El decano del Colegio Médico del Perú – Consejo Regional VIII, Jimy Agüero Acuña, conversa con Expresión a días de concluir su gestión y aborda la problemática del sector Salud, agudizada por la rotación de funcionarios y falta de infraestructura adecuada.
El sector Salud atraviesa una situación crítica a nivel nacional, según los especialistas, y en el caso de Lambayeque pareciera que esa crisis se ha agudizado con el cambio de gerentes regionales. Van seis gerentes en 13 meses de la gestión regional liderada por un médico, tres de los cuales han sido designados en lo que va de este año. ¿Le preocupa esta situación al gremio que usted representa?
La alta rotación de funcionarios en cualquier sector y mucho más en uno tan importante como el de Salud, trae como consecuencia el detenimiento de muchos procesos administrativos, porque cada gerente ingresa con un estilo de trabajo y cierta experiencia que le puede permitir aplicar herramientas para obtener resultados.
Lamentablemente, se han tenido cambios frecuentes y ello ha implicado cambios en programas y estrategias, sobre todo en circunstancias críticas como la que hemos vivido el año pasado y este año por el dengue.
Personalmente conozco del trabajo del nuevo gerente, doctor Percy Díaz Morón, quien ya ha sido subgerente, conoce el sector y el gerente SERVIR, lo que me genera cierta expectativa de la labor que puede realizar.
¿Como colegio profesional han logrado reunirse con el gobernador Jorge Pérez para exponerle sus planteamiento y principales observaciones al manejo del sector Salud?
No hemos tenido un acercamiento importante con el gobernador, pues el gobernador está abocado a otras gestiones. Sin embargo, esperamos que la nueva gestión en la Gerencia Regional de Salud facilitará el acercamiento con los colegios profesionales y gremios del sector.
Como orden profesional hemos cuestionado muchas veces la alta rotación de funcionarios y el manejo que se ha dado a situaciones complejas como la del dengue. Si bien, la epidemia se desencadenó por una serie de factores como la falta de agua potable en las viviendas, sí se pueden tomar mejores decisiones para enfrentar y mitigar problemas como el dengue o el avance del sarampión.
Urge fortalecer el primer nivel de atención y mejorar la infraestructura en la que se atienden los pacientes. El 80 % de la infraestructura sanitaria es obsoleta y representan riesgo para los pacientes y trabajadores.
Lambayeque enfrenta otro serio problema que tiene que ver con la formación de nuevos profesionales en las diferentes carreras de la salud. Por ejemplo, se cerró la única escuela de Obstetricia; no hay escuela de Farmacia y Bioquímica, recién se va empezar a formar nuevamente tecnólogos médicos, y sólo hay una escuela de Biología. ¿Se ha tratado este tema entre los colegios profesionales?
La formación en las escuelas profesionales tiene que ver mucho con el perfil epidemiológico histórico de la región. La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo apareció recién en la década del 80 y con una fuerte oposición de ciertos sectores, por lo que es responsabilidad del Estado dar las facilidades para la apertura de escuelas profesionales que respondan a la necesidad de recursos humanos en el aspecto de la salud.
La población de Lambayeque envejece y dentro de poco se va a necesitar más profesionales en medicina física y de rehabilitación y especialistas en Geriatría, pero actualmente no se están formando en la región.
Las universidades deben evaluar el perfil epidemiológico de la región con una proyección de 10 o 15 años.
Justamente el último Boletín Epidemiológico del 2023 evidenció una tendencia creciente de muertes maternas, prenatales y neonatales, lo que implica una reflexión sobre la necesidad de fortalecer la salud materno-infantil y los controles de la gestante, labor en la participan ginecoobstetras y obstetras…
Es verdad, se ha incrementado la mortalidad materna por lo que se necesita brindar una atención integral madre-niño, en la que no sólo intervenga el médico y el obstetra, también enfermeros y técnicos.
Ahora bien, parte del problema radica en que el primer nivel de atención no está funcionando, lo que genera que los sistemas de referencia sean inadecuados. Las gestantes llegan a los hospitales manipuladas por parteras tradicionales o empíricos, o en situaciones de mucho riesgo en las que a veces es imposible salvarle la vida.
Respecto a la seguridad social, la Red Prestacional Lambayeque tiene aproximadamente 192 mil asegurados y desde hace mucho tiempo los gremios de salud exigen que se construya el nuevo Hospital Naymlap, el Hospital de Alta Complejidad y la torre de Emergencia para el Hospital Almanzor Aguinaga Asenjo. ¿Usted que trabaja en la seguridad social podría graficar la situación que se tiene en la actualidad?
Las dos últimas construcciones hospitalarias que se realizaron en Lambayeque datan de hace más de una década. El Hospital Luis Heysen, de EsSalud se inauguró en el 2010 y el Hospital Regional de Lambayeque, del Ministerio de Salud, en el 2011.
La población ha crecido, Lambayeque tiene más de un millón de habitantes, y hoy si se ven los hospitales más grandes se encontrará los pasillos llenos de pacientes, en los que ya no hay condiciones adecuadas para el manejo de la convalecencia. Necesitamos nueva infraestructura para la atención.
¿En el Hospital Almanzor Aguinaga se necesitan nuevas salas de operaciones?
Personalmente creo que se necesitan dos salas de operaciones en Emergencia. Actualmente contamos con una. En estos momentos una cesárea o una apendicitis puede posponer otras intervenciones. Hay pacientes que ingresan por Emergencia y deben esperar hasta 48 horas para ser intervenidos, lo que va en contra de su recuperación.
Se debe planificar la implementación de una sala de operaciones para cesáreas de emergencia y otra que permita cirugías con una resolución rápida.
¿Se está cumpliendo con la reposición y compra de nuevo instrumental y equipamiento?
En estos momentos en el Hospital Almanzor Aguinaga se tiene dos tomógrafos, de los cuales uno ya está en obsolescencia. Sabemos que la reposición es cara, pero es necesaria para brindar mejor atención a los pacientes.
Mucho tiene que ver la Oficina de Planeamiento y Calidad que debe evaluar cuáles son las áreas críticas y qué implementos deben ser cambiados para operativizar las acciones médicas. Hay pacientes que se quedan hospitalizados más de una semana sólo porque no hay agilidad en tomarle una resonancia magnética.
Respecto a medicamentos, se pensó que con la creación del CENARES se iba a resolver el desabastecimiento y las compras centralizadas, pero la realidad nos ha demostrado que no se ha resuelto el problema.
La gestión de medicamentos es sensible. De nada vale que el médico haga un diagnóstico correcto y la prescripción necesaria, si los pacientes no pueden acceder a los medicamentos necesarios.
En los próximos días concluirá su gestión como decano del Colegio Médico de Lambayeque. ¿Qué logros destaca del trabajo realizado?
Asumimos la gestión en un escenario de pandemia, lo que implicó la suspensión de las actividades presenciales. No fue posible realizar cursos presenciales y reuniones sociales, por eso decidimos trabajar intensamente en el seguimiento y monitoreo de la emergencia sanitaria desde nuestra posición técnica.
Ya en el 2023 fue posible ejecutar trabajos de infraestructura en el colegio, mejoras que se han materializado en nuestra sede central como en nuestro centro de esparcimientos. Logramos cancelar la hipoteca sobre el centro de esparcimiento y formulado el proyecto para la torre administrativa del local Salaverry.
No hemos escatimado esfuerzos en reconocer y valorar el trabajo de nuestros asociados y en afianzar la presencia del colegio a nivel de sociedad civil a través del CONREDE. Dejamos una orden saneada y con 700 nuevos asociados.
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