Para el economista y docente universitario Moisés Montenegro López es urgente que las autoridades políticas y la sociedad civil, que representan a la gobernabilidad y la gobernanza, tomen la decisión de iniciar un amplio diálogo respecto a la problemática de la Empresa Agroindustrial Tumán, donde los principales afectados son sus trabajadores.
Moisés Montenegro, expositor en el Panel Fórum “Tumán: Crisis y posibles soluciones”, indica que es necesario tener una visión clara de cuál es el clima en el que se desarrolla el problema de Tumán.
Para ello, comenta que el Índice de Fragilidad a nivel global ubica al Perú en el puesto 100 de 180 países, lo que lo convierte en un país débil, “donde no se respetan las reglas de juego, que es lo que da cimiento a la institucionalidad”.
Precisa también que el Índice de Percepción de la Corrupción, que estudió a 180 países, ubica al Perú en el puesto 121. Por otro lado, en el Índice de Competitividad Regional - INCORE, Lambayeque se ubica en el puesto 7, al 2023.
“Si se reflotara Tumán, respetando las condiciones de justicia social y buscando indicadores de sostenibilidad, se dinamizará la economía de la provincia y se mejoraría la conectividad regional, de ahí la importancia de una empresa estratégica en el sector azucarero para el desarrollo de Lambayeque”, menciona.
Inseguridad y justicia
En la dimensión de instituciones, el INCORE señala que en ejecución de inversión pública Lambayeque se ubica en el puesto 13 de 25 regiones, en tanto en la percepción de la gestión pública regional se ubica en el puesto 24, mientras que en criminalidad, en el puesto 21.
“Somos una región insegura y el problema de Tumán abona a ese escenario. En inseguridad, la percepción nos ubica en el puesto 17. Respecto a resolución de expedientes judiciales, Lambayeque se ubica en el puesto 21. No se está haciendo justicia y se protege la impunidad”, manifiesta.
Montenegro López remarca que si bien Tumán es una empresa privada forma parte del mercado y, por lo tanto, tiene relación con la gobernanza local.
“Tumán tiene una multa de la Superintendencia del Mercado de Valores por un millón 71 mil soles, a marzo del 2023. En el mejor año Tumán generaba ganancias por 200 millones, dependiendo aproximadamente tres mil trabajadores, que representan a 20 mil familias”, indica.
Añade que como consecuencia de la crisis, la mano de obra femenina tumaneña migra a las agroindustrias de Lambayeque, con jornadas de 12 horas. “Hay incremento de la deserción escolar y perjuicio de la unidad familiar”, anota.
Asimismo, refiere que existirían hasta 10 inmobiliarias informales en los terrenos de la azucarera.
Importancia del diálogo
“La empresa no puede pagar impuestos, entre ellos al municipio. La gobernabilidad la conforman las autoridades elegidas por la población, desde el nivel nacional hasta el local, en tanto la gobernanza la conforman la sociedad civil y sus organizaciones. Considero que se hace necesario el encuentro entre estos dos componentes para dialogar y buscar salidas viables y legales al problema de Tumán. Los actores políticos y sociales deben dialogar”, manifiesta.
Agrega que los primeros en canalizar las problemáticas de la ciudadanía, en este caso de los trabajadores, deberían ser los alcaldes de los distritos azucareros.
Finalmente, menciona que el reporte de conflictos de la Defensoría, a enero del 2024, ubica a la situación de Tumán como un conflicto latente. Esa condición está desde el 2017.
Moisés Montenegro es doctor en Gestión Universitaria, especialista en economía internacional, política económica, gestión y gobernabilidad institucional. Es docente de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.
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