Luego de cinco años desde que Carlos Puga Pomareda asumiera la gerencia de la Oficina de Normalización Previsional – ONP, en el 2011, la institución ha logrado superar las principales carencias que la identificaban como una entidad lenta y que maltrataba a los pensionistas. Puga Pomareda presenta los principales avances, así como las cifras obtenidas en su primer quinquenio de gestión.
Haciendo un balance a nivel nacional, la ONP registró en el 2015 un total de cuatro millones 200 mil afiliados y 505 mil pensionistas afiliados al Sistema Nacional de Pensiones – SNP; una emisión total de 522 mil bonos y 115 mil redimidos. Por otro lado, se ha realizado el pago de pensiones de otros regímenes por encargo legal expreso a 14 mil 800 pensionistas y 20 mil 500 cuentan con seguro de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
En tan solo 15 años la población del SNP se multiplicó por seis, llegando a cuatro millones 173 mil 418 asegurados hasta agosto del 2015, mientras que el número de pensionistas se ha mantenido desde el 2006 con una población de un millón 152 mil 714. En términos regionales, Lambayeque representa el 4.1 % de los afiliados (171 mil 272 personas), y el 6.2 % de los pensionistas (32 mil 586).
“Se ha presentado un incremento sustancial de la población afiliada, mientras que la población pensionista ha crecido muy poco. Es una población con un sistema de aseguramiento joven, muchas personas están ingresando al sistema y consecuentemente tienen mucho tiempo por delante por cotizar”, declara Carlos Puga Pomareda.
ASPECTOS ADMINISTRATIVOS
Respecto al número de asegurados que efectuaron aportes en el período de referencia del balance, se tiene que la cifra asciende a un millón 589 mil 563 personas, cantidad significativa si se tiene en cuenta que a inicios del siglo no se superaban los 400 mil asegurados. A Lambayeque le corresponde el 4.6 % de esta población (73 mil 717 asegurados).
“Esto refleja la densidad de aportes que se presenta cuando se realiza la fotografía, por lo que las cifras pueden variar dependiendo de los meses. Hay casos de personas que durante toda subida laboral aportan un mes y al siguiente no, lo cual significa que cada afiliado aporta entre 15 a 16 años durante toda su vida laboral”, señala Puga Pomareda.
En relación a la recaudación en el SNP se registra un incremento del 600 % en relación al 2001, año base del estudio. En el 2014 el sistema recaudó un total de tres mil 124 millones de soles, con un tesoro de mil 422 millones, significando que un 31 % de la planilla se financiaba con la aportación del sistema, a comparación del 74 % que se registró en el 2001.
“Estas cifras son un poco engañosas en el sentido que a largo plazo representan un déficit puesto que la mayoría de personas que cotiza el SNP cuenta con un salario que se aproxima al sueldo mínimo y el beneficio que va a recibir una vez jubilado es mayor a lo que ha aportado durante toda su vida”, advierte el gerente general de la ONP.
Si bien el SNP tiene un flujo corriente entre lo que ingresa y gasta en pensiones, paralelamente administra el Fondo Consolidado de Reservas – FCR, creado en 1996 con la finalidad de ir capitalizando este fondo con lo que recibió en su momento del Instituto de Previsión Social – IPS, para que con los aportes que ha ido generando desde 1996 en adelante cubra las necesidades de este sistema. Este fondo cuenta actualmente con 18 mil 493 millones de soles.
“Este fondo se invierte a través de la Dirección de Inversiones de la ONP, que actúa como el administrador, en diferentes alternativas de inversión como lo pueden hacer las Administraciones de Fondo de Pensiones – AFP”, detalla.
En relación a la rentabilidad del FRC en el último quinquenio, se ha presentado un incremento de siete puntos a noviembre del 2015, alcanzándose un 11.63 %.
PERFORMANCE INSTITUCIONAL
Puga Pomareda señala que se ha trabajado desde la institución para mejorar el servicio y la reputación con la que contaba la ONP de ser una entidad lenta, burocrática y que maltrata a los pensionistas.
En los diez años previos a la administración de la ONP, el gasto promedio anual se repartía en cuatro rubros, siendo el de mayor representación relacionado a las prestaciones (75 %), un 11 % destinado al pago de devengados e intereses legales, seguido de los bonos (10 %) y los gastos operativos, que representaban el 4 %.
“Este 11 % era producto del retraso y la ineficiencia que tenía la institución al responder a las solicitudes de los afiliados, la cual demoraba de cuatro a cinco años, generando las demandas que nos imponían”, explica el gerente general de la ONP.
Señala además que el pico más alto referido al número de demandas se alcanzó en el 2004, con un total de 31 mil 598, cifra que fue reduciéndose posteriormente hasta registrarse 16 mil 16 demandas en el 2010.
Producto de un estudio interno se encontraron diferentes problemáticas a solucionarse. “Encontramos que había una debilidad de data pues carecíamos de registro de aportes, se tuvo que reconstruir las historias de aportes muy lentamente en un inicio y llegar al extremo de verificar todo lo que presentaban los afiliados”, explica Carlos Puga.
Además, la institución presentaba una morosidad en los procesos, en razón de la acumulación de pendientes, el atraso tecnológico y la carga judicial de más de cien mil procesos.
Como solución a la problemática se buscó la seguridad del afiliado en el reconocimiento de sus aportes. “Teníamos que mostrar una señal de productividad y que la institución no iba a estar con todos los expedientes encima, rediseñamos nuestros procesos para ser mucho más eficientes, nos actualizamos tecnológicamente para minimizar la carga judicial”, describe el representante de la ONP.
Esto implicaba cambiar la forma de pensar y de ver la organización, modificar un paradigma de gestionar pensiones a uno basado en gestionar sus aportes. “Hay que cambiar la visión de hacer trámites a realizar un servicio a una persona que durante toda su vida ha aportado al sistema y cuenta con su derecho de contar con una pensión”, manifiesta.
La entidad recibió en julio del 2011 un total de 126 mil 871 expedientes por resolver, de los cuales más de 60 mil contaban con menos de un año de antigüedad, mientras que cinco llevaban más de 16 años archivados. “Esta es la muestra palpable de la ineficiencia que presentaba la institución antes que asumamos su administración”, indica Carlos Puga.
En diciembre del 2014 se logró eliminar el stock de expedientes sin resolver, quedando solamente 25 mil 181 de ellos, pues se habían generado a lo largo del año. “No existían expedientes que tuvieran más de un año de antigüedad”, acota.
Según describe el gerente general de la ONP, en el 2010 un expediente podía demorar hasta cinco años en ser resuelto. “Poco a poco esto fue disminuyendo hasta que en el 2015 logramos que todos los expedientes se resuelvan en los 90 días que representa el plazo legal que rige a la ONP”, comenta Puga Pomareda.
REDUCIENDO TIEMPOS
Según el último registro elaborado, en el 2015 ingresaron un total de 191 mil 709 expedientes, de los cuales solo queda un saldo pendiente de nueve mil 779. Asimismo, se ha registrado una reducción en el tiempo promedio de respuesta, presentándose una reducción de 240 días a comparación al tiempo que tomaba en el 2010 (262 días).
“Aproximadamente el 90 % de los expedientes se resuelven en 30 días y hay muchos que se culminan el mismo día en el que el asegurado se acerca al centro de atención”, declara.
Carlos Puga señala que esto sucede en su mayoría en el caso de viudez, cuando se le da una cita a la persona afectada y esta debe llevar los documentos que certifiquen la defunción, el matrimonio y la constancia de pensionista, resolviéndose todo el mismo día.
Estos cambios han generado una modificación en la forma cómo se ve a la institución, teniendo en cuenta que en el año 2010 se tenía un promedio de cinco mil 225 quejas mensuales. “Ahora esta cifra se ha visto reducida a 362. Es difícil no llegar a tener quejas, sobretodo en una institución que lamentablemente administra las pensiones de quienes han aportado durante toda una vida, pero este es un tema estructural que no podemos cambiar”, agrega el gerente general de la ONP.
En relación a las demandas civiles, las cuales continúan siendo muy grandes al parecer de Puga Pomareda, se ha reducido a la mitad en tan solo cinco años, pasando de mil 826 demandas mensuales en el 2011 a 951 en el año pasado. “Estamos atacando con mayor fuerza este tema judicial porque no depende de nosotros, sino de cómo camina el Poder Judicial. Desde que entré a la ONP hasta la fecha he tenido más de 150 demandas penales, pero ninguna de ellas ha prosperado, puesto que han sido temas que no dependen de un gerente general”, sostiene Puga Pomareda.
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