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LOS CANDIDATOS A LA ALCALDÍA DE CHICLAYO: Mirada a sus propuestas

Escribe: Pedro Alva Mariñas (*)
Edición N° 1269

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La presentación de los candidatos a la alcaldía de Chiclayo despertó un gran interés en los representantes institucionales y en un sector importante de la población, por tratarse de la capital del departamento de Lambayeque y tener no solo más presupuesto, más personal, sino también más problemas y… de los grandes.

Tuvimos la oportunidad de verlos de cerca, ver su desenvolvimiento ante un público diverso, interesado en los temas. Fuimos testigos de sus esfuerzos por responder a las preguntas, y también de la forma cómo las evadieron. En general los vimos interesados en hacer un buen papel ante el público presente y que seguía el evento en forma virtual.   +

Aspectos relevantes

Una actividad de esta naturaleza nos brinda varios aspectos para comentarlos; pero preferimos limitarnos a los que nos llamaron la atención y que pueden ser de interés público.

Estuvieron la mayoría (ver la foto) pero no todos y, por ello la no asistencia de tres candidatos a la alcaldía nos llamó la atención más allá de la pertinente explicación que dieron los organizadores. Por ejemplo, la ausencia de Janet Cubas se dejó notar y también de Miguel Bartra.

Los candidatos, unos más que otros, abordaron algunos temas con relativa soltura y dejando propuestas, iniciativas o informaciones que nos parecen interesantes y que revelan que están tratando de entender al monstruo en que se ha convertido la Municipalidad Provincial de Chiclayo; pero en algunos otros temas mostraron que no manejan conceptos básicos desde la perspectiva municipal como el de institucionalidad, que fue el eje menos abordado.

Nos preocupa porque necesitamos con urgencia que las municipalidades funcionen, se consoliden como instituciones y que sus diversos componentes hagan bien su trabajo, desde la alcaldía, el concejo municipal, hasta los trabajadores de limpieza pública. Pero también necesitamos que la municipalidad se articule mejor con las municipalidades distritales, el gobierno regional y los ministerios.

Vacíos

Nos llamó la atención la casi ausencia de críticas entre los candidatos (se notaba que eran de la Ciudad de la Amistad, en la que todos somos hermanos). Solo al final, al momento del mensaje de despedida, emergieron algunas críticas veladas o indirectas. Incluso algún candidato dijo que las propuestas de los candidatos eran parecidas, otro ofreció trabajar con dos de los candidatos presentes y no faltaron los llamamientos a “la unidad por encima de las diferencias”. La foto de los candidatos tomados de la mano ilustra bien el clima amical del debate.

Algunos candidatos soltaron datos sobre su amplia trayectoria política como base para que voten por ellos, otros prefirieron destacar que eran novatos con cuatro o cero años de experiencia. Ambas estrategias parece que no sirven para convencer a los electores. Se puede afirmar que un candidato muy trajinado y con varias camisestas genera rechazo; pero un candidato inexperto y con sus más de 6 décadas a cuestas, genera una razonable desconfianza sobre sus reales capacidades.

Corrupción

El tema de la corrupción institucionalizada (una forma elegante de referirse a una institución que la sufre por tanto tiempo) debió merecer una atención más específica de parte de los candidatos. Unos prefirieron lanzar promesas, otro dijo que “conocía al monstruo por dentro”, otro habló de que el problema se soluciona cumpliendo las normas, otro sacó a relucir su experiencia en fiscalización y no faltaron los que afirmaron que estaban limpios de ese flagelo. No escuchamos una estrategia clara para desmontar la estructura que parece haber montado la corrupción desde muchos años atrás.

Si bien el tema del equipo que acompaña al candidato no estaba programado, los candidatos debieron aprovechar un minuto de su tiempo para mencionar a por los menos algunos de sus regidores, a algunos integrantes de su equipo técnico y soltar algún nombre de su personal de confianza.

Era el momento para mostrarse como una propuesta eficiente, que sí tienen equipo, que tienen las personas clave para acometer la inmensa tarea que tienen por delante. Que no lo hicieran, a menos de un mes de las elecciones, es algo preocupante. En todo caso todavía están a tiempo de demostrar que tienen un buen equipo que los acompaña.  

En cuanto al tiempo utilizado por los candidatos notamos dos extremos que debemos señalar: el candidato más exacto con el tiempo fue el de Acción Popular. El candidato que menos tiempo utilizó para responder a las cinco preguntas fue el candidato de Construyendo y, por ello le dieron más tiempo acumulado para su mensaje final que tampoco lo aprovechó (3 minutos que valen oro). En este punto nos sumamos a la felicitación por lo respetuosos del tiempo que fueron los candidatos, ninguno se sobrepasó o intentó siquiera hablar más allá del tiempo permitido.  

La provincia de Chiclayo se encuentra en su etapa de oscuridad (dos alcaldes presos ilustran uno de los problemas) y que para salir o en términos más realistas iniciar el camino hacia la luz, exige establecer una alianza estratégica con los principales actores de la provincia. Se puede crear un espacio permanente de coordinación y concertación con participación de las municipalidades, el gobierno regional y algunos ministerios. Y por lo mismo establecer espacios de participación y concertación con la sociedad regional que reclama mayor participación en los niveles de decisión.

Es un tema que no ha sido trabajado con la profundidad que se requiere, aunque es esperanzador que algunos candidatos se hayan comprometido a coordinar, a llamar a la sociedad organizada y en particular a los colegios profesionales.

Pareciera que la Municipalidad Provincial de Chiclayo tiene un gigante cartel que dice “Se busca un buen alcalde… chiclayanos por favor no se vuelvan a equivocar”.

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(*) Antropólogo e investigador de INDER. 

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