El domingo último, los representantes de los frentes de defensa de los distritos que conforman el valle La Leche, junto a los dirigentes de las comisiones de regantes y autoridades locales anunciaron el inicio de una serie de acciones protesta para exigir al gobierno nacional la ejecución del proyecto La Calzada, necesario para el control de inundaciones.
Con el cierre del puente La Leche durante dos horas, que es la ruta de acceso a la zona nororiental del país, los pobladores de Íllimo, Pacora, Túcume, Mochumí, Jayanca y Motupe mostraron su rechazo a cualquier obra de encauzamiento y defensas ribereñas en el río La Leche, hasta que se ejecute el proyecto La Calzada, obra hidráulica que es la única técnicamente viable para prevenir las inundaciones que generan destrucción en la parte baja del valle.
“Los agricultores y la población del valle La Leche estamos cansados de escuchar simples promesas de parte del gobierno y las autoridades regionales, mientras se muestran indiferentes a lo sucede cada vez que el río se desborda y luego intentan cubrir su ineptitud entregando víveres o carpas, o sacando a nuestros hermanos en helicópteros. La única solución al recurrente problema de las inundaciones es la ejecución del proyecto La Calzada, que tiene ley y es viable, conforme se demostró con los estudios de D’Leon Consulting”, señaló Juan Inoñán, presidente de la Junta de Usuarios del Valle La Leche y del Frente Único de Defensa del proyecto La Calzada.
El dirigente señaló que la medida adoptada el domingo es solo el primer paso a un cronograma de acciones de lucha que se ejecutará y que de ser necesario se convocará a los 15 mil agricultores del valle para tomar la antigua Panamericana Norte a fin de despertar la atención del gobierno.
El proyecto
En el 2004, el ingeniero lambayecano Domingo León Ezcurra, por aquel momento residente en los Estados Unidos de América, informó al entonces alcalde de Lambayeque, Percy Ramos Puelles, de la existencia de la Agencia de Comercio y Desarrollo, adscrita al Ministerio de Relaciones Exteriores del gobierno americano, cuya naturaleza permitía el financiamiento de proyectos con fondos no reembolsables para países emergentes.
El objetivo desde el principio fue que se solicite a la USTDA (por sus siglas en inglés) apoyo para financiar los estudios de La Calzada. Dada la magnitud de la gestión esta se trasladó al Gobierno Regional de Lambayeque, presidido en ese momento por Yehude Simon Munaro.
En mayo del 2004 Simon Munaro fue recibido por el embajador de Estados Unidos en el Perú, James Curtis Strubble, y se coordinó para que el PEOT solicité la donación a la USTDA de los fondos para los estudios. Así, el gobierno americano lanzó una convocatoria para contratar a la consultora que se encargaría de elaborar el documento de prefactibilidad de La Calzada.
Tras la evaluación resultó ganadora la firma D’Leon Consulting Engineers, con sede en California, que presentó a un equipo técnico de primer nivel. Entre ellos figuró el ingeniero Domingo León Ezcurra, egresado de la Universidad Nacional de Ingeniería y con estudios de maestría y doctorado en Estados Unidos, España y Francia; el ingeniero español Francisco Sánchez Carol, integrante del Comité Internacional de Grandes Presas, uno de los más connotados expertos en la materia a nivel mundial, y el ingeniero Jack Ferguson, integrante del Cuerpo de Ingenieros Civiles del Ejército de los Estados Unidos.
Junto a ellos participó también el ingeniero Juan Alfaro, quien fue consultor del Banco Interamericano de Desarrollo – BID, durante 25 años y además es uno de los fundadores de SEDAPAL; el ingeniero Víctor Miguel Ponce, docente de Hidrología y Medio Ambiente de la Universidad de San Diego California, y reconocidos profesionales peruanos como Pastor Espinoza Chilón, Manuel Suárez Collazos y Enrique Varías Ramos.
El 11 de diciembre del 2007, el presidente regional Yehude Simon y el embajador de los Estados Unidos en el Perú, en representación de la USTDA, firmaron el Lima el contrato para la ejecución del estudio denominado: “Estudio de Factibilidad de Control de Inundaciones en la Región Lambayeque”.
El equipo técnico que encabezó León Ezcurra abordó el control de inundaciones en la cuenca del río La Leche, entregando 10 volúmenes, con un total de mil páginas, divididas en la revisión de la información existente y visitas de campo que permitieron evaluar las ubicaciones físicas propuestas de las represas incluidas en las diferentes alternativas, analizando al detalle aspectos geológicos, morfológicos y de naturaleza estructural de la cuenca y sus afluentes.
Los expertos también realizaron la comparación de alternativas, un estudio básico preliminar del impacto ambiental de las mismas y la clasificación de la alternativa más beneficiosa para el control de las inundaciones en el valle La Leche en función de la factibilidad técnica, ambiental, económica y financiera.
Investigaron la escorrentía usando fórmulas y modelos para definir si el control de las avenidas requería la construcción de más de un embalse; exploraron el suelo para la geología estructural realizando calicatas, perforaciones y aplicando métodos como la refacción sísmica. También definieron la tipología de la presa basada en las características propias del terreno.
Alcanzaron directivas generales para el diseño básico de la presa y sus componentes hidráulicos; las metodologías para realizar un Estudio de Impacto Ambiental; formularon un Informe de Impacto Ambiental; analizaron el costo/beneficio; confeccionaron un estudio de suministro de agua a la población aledaña a la cuenca para los próximos 25 años a partir de la construcción de la presa y formularon las proyecciones financieras. Asimismo, se encargaron de proyectar el impacto de la obra sobre el desarrollo de Lambayeque.
El informe final fue redactado en inglés y traducido al castellano y entregado a la sede de la USTDA y a la Embajada de los Estados Unidos en Lima en el 2008.
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