Confiesa que nunca ha hecho campaña por un año y que esta es su primera vez. Javier Velásquez Quesquén, quien representó a Lambayeque por 23 años en el Congreso, vuelve al ruedo y asegura que buscará la candidatura más difícil para ayudar a que su partido gane las elecciones del 2026. En la siguiente entrevista habló con Expresión de todo y fue enfático en cuestionar a las actuales autoridades regionales.

¿Qué le inspira la gestión de Dina Boluarte como presidente de la república?

Creo que es un gobierno que está en etapa terminal, que ha perdido totalmente la base fundamental de un gobierno democrático como es la legitimidad, tiene la fisionomía de ser incompetente, frívolo e inescrupuloso, porque hay ministros y funcionarios inescrupulosos. Hoy el país sucumbe ante un gobierno dirigido por una señora muy frívola, que no estuvo preparada para gobernar, pero, lo más grave, que lleva en su rostro el símbolo de la deslealtad. No la deslealtad a Pedro Castillo, sino a quienes votaron por una fórmula y ella, para mantenerse en el puesto que tiene, pactó con los que perdieron.

El país está gobernado por los que perdieron, lo que le ha hecho un gran daño a la democracia. El Congreso, que debería estar haciendo control político y fiscalización, se ha convertido en el partido político del gobierno.

¿Es el Congreso responsable de lo que ha pasado desde diciembre del 2022 hasta ahora al haber sido el principal aval del gobierno de Boluarte?

Desde el punto de vista político, el desgobierno que hay se debe a que en dos años y cuatro meses ha habido 65 ministros, ocho ministros del Interior y cuatro ministros de Economía. ¿Cómo se puede construir políticas públicas de mediano y largo plazo si tenemos una alta rotación en las más altas élites del gobierno? Los ministros del Interior duran 45 días en promedio y todos están vinculados al partido de gobierno que es Alianza Para el Progreso, llegando no porque estén preparados, sino por el carné.

Estamos viviendo una etapa muy delicada y yo me atrevo a decir, como aprista militante, de que se deberían adelantar las elecciones. El Congreso debería vacar a la señora Boluarte y el nuevo presidente del Congreso, que asuma interinamente, convoca en cuatro meses a votaciones. Así le evitamos una agonía a los peruanos de mantener a esta señora un año. ¡Es gravísimo!

El déficit fiscal ha saltado al 4 %, las bancadas se arranchan los presupuestos públicos, el Congreso de la República que nosotros dejamos en el 2011 le costaba al país 387 millones de soles, hoy día, sin haberse aumentado el número de congresista, le cuesta a los peruanos cerca de 1500 millones de soles. Ojalá que la multiplicación de presupuesto significase mayor productividad y mejores leyes, pero no, es una agencia de empleo y un anexo de los partidos políticos que gobiernan el Congreso: Fuerza Popular, Alianza Para el Progreso, Avanza País y Renovación Popular.

Su compañero de partido, Enrique Valderrama, ha dicho que APP es el cáncer de la política peruana. ¿Coincide con él?

Él ha recogido algo que yo dije hace algunos años, respecto a APP era el cáncer en Lambayeque y ahora se ha extendido por todo el Perú y está haciendo metástasis. El Ministerio de Salud ha sido tomado por asalto por militantes de ese partido.

¿Solo es APP o los demás partidos que están en el Congreso los que han producido esa metástasis en la política?

APP tiene el Ministerio de Salud, el Ministerio del Interior, el Ministerio de Transportes y la Contraloría; Fuerza Popular tiene el Ministerio de Economía, la Sunat, el Ministerio de Agricultura; Avanza País tiene el Ministerio de Producción y de Comercio Exterior, mientras que el señor Rafael López Aliaga le ha sacado al gobierno cinco mil millones de soles de aval para la municipalidad de Lima, de tal manera que todos han sacado una tajada a cambio de apoyar al gobierno y afectar a la democracia.

Con ese escenario, ¿cómo marcha el país a abril del 2026 cuando se realicen las elecciones generales, teniendo en cuenta que hay 43 ofertas electorales?

La aseveración me parece precisa y contundente, son 43 ofertas electorales. No todos son partidos, son membresías. Hay partidos que han falsificado firmas para inscribirse y otros se acusan entre sí de delincuentes. Si falsifican firmas antes de las elecciones, ya podemos imaginarnos qué ocurriría si son gobierno, cómo saquearán los recursos públicos. Es muy peligroso. Deberían haber sido sacados ya de carrera.

El Jurado Nacional de Elecciones ha presentado un proyecto de ley con efecto inmediato para excluirlos, la palabra final está en el Congreso.

El tema de los partidos no es que en el Perú haya déficit de representación, o sea que los peruanos estén desesperados buscando alternativas porque los partidos que ya existían no los representaba. Lo que vemos es una rotación de tránsfugas, que buscan membresías para llegar a un puesto público y a partir de ahí hacer negocios.

Apoyo ha presentado un estudio en el que evalúa cómo se identifican los peruanos respecto a las posiciones políticas y la mayoría ha dicho que les gustaría una opción de centro. ¿Hay en estos momentos partidos de centro en el país o sigue la polarización entre izquierdas y derechas?

Creo que el país va a romper con esa tradición de izquierda, derecha y centro. Lo que sí creo es que el país no va a votar por un partido de derecha, que está representada por Renovación Popular, Fuerza Popular y Avanza País. Alianza Para el Progreso es un híbrido mercantilista.

¿Quiénes se ubican en el centro? ¿El Partido Aprista Peruano?

Nosotros vamos a representar al centro radical. Somos un partido socialdemócrata, pero creo que ante los desafíos que mundo nos impone, el partido tiene que ser muy radical. Tenemos una crisis que ha tocado la estructura básica del APRA y no podemos ser tibios ante ella.

¿Sus compañeros comparten esa opinión?

Es mi opinión personal. En los últimos eventos en los que he sido invitado para hablar sobre el partido he dicho que el APRA atraviesa la más difícil crisis estructural de los últimos 50 años. Vivimos una crisis de representación. Hasta hace unos 10 años el APRA hablaba a través de su bancada parlamentaria, tenemos una crisis electoral porque hace 20 años que perdemos elecciones, tenemos una crisis de afiliados, porque hace diez años teníamos 300 mil afiliados y ahora somos 78 mil, y el país ve que el partido anda en los desencuentros internos y no le ofrece planteamientos a los ciudadanos.

¿Faltan liderazgos que cohesionen al aprismo?

Este no es un tema de liderazgos, es un tema de voluntades. Si bien no tenemos un líder indiscutible como Haya de la Torre o Alan García, partidos en otros países, que han tenido estas crisis, lo han resuelto con la promoción de liderazgo compartido, cuadros renovados que estén preparados para llevar adelante una fórmula presidencial y, al mismo tiempo, ofrecerle al país nuestra experiencia.

Sin ser inmodesto, nosotros tenemos un buen equipo con experiencia parlamentaria, entonces si se hace esa combinación se puede ofrecer al país tranquilidad y seguridad.

¿Quiere usted ser senador de la república en representación de Lambayeque o prefiere postular a la gobernación regional? ¿Acaso integrará la fórmula presidencial aprista?

No quiero ser hipócrita, si estoy activando con las bases es porque voy a participar en política.

¿Pero a qué quiere postular?

No puedo decir en qué puesto. En el APRA las cosas son al revés, no hay que poner la carreta delante de los caballos. Yo lo que estoy haciendo es organizar, reuniéndome con los jóvenes, y ya en julio o agosto se definirá. Me encantaría representar a Lambayeque, me quiero sacar el clavo.

Usted se siente muy cómodo en la función parlamentaria, ha sido congresista por 23 años, pero hay quienes ven en usted a un potencial gobernador. Reitero, ¿será candidato al Congreso o al Gobierno Regional de Lambayeque?

Todo lo que sea gobernación o alcaldía, descártelo, por favor. Los políticos de experiencia tenemos una línea, pero si el pueblo lambayecano me respalda yo asumiré la candidatura más difícil y llevaré al triunfo al partido.

¿Quiere ser candidato presidencial?

No. Estoy preparado, pero no tengo condiciones económicas para una candidatura así.

¿Le gustaría acompañar a Carla García, hija de Alan García, en la plancha presidencial?

No, por una sencilla razón: si postulo como representante por Lambayeque no me gustaría distraer los días de la campaña viajando a otro lado.

¿Cómo evalúa el panorama local y regional? ¿Le gusta la gestión del gobernador de Lambayeque, Jorge Pérez Flores, que además ha sido formado en las canteras apristas?

El señor es de Somos Perú y no nos achaque que ha sido formado en las canteras del APRA. Yo asumo la responsabilidad y hago mi autocrítica, por haber hecho de que un sector de mis compañeros vote por él ante el cáncer que es Alianza Para el Progreso. Sin ninguna condición apoyé al señor Pérez, pero es una gran decepción.

A dos años de gobierno, ¿dónde ha puesto un ladrillo? Con discursos no se construye la prosperidad de la gente. Lamento la maldición que pasa Lambayeque, con una gobernación demagógica y que vende cuentos. Veo todos los días la suscripción de convenios y fotos, pero sin resultados. Y en Chiclayo, la gestión también es deficiente, con las calles llenas de basura y otros problemas.

¿Quién ha sido el mejor gobernador de Lambayeque?

Aunque se molesten mis compañeros, el mejor gobernador, de largo, ha sido Yehude Simon Munaro. Yo no soy juez ni Dios para juzgar sus actos, pero de largo fue el único con visión de Estado y la responsabilidad de conducir una región. El resto a las justas supo agarrar su escoba para barrer la calle.

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