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AURORA VILLENA IRIGOYEN: “A LOS DOCENTES LAMBAYECANOS NOS FALTA MÁS ACTITUD”

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1121

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  • La reconocida educadora afirma que los maestros deben reinventarse constantemente.
  • Apunta que no cualquiera puede ser docente, pues serlo demanda de alta vocación de servicio.

 

La reconocida docente Aurora Villena Irigoyen es una voz autorizada para hablar de la educación en Lambayeque. Desde hace más de dos décadas trabaja en el Instituto de Educación Superior Pedagógico Público Sagrado Corazón de Jesús formando a las nuevas generaciones de maestros, experiencia en base a la cual afirma que a los profesores les falta una mayor dosis de actitud para mejorar los resultados de las pruebas de aprendizaje que ubican al departamento por debajo del promedio nacional.

 

“Tenemos mucho por mejorar en Lambayeque. Aquí hay un alto índice de docentes que estamos realmente preparados, lo que nos falta es un poco más de actitud para volcar nuestra vocación de servicio al trato y la metodología con los estudiantes. Si Lambayeque está prácticamente en los últimos lugares dentro de las evaluaciones que se realizan no creo que sea por falta de capacidad del maestro, me parece que más que todo es por un tema de actitud”, sostiene.

 

ACTUALIZACIÓN

Villena Irigoyen, quien se formó profesionalmente primero como bióloga y luego estudió pedagogía, afirma que el maestro debe reinventarse constantemente, pues el mundo cambia y los docentes no son piezas acabadas.

“Los alumnos han caminado hacia el siglo XXI, pero los docentes nos hemos quedado un poco. Ya es hora de reinventarnos, utilizar otras estrategias y poner todo eso en la práctica, porque pareciera que muchos de nosotros nos capacitamos, pero no ponemos eso en las aulas”, afirma.

Apunta que los docentes deben tener esa actitud favorable para manejar metodologías que vayan acorde a las últimas tendencias educativas, así como poner un poco más de sí para tener a la mano todos los instrumentos que les permita preparar y planificar sus clases, a fin de que los alumnos desarrollen las capacidades deseadas.

“Necesariamente tenemos que dar un poco más de nosotros. A veces el tiempo, la economía, el apuro, el trabajar en otros lugares, hace que nos vayamos automatizando, dejando de lado situaciones que son importantes para el desarrollo de las capacidades de los alumnos y que eso no pase depende ya de nuestra vocación. Creo que como docentes no podemos dormir tranquilos si es que dejamos de lado algo que es importante para el desarrollo de nuestros jóvenes”, asevera.

 

VOCACIÓN

Para Aurora Villena, quien estudia para docente debe saber que esa vocación es realmente un apostolado, pues si se cumple a cabalidad con su labor, el maestro se pasa sábados, domingos y feriados preparado sus clases y materiales.

“A veces nos catalogan a los maestros como si no trabajásemos mucho, que solo laboramos de lunes a viernes, pero desde mi experiencia personal – y de eso son testigos mi esposo, hijos y amigos – puedo asegurar que el verdadero docente está siempre buscando nuevas herramientas para llegar a sus alumnos”, asevera.

En ese sentido Villena Irigoyen comenta que desde su labor como docente en el Instituto de Educación Superior Pedagógico Público Sagrado Corazón de Jesús, entidad que se encarga netamente de formar educadores, ella tiene la oportunidad de ver a los futuros maestros desde los primeros ciclos, a quienes trata de fortalecer su vocación y enseñarles algunas cosas como el saber expresarse, pues no todos los chicos llegan con las mismas capacidades de los colegios.

“Generalmente son las chicas de la carrera de educación inicial las que tienen una mayor vocación, por lo mismo que trabajan con niños. A ellas les inculcamos a enseñar con amor”, apunta.

 

LABOR EN LA UGEL

Por otro lado, Villena Irigoyen señala que también debe trabajarse desde el ámbito administrativo para formar mejores docentes. Comenta que como directora de la Unidad de Gestión Educativa Local – UGEL Ferreñafe, cargo al que llegó en el 2006 y ocupó por un período de tres años, realizó las gestiones necesarias para dotar tecnológicamente a este organismo, pues justamente fue el año en que se implementaron estos órganos descentralizados 

“Aquel fue un año crucial. Bajo mi gestión implementamos las movilidades para hacer las supervisiones a las zonas altoandinas. En aquel entonces ocupábamos un local prestado en un instituto, hoy la UGEL Ferreñafe cuenta con sede propia”, sostiene.

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