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LA USAT ENTREGA EL DOCTORADO HONORIS CAUSA: A cardenales Tolentino y Prevost, y monseñor Moliné

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1328

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En ceremonia solemne, la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo – USAT, invistió con el título de ‘Doctor Honoris Causa’ a tres líderes de la Iglesia Católica: cardenal José Tolentino de Mendoça, cardenal Robert Prevost Martínez y monseñor Jesús Moliné Labarta, estos últimos obispos eméritos de Chiclayo.

El primero en recibir esta distinción fue el cardenal José Tolentino de Mendoça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede, quien fue reconocido por su servicio a la iglesia y a la cultura, y por su profunda investigación bíblica y teológica plasmada en su prolífica producción literaria.

Natural de Madeira, Portugal, Tolentino de Mendoça es teólogo y profesor universitario, también es considerado como una de las voces más originales de la literatura portuguesa moderna y un eminente intelectual católico. Su obra incluye poeta, ensayos y obras de teatro.

“Todos ustedes saben que el doctorado honoris causa, desde ahora, me hace parte de esta casa de estudios. Ser miembro de la comunidad universitaria de Chiclayo será siempre para mí un motivo de sano orgullo y de testimonio en muchas partes del mundo. Gracias de corazón”, señaló el cardenal Tolentino luego de recibir de las autoridades de la casa universitaria los distintivos de su incorporación.

Tolentino de Mendoça reflexionó sobre la universidad católica, a la que se define como una comunidad de estudiosos que representan diversos campos del saber humano, en la que el catolicismo está presente de manera vital.

“Lo primero que distingue a la universidad es la presencia de los estudiosos. Observen que no se hace la distinción entre profesores y alumnos. La carta magna de las universidades católicas reúne bajo una sola palabra a ambos estratos, casi como afirmando que aunque algunos hayan recibido la misión de formar en el amor a las ciencias y la sabiduría, los profesores, están unidos a aquellos que han sido convocados y han elegido crecer en el saber, como son los alumnos. El amor a la sabiduría los hace iguales”, dijo. 

Asimismo, la USAT otorgó el grado de ‘Doctor Honoris Causa’ a su Eminencia Reverendísima Cardenal Robert Francis Prevost Martínez, prefecto para el Dicasterio de los Obispos, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, Obispo Emérito de Chiclayo y past gran canciller de la USAT.

Ética y catolicismo

Por su parte, el cardenal Robert Prevost recibió esta mención honorífica en reconocimiento a la rigurosidad académica con que acercó el Derecho Canónico a la vida cristiana, conjugando prudencia de pastor y urgencia misionera con el servicio abnegado al sucesor de Pedro y a las iglesias particulares.

Prevost Martínez fue obispo de Chiclayo durante nueve años y actualmente ocupar el cargo de prefecto del Dicasterio para los Obispo, por designación del papa Francisco. Antes fue superior general de la Orden de San Agustín.

El prelado habló sobre la ética y la vida católica, haciendo hincapié en la importancia de la coherencia entre lo que se profesa y se practica.

“Por ejemplo, un católico no puede declarar que es pro vida y tiene una postura en contra del aborto, pero luego dice que está a favor de la pena de muerte. Esto no sería coherente con la doctrina social de la iglesia. Entonces, podemos decir que nuestra forma de pensar y de enseñar debe manifestar coherencia, que defienda el valor de la vida humana desde el principio hasta el final. Como comunidad de creyentes y también como sociedad nos encontramos muchas veces afligidos a causa de divisiones, perplejos y a veces confundidos por un conjunto de nuevas preguntas sobre la vida, sobre la relación de la iglesia con la sociedad e incluso sobre la persona y la vida misma. Haya división entre cristianos, hay quienes dentro de la iglesia critican duramente al santo padre o a algunos obispos o sacerdotes, personas que buscan dividir”, enfatizó Robert Prevost.

El momento actual

Finalmente, se distinguió al monseñor Jesús Moliné Labarta, obispo emérito de Chiclayo y primer Gran Canciller de la USAT, quien fue reconocido por su dedicación a la educación y a la historia, y por dar inicio a la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo, contribuyendo así, con la evangelización de la cultura.

Monseñor Moliné reflexionó sobre los conflictos sociales y políticos que existen en la actualidad y provocan un aire contaminado, conteniendo mucho de lo que se conoce como corrupción.

“Junto a los avances significativos en la tecnología, la industria, la medicina y otros campos, sobre todo en países desarrollados, se constatan grandes deterioros sobre todo en la ética, lo que condiciona la visión internacional y es un debilitamiento de los valores espirituales y del sentido de responsabilidad. Todo esto contribuye a que se difunda una sensación general de frustración, de soledad y de desesperación”, mencionó.

Dijo que el escenario en el que Jesús predicó su mensaje de salvación no era distinto al actual, pues también había corrupción, múltiples formas de corrupción, desprecio por los derechos humanos y por la dignidad humana.

“Hay una frase que conocemos muy bien de Jesús pero a la que le sacamos muy poco jugo: ‘Les envío como corderos en medio de lobos’, y nos da un criterio de acción: ‘Sean sencillos como palomas y sagaces como serpientes’. Muchos de sus seguidores fueron sacrificados en el altar del poder, el mismo Jesús fue aparentemente eliminado, pero resucitó, pues tenía la fuerza de Dios. Esas palabras, de ‘El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán’, no espíritu y son vida”, afirmó.

Momento especial

El acto de investidura estuvo presidido por el administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo, monseñor Guillermo Cornejo Monzón, quien entregó la medalla a cada candidato y les impuso el bonete laureado como símbolo antiquísimo y venerado del magisterio, así como distintivo de sus estudios y merecimientos.

Del mismo modo, la rectora de la USAT, doctora Patricia Julia Campos Olazábal, entregó a cada candidato el libro de la sabiduría, como símbolo de enseñanza y de veneración a la doctrina de sus maestros y predecesores. Además, a nombre del claustro, hizo entrega del título honorífico de ‘Doctor Honoris Causa’.

Cabe indicar que el cardenal José Tolentino de Mendoça, tuvo como padrino al padre José Antonio Jacinto Fiestas, capellán de la Facultad de Humanidades; el cardenal Robert Francis Prevost Martínez, a la doctora Rosa Sánchez Barragán, decana de la Facultad de Derecho; y monseñor Jesús Moliné Labarta, al padre Edwuar Alberto Tocto Meza.

La ceremonia de investidura contó con la participación del Nuncio Apostólico de su Santidad, monseñor Paolo Rocco Gualtieri; y del presidente de la Conferencia Episcopal Peruana y Arzobispo Metropolitano de Trujillo, monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte. Asimismo, de rectores de universidades nacionales y autoridades de la región Lambayeque.

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