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NUESTRO ANIVERSARIO PATRIO

Escribe Jorge Chávez Pita para la edición N 1123

Este 28 de julio deberíamos celebrar por todo lo alto el centésimo nonagésimo octavo aniversario de la proclamación de nuestra independencia. Esta efeméride, por su naturaleza misma, fue el comienzo de la liberación de nuestra patria del yugo español, de tal manera que, al ser liberados de las cadenas de la sumisión y la opresión por parte de un poder foráneo advenedizo, nos debe hacer reflexionar y aquilatar lo que en esos tiempos nuestros compatriotas tuvieron que afrontar para sobrevivir ante tanta injusticia y el arrebato de sus derechos fundamentales.

Dicho todo ello, cabe la interrogante obligatoria. ¿El escenario y las condiciones en las que se encuentra la patria hoy en día no están sometidas al yugo de los poderes corruptos, a los desatinos gubernamentales, los desmadres parlamentarios y los intereses partidarios? La respuesta indubitable sería afirmativa, es decir, hemos cambiado en el largo transcurrir de los años desde el logro de nuestra liberación, hasta hoy, de un yugo opresor a otro que conculca derechos fundamentales y arrebata el pan de cada día y,  por si fuera poco, nos alarga una convivencia desigual, donde los que más tienen buscan tener más y los que menos o nada tienen, sobreviven en la pobreza y conviven con el síndrome neutralizante del resentimiento, la impotencia y la rebeldía.

Las fiestas patrias son y serán siempre el momento de la algarabía y el patriotismo singular, manifestaciones que, por cierto, serán siempre el soporte que sostiene nuestra dignidad y la gratitud de haber nacido en esta tierra bendita, donde la mayor parte de los que moran en ella, a pesar de los desniveles clasistas y las falencias inclusivas, celebran año a año la proclamación independentista que dio inicio a una vida nueva, libre de coacciones y limitaciones ideológicas.

Celebremos con algarabía y patriotismo un nuevo aniversario patrio, celebremos que somos libres y que por siempre lo seguiremos siendo, los hechos indecentes y las controversias politiqueras no deben mellar nuestro ánimo y más aún conducirnos a la resignación y la inoperancia de lograr alcanzar el cambio de las generaciones obsoletas por mentes nuevas, frescas, acompañadas con la decencia, la moralidad y el espíritu patriótico, valores preponderantes para la refundación de la República, más aún cuando estamos ad portas de conmemorar el bicentenario de nuestra independencia.

La perseverancia es un don, el deseo es un instinto, la honradez es un valor y el patriotismo es la esencia de la gratitud y el amor a la tierra que nos vio nacer, que generosamente y con nobleza nos ofrece lo que tenemos para vivir en comunidad, con honestidad y libertad, todo ello a pesar del arrebato sistemático del bienestar común. ¡Somos libres, seámoslo siempre!               

(*) Consultor y especialista en Contrataciones del Estado.

Jorge Chávez Pita
Fecha 2019-07-31 18:20:54