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JONY PIANA ADVIERTE SOBRE MARCOS GASCO: “EL ALCALDE NO ESCUCHA LAS OPINIONES DISCREPANTES”

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1096

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La gestión de Marcos Gasco Arrobas se inició hace dos semanas y hasta el momento son varias las señales de la improvisación aún reinante en la comuna de Chiclayo. Errores grave como la designación de procesados y sentenciados en cargos estratégicos del municipio y el desatinado incremento de la remuneración del sueldo del alcalde y la dieta de los regidores, juegan en contra de lo que la autoridad debiera preservas: la confianza de la ciudadanía.

 

Expresión dialogó con el regidor de oposición Yony Piana Ramírez, que en la primera sesión del concejo provincial tuvo una firme postura en contra del incremento del sueldo del alcalde y ha advertido de manera puntual que las actitudes de Gasco Arrobas se asemejan mucho a las que adoptó su antecesor, hoy investigado por corrupción.

En la primera sesión de concejo se puso en agenda tres temas: el aumento del sueldo, la validación de firmas y la declaratoria de reorganización del municipio. ¿Cuál es el diagnóstico que han recibido como regidores respecto a la situación actual de la comuna de Chiclayo?

Se informó que la deuda sobrepasa los 242 millones de soles. En salud se tiene una deuda de 64 millones de soles que se ha dejado de pagar desde mayo del año pasado y que se ha descontado a los trabajadores. En el fondo de pensiones por AFP hay una deuda de 56 millones de soles, en deudas administrativas laborales hay 38 millones, pendientes por acciones judiciales 17 millones, saldos por pagar y otros rubros.

Es una deuda enorme, hay una desorganización en la municipalidad y no están muy claras las funciones que corresponden. Se sabe que 200 trabajadores de limpieza están en el área administrativa y no sabemos en base a qué criterios llegaron.

Lo que se necesita es trabajar con seriedad, dar pasos firmes en los problemas principales como el saneamiento, la basura, pues estamos en un peligro de epidemia para toda la ciudad y es muy lamentable. Tenemos que tratar eso inmediatamente y la gestión del alcalde ha dado muestras de mucha improvisación.

Lo que señaló en su campaña, que a parte del Plan de Gobierno tenía un equipo en el plan de trabajo que no eran sus amigos, no ha sido cierto, por eso los errores. El día de la juramentación no solamente hubo frivolidad para con Chiclayo, sino que intervino la fiscalía para capturar a uno de los funcionarios que había nombrado.

Hasta ahora está incompleta su plana de funcionarios de confianza. Realmente lo que se está haciendo es dar pasos improvisados. Dar pasos de acuerdo a las circunstancias y viendo cuál es el ambiente de la población, pero no hay una acción coherente de mediano y largo plazo que asegure que vamos por buen camino.

La deuda municipal empieza en 1998 y solo entre el gobierno de David Cornejo, entre el 2015 y el 2018, se generó el monto más alto en situación coactiva. ¿De eso también se ha informado al concejo?

Lo que se tiene es el informe preliminar. Aún faltan informes en muchas de las áreas. Probablemente la deuda suba. Incluso, las metas de recaudación han bajado. Entonces hay un problema de deuda extrema y disminución de recaudación.

Lo del equipo técnico llama la atención. Pasadas las elecciones, entre noviembre y diciembre, el alcalde Marcos Gasco se mostró renuente a decir quiénes conformarían su equipo técnico y el día de su juramentación se supo que había designado como funcionario a un prófugo de la justicia. Evidentemente fallaron o no hubo filtros. ¿Puede eso justificarse?

No, de ninguna manera. Y eso es solo un caso, también hubo otro como el del funcionario de Imagen Institucional que no reunía los requisitos y el de la funcionaria con sentencia.

Un alcalde debe tener un equipo de primer nivel, de confianza y gerencias de primer nivel, y no los ha presentado. La municipalidad debe hacer gastos, gestiones, firmar cheques, para eso se necesita la firma de los funcionarios, pero no hemos tenido la hoja de vida de ellos. Hay que correr riesgos y votar a ciegas porque tampoco se puede paralizar y hacer una labor obstruccionista.

En la primera sesión, para autorizar las firmas de los funcionarios no teníamos las hojas de vida, solo el nombre y estábamos en disyuntiva de paralizar la labor municipal o darle pase. Lo que hemos hecho es correr riesgos.

En aquella sesión debió asignarse las comisiones municipales e incluso establecer el plazo para que el gerente general presente su plan de trabajo…

Los regidores no tenemos asignada ninguna función aún. No existen las comisiones y hasta estos momentos no hay una sesión ordinaria del concejo. Lo ideal sería trabajar en equipo y escucharnos. Una de las deficiencias del alcalde es que no escucha las opiniones discrepantes o diferentes miradas respecto a los problemas de la ciudad. 

Como sociólogo, ¿cree que esta es una señal de que se puede repetir la historia? Chiclayo ya ha tenido alcaldes que nos escuchaban el sentir de la población o las opiniones de especialistas y técnicos, y han terminado presos.

La nuestra es una sociedad estructurada para eso. Los centros educativos e incluso los medios de comunicación y los procesos de formación están orientados a que la población no asuma un punto de vista que trascienda de la apariencia, entonces es una sociedad construida para eso. Las normas mismas hacen engorroso todo trámite administrativo, toda acción que permita limpieza.

Por eso se explica una construcción deficiente que no abra en los estudiantes y en las personas un espíritu crítico, su capacidad de cuestionar, de poner en duda y de innovar y ser creativos. Eso ha sido frustrado porque a las clases de poder les conviene para perpetuarse.

Es un problema profundo, incluso de la votación porque es un acto que refresca la enfermedad que se vive en la sociedad.

¿En qué conducta calza la forma en que Gasco Arrobas se viene desempeñando desde que juramentó como alcalde?

Siempre ha mostrado contradicción entre sus palabras y sus actos. En la juramentación él dijo que se iba a rodearse de los mejores funcionarios y no de los amigos. Anteriormente dijo que iba a presentar su equipo de funcionarios y tampoco lo hizo. Da marchas y contramarchas de modo permanente. Además carece de visión política. La alcaldía no solo es para el mejor vecino. Ser alcalde significa tener una capacidad de gestión más allá de eso. Debe conocer la problemática de la población y darle orientación política a los problemas de la ciudad.

Se necesita tener información respecto a qué piensa, qué quiere y cuáles son los problemas de la sociedad. No solamente el informe que tiene la municipalidad. Chiclayo es más que las oficinas municipales.

Su mirada es estrecha y se reduce al ámbito de la municipalidad y no entiende que existen otros organismos y una sociedad civil que está presta a las soluciones. Es un gobernante que está confundido respecto a qué es gobernar.

La situación se hará más compleja porque de la municipalidad dependen dos instituciones: el CGT y la Sociedad de Beneficencia. ¿Cree que con las deficiencias que está mostrando Gasco Arrobas va a tener los cuadros capaces para que el CGT llegue a las metas y la beneficencia maneje sus recursos de manera adecuada?

Espero que lo haga. Chiclayo no puede estar supeditado a improvisaciones. Hasta ahora no lo ha demostrado y espero que corrija. Los regidores en minoría estamos para apoyar el proceso de construcción, para informar a la población, para hacer la labor de fiscalización, pero además para decirle al alcalde que la ciudad necesita un trabajo en equipo y que la ciudadanía sienta que es incorporada y representada.

¿Fue un error el aumento de sueldo?

Sí, sobre todo ponerlo como punto de agenda de la primera sesión del concejo, más porque ese tema se podía discutir hasta marzo. Pero además, me pareció un grosero ejemplo de insensibilidad hacia la ciudadanía.

Cuando uno postula a un cargo de elección lo hace por servir y debe dar muestras de desprendimiento, porque estas señalan que la función principal es el servicio, no ganar una remuneración hasta donde se le permita. Gracias a Dios hubo un techo en el monto, sino la cifra, quién sabe, hubiera llegado a los 18 mil o 30 mil soles.

¿Será un abanderado de la fiscalización en el concejo?

Si he sido elegido es para contribuir por Chiclayo, para construir, pero también para señalar aquellas cosas que ofenden a la población y que atentan contra la dignidad de los chiclayanos. Las labores de fiscalización y mi voz, en representación de los casi 50 mil votantes que recibió la lista en la participé, tienen que estar presentes en este proceso.

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