El presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Lambayeque, Olivio Huancaruna Perales, vuelve a llamar la atención de las autoridades regionales y locales, pues asegura que no existen concordancia entre lo que ofrecen y proclaman y los resultados de sus gestiones.

¿Cuál es su análisis de la situación económica del país?

Lo que se ve y se concluye es que la economía está dominada y subordinada a la política; por eso es que estamos como estamos, por eso y por la carencia y el bajo nivel de nuestra conciencia política es que no sabemos elegir, porque  tenemos rezagos dominantes de ideología socializada, que sumado a un siglo de desinformación de cómo debe funcionar económicamente una sociedad es que no nos ha permitido si quiera reconocer que hemos tenido un modelo económico que ha funcionado bien y que todos los ahorros de estos últimos 30 años han servido para despilfarrar legalmente las arcas del fisco nacional.

En síntesis y de acuerdo al análisis de los entendidos en materia económica, nuestra renta enfrenta este 2024 conflictos bélicos, un dólar que, según expertos va a tender a la devaluación y un panorama interno complejo; con una crisis política latente que podría agravarse y el fenómeno El Niño y sus efectos seguro afectarán a los diversos sectores de nuestro país, dejando como consecuencia más pobreza, extrema pobreza, desempleo y a los inversionistas sin confianza, mirando y esperando que el panorama mejore.

¿Qué piensa de la gestión regional de Lambayeque, estamos sobre los 14 meses del gobierno de Jorge Pérez Flores y no se ve aún ni encaminada alguna obra de alto impacto?

Con sinceridad debo indicar que el gobernador Jorge Pérez Flores inició su labor con amplia credibilidad y respeto, me temo que ese respeto no lo conserve hasta el final de su mandato. Ese respeto que la ciudadanía le otorgó en elecciones democráticas corre el riesgo de perderse, porque hasta hoy no está cumpliendo sus promesas pre y post por lo que podría en cualquier momento perder la confianza ciudadana. Espero equivocarme.

La comunidad está empezando a entender que por más ritmo y rima que le ponga a su verbo, ya se diferencia lo que es sólo decir y cuando no está acompañado del hacer. Hoy se puede afirmar que respecto a obra e infraestructura productiva no hay concordancia entre lo que dicen las autoridades y lo que realmente hacen.                                                                                                   

Me temo de que obras tan importantes e indispensables en el mediano y largo plazo para el desarrollo, no se inicien pronto.

¿Por qué es importante fijar posición sobre la ejecución del Terminal Portuario de Lambayeque?

Un país no conectado plenamente al mundo, será un país postergado y le tomará mucho más esfuerzo su camino al desarrollo. Quisiera que todos entendiéramos que con Puerto Eten no sólo estamos hablando del desarrollo del departamento, sino de toda nuestra macro región; una omisión intencional o no; no se subsana solamente con otro decir, que puede significar continuidad con otra micro esperanza sin concretizaciones. Puerto Eten seguirá siendo una insuperable y mejor alternativa para todo el norte del país, por más puertos que construyan las regiones vecinas.

Hoy por hoy el puerto de Chancay será lo mejor que le suceda a nuestro país y esa también es una razón más para estar conectado en simultáneo y en complemento logístico de nuestra macro región al mundo entero y no solamente a un continente. Puerto Eten es desarrollo regional y no un sueño o un tema político en campaña electoral, por lo tanto merece ser defendido, exigido y ejecutado por el bien de nuestro Perú.

¿Sólo el Terminal Portuario es la obra que nos va a llevar al cambio de Lambayeque?

Sí y sólo si se hace con la visión y con la oportunidad mínimamente requerida; es decir, una infraestructura productiva bien concebida y planificada puede garantizar no solamente el crecimiento y desarrollo de generaciones; sino siglos de constante desarrollo para inclusión de los pueblos que están más allá de su actual área de influencia. Es decir, construyendo todo un tejido social productivo en nuestra macrorregión y para cualquier parte del planeta que, con una adecuada conexión terrestre, aérea y por supuesto nuestra esperada y definitiva conexión marítima con normas y obras como el ecotecnólogo parque industrial, que tendría que complementarse con aguas subterráneas, cada vez más profundas.

¿Este año se cumplen 10 años de la puesta en marcha del Proyecto Olmos, qué piensa de ello?

Es innegable lo logrado con el Proyecto Olmos, el modelo de su ejecución ha permitido tener lo que es palpable. Indudablemente ha significado un avance en la producción exportable reflejada en números nacionales. Sin embargo, hay situaciones preocupantes que debemos decirlas.

¿Por ejemplo?

Sólo se ha desarrollo un 60 % de las tierras concesionadas, no hay suficiente agua indispensable para las actividades productivas, áreas concesionadas en mayor parte se han ocupado con cañaverales que es un cultivo tradicional. Así no fue concebido el proyecto, cada empresa para conseguir su equilibrio hídrico, tendrá que complementar con aguas subterráneas, cada vez más profundas y agotables y esto, no termina allí, la presa Limón, construida para almacenar las aguas trasvasadas está temerariamente colmatándose; es decir, su capacidad de almacenamiento teórico ya se ha reducido a un almacenamiento real del 50 %. Esto exige ejecutar urgentemente la segunda etapa de la presa.

¿Urge entonces hacer la segunda etapa de la Presa Limón?

Indudablemente, hay que hacer el mejoramiento y ampliación de la presa Limón. Como se sabe, en la primera fase del Proyecto Olmos, por aspectos de inversión, la Presa Limón se construyó hasta una altura de 43 metros, de los 83 considerados en el diseño original. El recrecimiento es una tarea impostergable.

Ello permitirá incrementar el volumen regulable de la Presa Limón para así consolidar la frontera agrícola proyectada para la Primera Fase (43,500 hectáreas); afianzar el desarrollo de la frontera agrícola en el valle Olmos y la cuenca baja del río Huancabamba, y consolidar el potencial hidroenergético del proyecto.                                                                             

¿Qué piensa de la situación de Chiclayo?

Nuestro Chiclayo no debe seguir más en piloto automático, debe tener y retomar un rumbo aproximado a lo cierto. Las intenciones y las acciones demuestran que no son las suficientes. La administración de una ciudad, no debe verse jamás sólo como un encargo político; si no como un puesto de trabajo de altísima responsabilidad, sin opción a excusas del por qué no se ejecuta o por qué no se ejecutó lo ofrecido a su comunidad.

Sigo pensando en que a la ciudad sí se le puede dar un cambio de rumbo real muy merecido y no ser espectador involuntario de algo inaceptable en ninguna ciudad del planeta. Creo que los grandes cambios, sin politiquerías entrampadoras, se pueden dar. Son muchas las instituciones que quieren ayudar a la alcaldesa y la actual gestión. Los que queremos el cambio de Chiclayo somos más.

¿Qué piensa del desarrollo de Lambayeque provincia?                         

Lambayeque, provincia silenciosa y bendecida: silenciosa porque avanza sin hacer bulla y bendecida porque estadísticamente tiene el beneficio del Proyecto de Olmos y otros varios emprendimientos privados con generación de miles de puestos de trabajo.

Lambayeque podría convertirse en el largo plazo, en lo que Chiclayo no pudo, ser el verdadero “piloto del norte", con sus tres y casi cuatro conexiones sin los problemas de una ciudad mini metrópoli Chiclayo - Lambayeque, Panamericana  Lambayeque – Mórrope - Olmos,  Lambayeque - Jayanca – Motupe - Olmos y  Lambayeque – Conectada a Ferreñafe vía Punto 4.

¿Y de Ferreñafe, qué opinión tiene?

Ferreñafe es la provincia más dependiente hídrica y productivamente, con una buena experiencia generacional, con algún potencial modesto, pero real, y al mismo tiempo con impostergable inclusión de distritos andinos como Incahuasi y Cañaris.

¿La institucionalidad lambayecana está fortalecida?

Trabajamos en ello, tratamos que toda la representatividad de la sociedad civil tome conciencia del rol fundamental que tiene para el desarrollo de Lambayeque. Es preciso participar en todo nivel, los ojos de la institucionalidad deben estar encima de todos los entes gubernamentales.

¿Qué piensa de la informalidad que no desciende en Lambayeque?

Hace falta muchos incentivos de orden tributario, el pequeño o microempresario le tiene temor a la formalidad porque no hay acercamiento del Estado para explicarles los beneficios que tendrá si logran legalizarse.

¿Cree que la academia está cumpliendo su rol con el desarrollo departamental? 

Le falta mucho, debe haber mayor conexión, debe existir una especie de competencia sana entre las universidades lambayecanas con el desarrollo de pilotos de las diversas especialidades, especialmente de ingeniería, arquitectura y ciencias de la salud para ayudar a la población y que todos digamos: ¡Lo hizo la universidad tal!

Usted viaja constantemente al extranjero, ¿cuál cree que ha sido la razón del éxito de los países del primer mundo?

Hoy me conecto con el continente asiático, tengo a mi hijo estudiando por esa parte del mundo y puedo decir que su cultura, emprendimiento, su mirada con el planeta es halagador, empezando por el manejo de cuatro idiomas como mínimo, cero corrupción, obras construidas con presupuesto reales, total estudio, práctica de deporte, turismo y otros significativos avances.

¿Y qué sensación le causa cuando regresa al Perú?

Cuando regreso a mi ciudad me entristece el subdesarrollo en el que nos encontramos, servicios básicos y elementales que no llegan a la ciudadanía, infraestructura educativa que no se construye y si se hace está sobrevaluada; obras de transcendencia que no hacen por mezquindad política, los que acceden a la política mienten y no hay capacidad de sacarlos y darles oportunidad a quienes sí pueden y tienen profesionalidad para ejecutar lo que necesita la población.

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