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DONAR SANGRE ES DONAR VIDA: AL AÑO SOLO ACUDEN CINCO VOLUNTARIOS

Escribe: Sharon Romero Burga (*)
Edición N° 1046

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  • El Programa Nacional de Hemoterapia y Bancos de Sangre creado mediante Ley N° 26454 fomenta la donación voluntaria de sangre y busca la comprensión y solidaridad de la población.

 

La jefa del Departamento de Laboratorio Clínico y Banco de Sangre del Hospital Regional Docente Las Mercedes, Carmen Sánchez Leca, advierte a la población lambayecana sobre la importancia de la donación sanguínea voluntaria, acto altruista y generoso con el cual se salvan vidas humanas en un mínimo de tiempo.

 

“El banco de sangre es la entidad encargada de recibir a los donantes voluntarios para realizar la extracción de un paquete globular, el cual está compuesto por 450 mililitros de sangre. Es decir, menos de medio litro. Posteriormente, se realiza el fraccionamiento y tamizaje, lo que permite preparar tres componentes: glóbulos rojos, plasma y plaquetas”, informa la especialista.

 

Según estadísticas del mencionado departamento, solo cinco personas por año acuden al establecimiento de manera desinteresada a donar sangre y la mayoría son mujeres.

 

“En Chiclayo es incipiente la cultura de donación y la población es insensible ante estos temas. Todos estamos encasillados en el famoso ‘si me ayudas, te ayudo’ y no existe una mínima iniciativa por cambiar dicha situación. Sin embargo, la poca sangre que obtenemos gracias a las donaciones es destinada al tratamiento de muchas enfermedades que producen anemia, en el tratamiento de distintos tipos de cáncer, intervenciones quirúrgicas, trasplantes de órganos, hemorragias, enfermedades crónicas y quemaduras”, comenta la especialista.

 

El centro asistencial cuenta con un banco de sangre implementado con equipos y especialistas que cumplen con los estándares requeridos para realizar los procedimientos al momento de la extracción sanguínea. “Sin embargo, cuatro de cada 10 pacientes admitidos en el hospital necesitan sangre y muchas veces el banco no logra abastecerse”, menciona Carmen Sánchez.

 

Con el fin fomentar la donación voluntaria de sangre, buscar la solidaridad y la comprensión de la población, el 23 de mayo se celebra el Día Nacional del Donante Voluntario de Sangre  y tiene por objetivo implantar la idea voluntaria y desinteresada de esta acción entre la población, pues permite salvar vidas humanas y concienciar sobre la necesidad y obligación de donar sangre con frecuencia y así garantizar su calidad y disponibilidad para aquellos que la necesiten.

 

REQUISITOS

La jefa del departamento de laboratorio clínico y banco de sangre menciona que para donar sangre hay que cumplir ciertos requisitos como ser mayor de 18 años, menor de 55 y portar el documento de identidad o carnet de extranjero. Asimismo, el donante debe pesar más de 50 kilogramos y registrar un índice de masa corporal mayor de 19. Además debe gozar de buena salud y no medicarse.

 

Según la especialista donar sangre no engorda, ni causa desnutrición. Después de una donación sanguínea suele abrirse apetito por la necesidad de recuperar energía. Lo ideal es alimentarse de forma balanceada e ingerir líquido.

 

Asimismo, Carmen Sánchez indica que no pueden ser donantes aquellos que sufren de hipertensión, portadores de VIH o enfermos de SIDA, hepatitis B, sífilis o enfermedades infectocontagiosas.

 

Si un donante posee un tatuaje o piercing puede donar sangre siempre que este tenga más de un año de antigüedad. 

 

“Donar sangre disminuye un 80 % el padecer un ataque cardiaco, estimula la regeneración de células sanguíneas. Además brinda satisfacción al donante, pues puede salvar a una persona en un momento crítico”, expresa.

 

MITOS Y RECOMENDACIONES

 “Algunos donantes piensan que por la extracción sanguínea pueden perder o ganar peso. Otros creen que pueden quedar anémicos, pero nada de eso es cierto. No hay ningún riesgo o efecto colateral para el donante”, explica.

 

“Después de una extracción sanguínea se aconseja la hidratación. Es decir, ingerir líquidos como agua o jugos naturales, pues ayudan a regenerar las células sanguíneas. No es recomendable consumir leche debido a la grasa que posee. Asimismo se prohíbe la ingesta de bebidas alcohólicas”, dice.

 

Además, acota Carmen Sánchez, el hierro también ayuda a recuperar la hemoglobina perdida. Por ello el donante debe comer carnes rojas y pescados. De ahí, el volumen de la sangre se normaliza en dos horas.

 

“Los donantes piensan que la extracción les quitará energía y tienden a tomar un desayuno con excesivas calorías, situación que dificulta el análisis. Por ello es recomendable venir en ayunas o tomar un desayuno ligero a base de infusiones y galletas integrales”, aclara.

 

PRUEBAS

“Antes de realizar una extracción sanguínea se revisa la temperatura del donante, su presión arterial y los niveles de hemoglobina. También se someten a un examen llamado tamizaje para detectar enfermedades infecciosas como VIH, sífilis y hepatitis B y C, virus limpotrófico y chagas”, manifiesta.

 

“Las transfusiones de sangre contribuyen a salvar millones de vidas cada año, permiten aumentar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades letales, así como llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos”, recuerda.

 

Por otro lado, la especialista declara que el hospital maneja un 99 % de paquetes globulares por reposición, pues la cantidad de donantes al año es mínima. Para obtenerlas gestionan campañas con instituciones dispuestas a colaborar como universidades, municipios e institutos.

 

“Existen comercializadores de sangre denominados ‘vampiros’. Ellos acuden a los centros de salud y captan a una familia que necesite un donante de sangre. Posteriormente a cambio de grandes cantidades de dinero venden su sangre”, cuenta Carmen Sánchez.

 

“Para evitar esta situación, desde el 3 de setiembre está funcionando un software que registra a cada donante. Si esta persona es continua y no es un familiar del paciente, entonces es un vendedor. De esta manera excluimos a los comerciantes de sangre que se aprovechan de la necesidad de los familiares para cobrarles”, agrega.   

 

“Si cada persona donara una unidad de sangre al año, tendríamos en los hospitales el stock suficiente para atender no solo a nuestro departamento, sino a los demás. Pensar en el beneficio de todos no es mala idea, debemos procurar ayudar desinteresadamente”, finaliza.

 

(*) Estudiante de Comunicación – USAT. 

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