El past decano del Colegio de Sociólogo de Lambayeque, Manuel Ulloque Sandoval, refiere que para reducir la conflictividad en torno al caso Tumán sería propicio la constitución de un grupo impulsor que pueda articular las medidas de solución a la crisis de la azucarera, previo al mapeo de actores sin distinción alguna.
“Tumán era una de los ingenios azucareros más importantes del país, teniendo el 9 % de la producción en el mercado azucarero a nivel nacional y una tecnocracia propia, que le permitió un trabajo técnico y competitivo. Sin embargo, ello se fue perdiendo en el tiempo”, señaló Ulloque Sandoval durante su participación como expositor en el Panel Fórum “Tumán: Crisis y posibles soluciones”, organizado por el CONREDE Lambayeque.
Haciendo una revisión histórica del ingenio, el sociólogo comentó que la actividad azucarera en el hoy distrito de Tumán empezó en la época colonial, pero fue en 1872 que la hacienda fue comprada por Mariana Barreda de Pardo y en 1907 se inició la industrialización del azúcar.
Para 1955 la haciendo inició su proceso de crecimiento tecnológico, hasta que en 1969, con la Ley 17716, Ley de la Reforma Agraria, la propiedad pasó a manos de los trabajadores convirtiéndose en cooperativa.
“La crisis azucarera empieza en la década del 70 por factores internos y externos. En la década del 90 se dan los primeros intentos de inyección de inversión privada, hasta que en 1996 se hace el cambio de modelo pasando de cooperativa a Sociedad Anónima Abierta”, señaló.
Consecuencias de la crisis
Manuel Ulloque dijo que la crisis en Tumán ha generado la pérdida de más de dos mil 500 puestos de trabajo; limitaciones y disminución en los servicios públicos; pérdida de la paz social y tranquilidad laboral; desencadenamiento de huelgas y protestas; baja productividad y la venta de acciones que debilitan a la empresa.
“No hubo adaptación a un nuevo modelo empresarial, hubo limitaciones en compromisos de pago, afectando a los trabajadores principalmente y se ha tenido administraciones judiciales sin resultados. Por otro lado, con el cambio de modelo hubo una transformación del trabajador, siendo este más luchador por sus derechos”, analizó.
Propuestas de solución
Ulloque Sandoval manifestó que para superar la situación crítica que enfrenta la azucarera es necesario reducir los conflictos sociales que se generan en torno al control de la misma.
“Es necesario realizar un análisis y mapeo de actores, identificar sin apasionamiento quiénes están involucrados en el problema y escucharlos. Reitero, la participación debe ser de todos, no sólo de los trabajadores y sus dirigentes. Se debe generar un grupo impulsor que establezca cuál es la plataforma de la empresa y en función de ella señalar prioridades, empezando por el aspecto remunerativo. Del mismo modo, la población de Tumán y de todo el departamento debe estar informada sobre lo que acontece en torno a la empresa. Asimismo, se deben implementar mecanismos de participación y diálogo”, enfatizó.
Finalmente, dijo que los trabajadores mejor capacitados deben ser involucrados en la toma de decisiones y abrir paso a la intervención de la academia. “Una declaratoria de emergencia podría ser una alternativa de solución para generar condiciones políticas y económicas para reflotar a la empresa. Finalmente, se debe poner énfasis en el respeto a los derechos laborales para generar identidad”, manifestó.
Manuel Ulloque ha sido consultor para la cooperación alemana a través de GIZ y el Fondo Contra Valor Perú Alemania. También ha laborado en FONCODES como especialista y como planificador social.
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