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DENGUE EN ASCENSO: Análisis de la compleja situación epidemiológica en el Perú y la región

Escribe: Franklin Aguilar Gamboa (*)
Edición N° 1341

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El brote de dengue en el Perú durante el 2024 constituye una preocupación creciente, la cual refleja una tendencia a nivel global y regional. La incidencia de esta arbovirosis ha experimentado un aumento exponencial en los últimos años, alcanzando niveles récord en el 2023 y continuando con un incremento significativo en el 2024. Este fenómeno no es exclusivo del Perú, ya que varios países de la Región de las Américas han enfrentado un aumento notable en los casos de dengue, con Brasil liderando en número de casos y defunciones.

El cambio climático ha desempeñado un papel crucial en la expansión del dengue hacia regiones antes consideradas inhóspitas para su transmisión, como el caso de Uruguay y exacerbando la situación en países como México, Brasil y Perú. El aumento de las temperaturas favorece la reproducción acelerada del mosquito Aedes aegypti, vector responsable de transmitir el virus. Así mismo, esta situación se ha visto agravada por el crecimiento urbano rápido y la densidad poblacional, los cuales son factores que facilitan la propagación del mosquito y la exposición de la población al virus.

En el caso específico del Perú, el incremento de casos se ha manifestado de manera preocupante durante los dos primeros meses del año, con un aumento del 151% en comparación con el mismo período del año anterior. Este incremento ha llevado al Gobierno a declarar estado de emergencia sanitaria en 20 regiones del país, reconociendo la gravedad de la situación en departamentos como Piura, La Libertad, Áncash e Ica, que han sido especialmente golpeados por el brote, aunque la amenaza se extiende a otras regiones.

La transmisión

La transmisión del dengue es un problema multifactorial, y tal vez ahí radica la dificultad para su control, ya que esta depende de la interacción de diversos factores relacionados al ambiente, agente, huésped y vector. Muchas localidades y distritos en las regiones declaradas en emergencia en el Perú se encuentran en un escenario epidemiológico III, caracterizado por la presencia de factores de riesgo de tipo ambiental, de la presencia del mosquito Aedes aegypti, de casos autóctonos y circulación del virus Dengue. Esto pone en relieve la importancia de identificar adecuadamente los factores que favorecen la instauración del virus.

Dentro de los factores en mención, se encuentran los llamados macrofactores ambientales como la temperatura y humedad, ambos afectados directamente por el cambio climático y que contribuyen a acelerar el ciclo de vida del mosquito transmisor.  También están los macrofactores sociales como la densidad poblacional y urbanización no planificada, que influyen en la exposición de las personas al mosquito. Por su parte también existen microfactores, dentro de los que se considera al agente viral, donde la circulación de distintos serotipos modela la inmunidad poblacional. Asimismo, factores de la población huésped como edad, sexo e inmunidad modulan el riesgo individual. El vector también es determinante, pues la abundancia de criaderos y densidad de hembras influyen en la trasmisión.

Aspecto clave

Un aspecto clave en la epidemiología del dengue, y de especial preocupación para los microbiólogos es la dinámica de los serotipos virales. La identificación de serotipos y su distribución, juegan un papel determinante en la carga de morbilidad a nivel mundial. Se sabe que luego de la infección primaria con un serotipo en particular, se genera inmunidad cruzada de corto plazo contra los otros tres serotipos, según lo demuestran estudios de laboratorio y de cohortes. Sin embargo, a largo plazo esta inmunidad disminuye y aumenta el riesgo de infecciones secundarias graves al exponerse nuevamente a un serotipo diferente.

Aunque existe evidencia de la inmunidad cruzada a corto plazo, la duración exacta de este efecto es difícil de establecer. Asimismo, el impacto de esta inmunidad en la transmisión poblacional requiere mayor investigación. En países hiperendémicos, donde múltiples serotipos cocirculan de forma activa, la reinfección continua representa una amenaza latente. Esto porque la infección secundaria puede desencadenar cuadros como el dengue grave con manifestaciones hemorrágicas o síndrome de choque, con potencial de poner en riesgo la vida del paciente.

En Lambayeque

Durante el brote de dengue en Lambayeque en 2023, se identificaron dos serotipos del virus, DEN-1 y DEN-2 y a diferencia de años anteriores, donde el número de infecciones se concentraban a mediados del verano con picos en mayo para luego prácticamente desaparecer, en los meses posteriores a mayo de 2023 se observó una curva descendente progresiva, pero sin interrupciones en la notificación de nuevos casos. Si este comportamiento es reiterativo a lo largo del tiempo y la circulación de dos o más serotipos es continua en la región, se podría presentar una situación de hiperendemicidad, agravando los brotes futuros. Por lo que es necesario fortalecer la vigilancia virológica en la región para identificar la presencia de nuevos serotipos de manera oportuna y continuar con el control del vector para mitigar el riesgo de brotes más severos. La vigilancia genómica permitiría también detectar cambios en la epidemiología viral que debe ser monitoreada constantemente a nivel local mediante esfuerzos coordinados entre las autoridades sanitarias.

Como ya se mencionó anteriormente, en los últimos años el dengue ha presentado un significativo repunte de casos en nuestro país. Si revisamos los datos hasta el 2023, ese año se registró un récord de más de 269 mil casos confirmados. Esta cifra resulta alarmante puesto que duplica la suma total de infectados reportados entre el 2020 y 2022. Lamentablemente, esta tendencia ascendente se ha mantenido en los primeros meses del 2024, produciendo ya el deceso de 44 personas, principalmente en zonas altamente afectadas. Esto debe despertar nuestro especial interés y atención sobre lo que puede presentarse en los próximos meses en nuestra región.

No obstante, controlar el dengue plantea numerosos retos. Más allá de acciones como fumigación o trato larvicida, se requiere un esfuerzo coordinado de distintos sectores y de la población en general. Factores como la participación ciudadana para permitir la inspección y fumigación de viviendas, la optimización del diagnóstico temprano o la necesidad de mejorar servicios básicos de agua y desagüe, resultan claves para encaminar de manera efectiva la respuesta sanitaria. Enfrentar el dengue es un desafío complejo que demanda múltiples tareas, pero es esencial perseverar en los esfuerzos para prevenir y controlar esta enfermedad. 

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(*)  Decano del Colegio de Biólogos del Perú – Consejo Regional III Lambayeque y responsable del Laboratorio de Inmunología y Virología del Hospital Regional Lambayeque.

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