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LOS DESASTRES NO SON NATURALES: Periodistas del norte fueron capacitados en gesti贸n de riesgos de desastres

Escribe: Semanario Expresi贸n
Edición N° 1328

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  • Taller fue convocado por Save the Children.
  • Participaron periodistas y comunicadores sociales de Piura, Lambayeque y La Libertad.

Treinta periodistas y comunicadores sociales de Piura, Lambayeque y La Libertad participaron del taller "Fortaleciendo la gestión del riesgo de desastres en la mancomunidad macro región nor oriente". La actividad, en la que estuvo presente Expresión, fue organizada por Save the Children, con el respaldo de la cooperación norteamericana a través de USAID y la participación del Instituto Nacional de Defensa Civil - INDECI, y el Centro Nacional de Prevención de Desastres - CENEPRED.

El encuentro, realizado en Trujillo, apuntó a generar capacidades en los periodistas y comunicadores sociales de cara al Fenómeno El Niño.

La participación se dio luego de un proceso de postulación en el que los becarios debieron plantear propuestas informativas a desarrollar sobre vulnerabilidad de niñas, niños y adolescentes ante el Fenómeno El Niño.

Marco normativo

Luciano Paredes Jordán, director de la Dirección de Fortalecimiento y Asistencia Técnica del CENEPRED, explicó durante más de 40 años, la institucionalidad en el país se enmarcó en una cultura de respuesta a desastres, más que de prevención y reducción del riesgo de desastres.

Así, en 1972 se promulgó la Ley 19338, que crea el Sistema de Defensa Civil, en adelante responsable de atender los desastres del país. En 1987 creó recién el Instituto Nacional de Defensa Civil – INDECI y no sería hasta el 2007, tras el terremoto de Pisco, que se decide plantear lecciones aprendidas respecto a momentos de intervención, realizándose una revisión del Sistema de Defensa Civil.

“En el 2010 se considera a este aspecto como un tema de interés nacional y se la incluye como la Política de Estado n.° 32., al 2050. Un año después se dio la Ley 29664, con la cual se crea el Sistema Nacional de Gestión de Riesgo de Desastres y el CENEPRED”, comentó.

Anotó que La finalidad del SINAGERD es identificar y reducir los riesgos asociados a peligros o minimizar sus efectos, así como evitar la generación de nuevos riesgos, y preparación y atención ante situaciones de desastres mediante el establecimiento de principios, lineamientos de política, componentes, procesos e instrumentos de la Gestión del Riesgo de Desastres.

En ese sentido, el CENEPRED se constituye en el ente técnico asesor del SINAGERD.

Del peligro al desastre

Paredes Jordán menciona que la Gestión del Riesgo de Desastres se basa en la investigación científica y el registro de informaciones, y orienta acciones en todos los niveles de gobierno y de la sociedad con la finalidad de proteger la vida de la población, el patrimonio de las personas y del Estado.

La Gestión del Riesgo de Desastres tiene como finalidad la prevención, reducción y el control permanente de los factores de riesgo de desastre en la sociedad, así como la preparación y respuesta ante situaciones de desastre, para con ello proteger la vida de la población y el patrimonio de las personas y del Estado.

“Dicho esto, entonces ¿qué es el peligro? Se define al peligro como la probabilidad de ocurrencia de un evento de origen natural o inducido por el hombre, en un espacio y tiempo determinado suficientemente intenso para producir daños físicos, económicos y ambientales, afectando adversamente a las personas y sus medios de vida. Entonces hay peligros originados por la naturaleza como las inundaciones, los huaicos, avalanchas, deslizamientos, heladas, friajes, la actividad volcánica o los sismos, mientras que en los ocasionados por acción humana tenemos un derrame de petróleo, la deflagración, una epidemia o una pandemia”, expuso.

Los elementos expuestos ante un peligro, son aquellos elementos en las dimensiones social, económico y ambiental, que se encuentran en el área geográfica de influencia del fenómeno de origen natural. Población asentada en una quebrada o zona inundable, por ejemplo; en tanto la vulnerabilidad es la susceptibilidad de una unidad social (familias, comunidad, sociedad), estructura física o actividad económica de sufrir dañospor acción de un peligro.

“¿Quiénes son más vulnerables ante una situación de peligro? Los más pobres, los niños, los ancianos, las personas con discapacidad. Por ejemplo, una persona ciega es menos vulnerable que una persona con discapacidad física, pues la segunda necesita de alguien para poder movilizarse”, señaló.

El funcionario del CENEPRED indicó que se deber muy clara la definición de desastre, que es el conjunto de daños y pérdidas que ocurren a consecuencia del impacto de un peligro, cuya intensidad genera alteraciones en el funcionamiento de las unidades sociales, sobrepasando la capacidad de respuesta local para atender eficazmente sus consecuencias.

“Los desastres no son naturales, son las consecuencias de las condiciones de riesgo existentes. Por ejemplo, la ocupación desordenada del territorio y el incremento de construcciones frágiles. En términos sencillos, los desastres son la consecuencia de cómo nos ubicamos o cómo decidimos convivir con el territorio”, precisó.

La gestión

Paredes Jordán mencionó que existen tres tipos de gestión en relación al riego de desastres.

En primer lugar ubica a la Gestión Prospectiva, que son las acciones para evitar y prevenir la conformación del riesgo en el mediano y largo plazo.

“Para realizar una adecuada gestión prospectiva es necesaria la emisión y control normativo de ocupación del territorio; la normatividad urbanística y de edificación; la incorporación del análisis de riesgo en los instrumentos de planificación territorial; el análisis de riesgo en  proyectos de inversión; el diseño sismorresistente en edificaciones y la declaratoria de áreas intangibles”, señaló.

Luego está la Gestión Correctiva, que son acciones para reducir los efectos del riesgo que ya están presentes. 

“En ese caso nos referimos al reforzamiento y protección de sistemas constructivas y/o estructuras existentes vulnerables; la estabilización de taludes por deslizamientos y derrumbes; la construcción de obras hidráulicas que den protección contra inundaciones; la construcción de drenes para la evacuación de aguas pluviales; programas de reforzamiento de viviendas y la reforestación con especies nativas en zonas de máximos caudales”, explicó.

Finalmente está la Gestión Reactiva, que es la que se aplica durante el desastre y tiene que ver con la respuesta y rehabilitación.

“Si hablamos de prevención nos estamos refiriendo a la Gestión Preventiva, nunca puede darse la prevención cuando el riesgo ya es existente, como sucede actualmente con el Fenómeno El Niño. En ese caso estamos hablando de reducción del riesgo y preparación. Por ejemplo, descolmatar ríos a dos meses del inicio del período de lluvias es preparación, no prevención. Es importante no confundir ello porque la población necesita recibir información clara y precisa sobre la etapa en la que nos encontramos de cara a una situación de emergencia como la que se avecina”, enfatizó.

Prevención, reducción y preparación

El especialista señaló que la prevención comprende las acciones que se planifican y realizan para evitar la generación de nuevos riesgos en la sociedad en el contexto de la gestión del desarrollo sostenible.

En tanto, la reducción implica las acciones que se planifican y realizan para reducir las vulnerabilidades y riesgos existentes en el contexto de la gestión del desarrollo sostenible.

“La preparación es el Conjunto de acciones de planeamiento, de desarrollo de capacidades, organización de la sociedad, operación eficiente de las instituciones regionales y locales encargadas de la atención y socorro, establecimiento y operación de la red nacional de alerta temprana y de gestión de recursos, entre otros, para anticiparse y responder en forma eficiente y eficaz, en caso de desastre o situación de peligro inminente, a fin de procurar una óptima respuesta en todos los niveles de gobierno y de la sociedad”, dijo.

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