La Red de Integridad y Lucha contra la Corrupción es un espacio de la sociedad civil que, con el apoyo de la cooperación norteamericana a través de USAID, trabaja en la veeduría y fiscalización ciudadana a fin de advertir hechos irregulares en el manejo de los recursos públicos. En esta coyuntura, la red mira con preocupación la lentitud en los trabajos de prevención de cara al Fenómeno El Niño.
Carlos Balarezo Mesones, secretario técnico de la red, menciona que son diversos los avances dados, sobre todo en cuanto a la coordinación intersectorial para la lucha contra la corrupción.
A través de la red se desarrolla el proyecto de Inversión Pública Transparente – TPI, por sus siglas en inglés. ¿Qué avances han alcanzado hasta el momento de la mano de la cooperación norteamericana y las entidades de gobierno en Lambayeque?
Nuestra principal tarea es luchar contra la corrupción y para eso tenemos alianzas con los gobiernos de ocho regiones, entre ellos Lambayeque, algunas municipalidades e instituciones de la sociedad civil.
En estos momentos, como parte del proyecto, estamos ejecutando la supervisión a obras que realiza el Gobierno Regional de Lambayeque, entre ellas dos colegios en el distrito de Cayaltí y una obra, también educativa, en el distrito de Incahuasi, en el centro poblado Canchachalá.
También estamos evaluando la posibilidad de empezar la evaluación de algunas otras obras, siempre en coordinación con el gobierno regional. Nosotros no hacer una inspección de orden técnico, porque no es nuestra función, lo que hacemos es un acompañamiento para que la obra se ejecute sin mayores contratiempos, evitando paralizaciones o controversias que pongan en riesgo los proyectos. Para ello, la coordinación es muy estrecha tanto con el gobierno regional como con las empresas ejecutoras.
¿Y esa dinámica ha dado resultados positivos?
Sí, resultados halagadores e importantes, logrando que se concluyan las obras sin mayor dificultad, como es el caso del Colegio Aplicación, en José Leonardo Ortiz.
No debemos olvidar que en el Perú hay una gran cantidad de obras paralizadas, más de dos mil según lo informado por la Contraloría, además de otro importante grupo que están sometidas a arbitrajes o abandonadas.
Otro componente del proyecto es la generación de consciencia sobre la lucha contra la corrupción. ¿Qué actividades han realizado al respecto?
Hemos visitado varios colegios para compartir con los jóvenes estudiantes algunos alcances sobre la importancia de luchar contra la corrupción, pues este es un problema que nos afecta a todos, pero con mayor énfasis a los más pobres, porque son los que ven truncadas sus oportunidades de desarrollo.
Es necesario despertar en los jóvenes el interés de luchar contra este flagelo. Ya estamos organizando el cronograma de visitas para el próximo.
¿Desde la red han mirado lo que está pasando con los trabajos de prevención ante el Fenómeno El Niño?
La red no es ajena a estas intervenciones, sobre todo porque varios de los integrantes tenemos cierta experiencia en este campo y yo actualmente soy presidente de la Comisión de Gestión de Riesgos de Desastres del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, por lo que insistimos en la necesidad de ejecutar trabajos de calidad y eficientes para la prevención, tanto a nivel urbano como rural.
Siendo realistas, no podemos pensar que los trabajos o actividades de prevención se van a terminar a tiempo por más presupuesto que haya, hay muchísimas deficiencias, sobre todo a nivel de cuencas y esto se ha evidenciado con los hitos de control que la Contraloría está emitiendo de manera permanente.
Se ha aprobado que la Autoridad Nacional del Agua – ANA, culmine unas 30 intervenciones, hasta lo que queda del año, con maquinaria propia. Se dice que también va a intervenir maquinaria del Ministerio de Defensa, pero lo real es que se conoce si todo eso se hará por administración directa o bajo qué modalidad.
Lo que hay es un gran desorden en todo este tema. Lo que se quiere es que haya calidad de gasto y no porque las lluvias vayan a llegar en enero los trabajos se van a hacer como sea y sin que garanticen cumplir con el objetivo que es proteger a la población.
¿Es preocupante el escenario de cara al Fenómeno El Niño que se avecina?
Es un hecho que no habrá defensas ribereñas, ni siquiera roca al volteo. La descolmatación que se está haciendo en los ríos de la región no garantiza que haya seguridad y no se presenten las inundaciones de confirmarse la magnitud intensa de El Niño pronosticado para los próximos meses.
¿Afirma entonces que la situación es mucho más crítica que la que se tenía antes del ciclón Yaku?
La situación es más crítica, incluso, que la que dejó El Niño Costero 2017, porque los trabajos de descolmatación que se hicieron después de ese fenómeno, entre el 2018 y el 2019 han sido todos observados por Contraloría. Recordemos que en un tramo crítico del río La Leche se denunció un perjuicio al Estado por casi siete millones de soles, dinero que se pagó por obras que no se hicieron.
Si a eso le agregamos lo que se está haciendo ahora por la ANA y la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios, que también es observado por la Contraloría, los gobernadores y alcaldes, la vulnerabilidad a nivel de las cuencas es mucho más alta.
¿Esa misma vulnerabilidad se tiene a nivel urbano?
Sin duda, en estos momentos es casi imposible que EPSEL pueda cambiar los casi 15 kilómetros de tuberías que está dañada en la zona urbana. Sólo se está haciendo el colector Bolognesi, con un gran retraso y sin considerar que es una intervención que va desde la avenida Grau hasta la calle Sarmiento, es decir que se tiene pensado abrir prácticamente todo el extremo sur de la ciudad de Chiclayo.
Lo otro que también preocupa es la instalación de los famosos sistemas de almacenamiento de aguas pluviales, los famosos SARES en diferentes partes de la región. Son 10 los que se han proyectado y están a cargo del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento. Sin embargo, hasta el momento, pese a los pedidos formulados, no se ha dado información clara y concreta de cómo funcionarán. Se trata de una inversión aproximada de 30 millones de soles.
Por otro lado, el drenaje pluvial para Chiclayo, José Leonardo Ortiz y La Victoria todavía está en fase de estudio, por lo que la situación, faltando cerca de 60 días para el inicio de las lluvias, es poco lo que se puede hacer en prevención.
¿Qué corresponde hacer?
El tiempo de prevención prácticamente ya se agotó, lo que toca ahora es prepararse para la respuesta en la emergencia, lo que no debe tomar de sorpresa ni a la población ni a las autoridades.
Ya no podemos mirar hacia atrás, pero sí prepararnos para la respuesta. Se necesita liderazgo del Gobierno Regional de Lambayeque a través del Centro de Operaciones de Emergencia Regional – COER y los comités de Defensa Civil que presiden los alcaldes. Es necesario también que los almacenes tengan la ayuda humanitaria suficiente, responsabilidad que es estrictamente del gobierno regional.
Asimismo, es urgente tener la maquinaria lista, organizadas las brigadas de primera respuesta y, sobre todo, las brigadas para la evaluación de daños. Si eso no se considera con tiempo y las autoridades no se abocan a organizar, planificar y establecer las estrategias de respuesta, lamentablemente la historia de caos y destrucción que ya hemos vivido hace algunos meses con el ciclón Yaku y en el 2017 con El Niño Costero, se repetirá.
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