanzó sólo hasta el 63.33 %.
Otro proyecto, pero para 15 caseríos de Olmos, valorizado en S/7 millones, quedó paralizado al 87 %, en tanto uno que debió beneficiar a 33 caseríos del noroeste del distrito tiene un avance del 70 %.
Cifras nacionales
A marzo de este año se tiene un total de 2324 obras paralizadas a nivel nacional, con un importe de inversión ascendente S/33 mil 167 millones. Las obras paralizadas correspondientes al marco normativo de la Reconstrucción Con Cambios, ascienden a 190, por un monto de inversión de S/3 mil 83 millones.
Por otro lado, las obras paralizadas que se encuentran bajo los alcances del marco normativo de la Ley n.º 31589, Ley que garantiza la reactivación de obras públicas paralizadas, ascienden a 1365 por un monto de inversión de S/18 mil 536 millones.
A poco de celebrarse el ‘Día del Periodista’ (1 de octubre), el Colegio de Periodistas de Lambayeque organizó el conversatorio ‘Un café con los periodistas’, donde seis reconocidos periodistas de diferentes edades compartieron experiencias, anécdotas y reflexiones acerca del quehacer profesional. A la actividad se sumaron la Asociación Nacional de Periodistas – ANP Chiclayo y el Círculo de Periodistas Deportivos de Lambayeque.
Larcery Díaz Suárez, Fernando Noblecilla Merino, Cecilia Vidaurre Nieto, Paola Ly Ramírez, Rosario Coronado Sánchez y Javier Onofre Bances se dieron cita a esta actividad y junto a la decana de la orden como moderadora del conversatorio, la decana de la orden Rosa Chambergo Montejo, compartieron sus vivencias ante la atenta mirada de periodistas colegiados y no colegiados, así como alumnos universitarios.
Cecilia Vidaurre
La periodista y docente universitaria Cecilia Vidaurre contó que ella inició su vida profesional en el diario La Industria, donde había hecho ya sus prácticas en su etapa universitaria. De aquella etapa recuerda a Cristian Díaz Castañeda, quien era el director y le inculcó las primeras nociones de la cobertura reporteril. Allí recorrió los pueblos jóvenes de Chiclayo, cubrió temas policiales, políticos e incluso páginas especiales de salud y economía.
Posteriormente fue a trabajar a El Comercio, en Lima, donde hizo la sección de locales por dos años y medio, y luego volvió a Chiclayo por un corto tiempo, pues iría a Estados Unidos por una beca de periodismo político durante siete meses. A su retorno sería parte del equipo que fundaría el diario Correo en Lambayeque.
Ella destaca de su trayectoria el haber ayudado a las personas que no eran escuchadas como madres de familia con hijos con hidrocefalia, quienes pudieron recibir la atención médica. “Siempre digo que hay dos cosas que repetiré en la vida: haber estudiado la misma carrera, ejercido el periodismo y casarme con mi esposo”.
Rosario Coronado
La periodista Rosario Coronado recuerda que inició en Radio Universitaria, la radio de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo, tiempo de donde recuerda a Maribel Díaz como su mentora. Dirigentes de mercados, sindicatos, pueblos jóvenes, fueron los primeros entrevistados con los que ganó experiencia.
Recuerda también la adrenalina en la cobertura de las protestas azucareras, donde las balas no faltaron. Evoca el año 2005 en Tumán, donde le arrebataron su celular, pertenencias y documentos por entrevistar a las dos partes que estaban en conflicto. Similar situación vivió en el 2004, durante el despido masivo de trabajadores de la Municipalidad de Chiclayo.
“Nosotros como periodistas debemos informar a nuestra audiencia con responsabilidad, objetividad, imparcialidad y equidad. El periodista se forma en la cancha, debe salir al campo y allí es donde obtiene la mejor experiencia”, asevera la exreportera de RPP y hoy coordinadora de TVi Noticias.
Paola Ly
Por su parte, Paola Ly, productora de RPP, indica que nunca se imaginó haciendo radio, pues llevaba años haciendo televisión en diferentes casas, incluida América. De ese tiempo recuerda a la periodista Rocío Díaz, quien les llamaba la atención a los reporteros cuando alguna nota se les pasaba y la tenía otro medio.
Ella recuerda también el 7 de septiembre del 2006, día en que se incendió el palacio municipal de Chiclayo. Ella trabajaba en Panamericana por aquel entonces. Esa noche todos los periodistas estaban en los exteriores a la espera de que se caiga una de las cúpulas, pero un descuido (volteó al mirar que monseñor Jesús Moliné pasaba) hizo que se perdiera de ese momento y no pudiera registrar la imagen de la caída de la cúpula.
“También recuerdo que en dos oportunidades me confundieron con Keiko Fujimori. Una vez en José Leonardo Ortiz incluso me hicieron todo un recibimiento. Los colegas me llamaban y me decían: ‘Paola, Keiko está aquí’ y yo les decía que no. Me hicieron pasar adelante y me saludaron como si fuera Keiko Fujimori”, recuerda entre risas.
Javier Onofre
Javier Onofre recuerda que su incursión en el periodismo se dio desde los primeros ciclos de la universidad, primero en el periódico de la Escuela de Comunicación de la Universidad Santo Toribio de Mogrovejo, y luego en diferentes diarios locales donde fue columnista. Posteriormente -aun siendo estudiante- crearía un canal de YouTube, donde entrevistaría a políticos y candidatos a las elecciones municipales del 2018.
Cuenta que luego trabajaría en un canal de televisión de señal local para recalar después en Expresión, medio del cual migraría hacia RPP. De su estancia en radio recuerda las coberturas especiales que realizó en Luya (Amazonas), durante el derrumbe de parte de la fortaleza de Kuélap; y en Piura por la época de lluvias intensas.
“Creo que el periodista debe ser atrevido, no tener miedo a preguntar. No importa cuántas veces nos puedan decir que no. La persistencia es la que hace al periodista”, acota.
Fernando Noblecilla
A su turno, Fernando Noblecilla rememora que sus inicios en prensa estuvieron ligados al periodismo deportivo, incluso siendo solo un niño, pues con solo siete años tenía la afición de narrar partidos de fútbol. A la edad de 20 años incursionaría en el conocido programa ‘Pregón deportivo’ con Juan Sorogastúa. Recuerda que, desde la casa de este último, en Bancarios, debían jalar cables hasta el estadio Elías Aguirre para poder transmitir. Alguna vez -evoca de manera jocosa- le pasó que se llevaron metros de cable impidiendo la transmisión.
De su extensa trayectoria recuerda haber cubierto la visita del papa Juan Pablo II a Trujillo. De aquella experiencia guarda un cuadro de la foto oficial de la bendición del papa a la Virgen de la Paz, donde sale él al lado del santo pare. “Quién diría que años después ese hombre sería santo”.
En cuanto a política, recuerda una anécdota divertida de cuando estuvo en Panamericana y llegó el presidente Fernando Belaúnde. Logró entrevistarlo, pero para su mala suerte alguien pisó el cable que iba al micrófono y al final no se grabarían sus declaraciones. Hoy Noblecilla Merino conduce ‘Así Somos’, programa que se emite a través de redes sociales.
Larcery Díaz
Finalmente, Larcery Díaz Suárez, periodista con 55 años de experiencia y 16 premios nacionales a cuestas, cuenta que su inicio en el quehacer se dio a raíz de que el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado clausuró la entonces Universidad Nacional de Lambayeque. Al quedar sin centro de estudios, entró a trabajar al diario ‘El Pueblo’, que por ese entonces convocaba a jóvenes que tuvieran nociones de redacción. En 1970 pasaría al diario Correo, donde fue como enviado hasta Chimbote para la cobertura del terremoto de Áncash.
Al año siguiente tendría la corresponsalía del diario El Comercio, la cual sostuvo durante 20 años. A la par también ingresaría a trabajar a América Televisión. De las incontables vivencias de aquel entonces, recuerda cuando fue con el fotoperiodista Teófilo Quiroga a Monsefú, donde había caído un avión Mirage. Fueron los únicos hombres de prensa en ese lugar. Pese al trabajo que hicieron, la nota con las fotos no llegó a ser publicada por mandato del gobierno militar.
También recuerda la toma de la embajada de Japón por parte del MRTA. En ese entonces trabajaba en el diario La Industria y pasó tanto navidad como año nuevo en la redacción del diario, pues se aguardaba que los subversivos liberasen a los rehenes por esas fechas, hecho que recién sucedería el 22 de abril del año siguiente.
“Hay algo dentro de los periodistas que nos mueve a escribir, hablar, sentimos lo que otros sienten, y desarrollamos ese sentir como algo profesional para transmitirlo al público”, sostiene.
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