La Universidad Nacional de Trujillo – UNT, podría ser la primera casa superior de estudios que aplique a la estrategia de ingreso libre a las universidades que planteó el presidente Pedro Castillo Terrones en su mensaje a la nación del pasado 28 de julio. En exclusiva para Expresión, el rector de la UNT, Carlos Vásquez Boyer, destacó que ya hay reuniones avanzadas con los funcionarios del Ministerio de Educación, quienes ven con buenos ojos que la cuarta universidad más antigua del país se convierta en el piloto de este ambicioso proyecto.
“Cuando escuché el mensaje presidencial sentí una extraordinaria satisfacción porque el año pasado hice pública una propuesta de esta naturaleza, y lo hice precisamente cuando asumí la conducción de la universidad. Comenzamos a evaluar el sistema educativo nacional porque no podemos ser una isla ni el propio sistema universitario puede serlo. Estamos en el marco de un contexto mayor que es el sistema educativo peruano, que durante muchos años ha sido desatendido por los diferentes gobiernos”, afirma.
Proceso de admisión
Explica que, si bien el proceso de admisión en la UNT es riguroso, siempre existen fallas, ya que por la misma naturaleza del examen es imposible ser equitativo y valorar las competencias, habilidades y destrezas de los estudiantes de secundaria. Indica que muchos jóvenes que egresan de la educación básica regular son brillantes, pero no logran acceder a la universidad, por lo cual propuso junto a su equipo directivo una alternativa distinta a la tradicional, a fin de garantizar el acceso libre de los estudiantes a las casas superiores de estudios.
“No se trata tampoco de que cualquier estudiante que pasa por la puerta de la universidad diga voy a inscribirme. No se trata de eso. Hay que considerar que el acceso a la universidad debe ser libre, pero al mismo tiempo debe garantizar calidad, de tal modo que los estudiantes de todo el país sepan que si ellos están en la universidad es porque son capaces y competentes, pero los que vendrán lo serán muchísimo más, porque la competencia será mayor”, sostiene.
Alternativas
En virtud de ello, señala que ya ha sostenido dos reuniones con funcionarios del Ministerio de Educación en las que ha planteado las alternativas que ofrece la UNT para abrir sus puertas de forma libre a los egresados de secundaria. Una de estas recoge la experiencia de Argentina, país donde el ingreso a las universidades públicas es totalmente libre, lo cual demanda que el Estado destine grandes cantidades de presupuesto. Por ejemplo, menciona, la Universidad de Buenos Aires recibe 66 mil nuevos estudiantes cada ciclo.
La otra alternativa -comenta- es más realista, ya que consiste en permitir el ingreso libre solo a los alumnos que forman del tercio superior de la educación básica regular. Apunta que anualmente egresan entre 30 mil a 40 mil estudiantes de la secundaria, con lo cual serían un promedio de 10 mil los que accedan libremente a las universidades.
Refiere que la UNT, que actualmente tiene tres mil 654 vacantes para su examen de admisión, podría triplicar esta oferta si instaura tres turnos de funcionamiento para el dictado de clases: mañana, tarde y noche.
Presupuesto
Afirma que el Estado le destina a la UNT un presupuesto de 242 millones de soles, pero para ser el piloto del ingreso libre de los estudiantes del tercio superior necesitaría una suma adicional de 106 millones, que serviría para implementar laboratorios, mejorar la infraestructura y contratar a más catedráticos.
“Es altamente probable que la UNT sea el piloto del ingreso libre a las universidades. Lo hemos conversado con el mismo ministro de Educación, que tuvo la gentileza de visitarnos. Le expresamos nuestra predisposición y luego hemos vuelto a conversar en Lima con sus funcionarios, quienes ven con buenos ojos nuestros planteamientos. Por ahora están evaluando el tema presupuestal y de infraestructura. Yo estoy gustoso de someterme a las evaluaciones de los organismos técnicos, eso nos permite sincerarnos ante la comunidad”, anota.
Asimismo, refiere que hoy el Estado invierte aproximadamente 10 mil soles por cada estudiante en las universidades públicas, ya que el presupuesto destinado a educación es del 3.8 % del Producto Bruto Interno – PBI. En contraste, resalta que otros países como Cuba asignan el 12 % de su PBI a este sector.
Dificultades
Por otro lado, manifiesta que el proceso de admisión, tal como funciona ahora, tiene varias falencias. Una de estas es que los alumnos de los colegios estatales consignan menores calificaciones que quienes egresan de los colegios privados. Esto no obedece necesariamente a una mejor formación, sino a que la nota mínima aprobatoria en los particulares suele ser mayor al 11 que fija la educación pública.
Apunta que esta misma situación ocurre en la educación superior, pues los alumnos que cursan medicina o enfermería en las universidades públicas están en desventaja frente a los de las universidades privadas cuando postulan para la residencia o el internado. En virtud de ello, señala que en la UNT se modificó el estatuto para que la nota mínima aprobatoria sea 14.
Señala que el planteamiento de la UNT para ser el piloto del ingreso libre a las universidades contempla que los estudiantes cursen uno o dos años de estudios generales y luego pasen a facultades. Para esa transición -sostiene- el promedio ponderado debería ser aún mayor.
“Hemos averiguado cómo es que los profesionales tienen acceso a algunas becas. Por ejemplo, para una beca en la OEA el promedio mínimo debe ser ocho, según el sistema decimal. En el vigesimal, como el nuestro, por qué no exigirles un promedio de 16 para pasar de estudios generales a facultad. Con eso buscamos la cualificación para que sean profesionales de mayor calidad. Nos exigimos internamente para tener impacto en la comunidad y decirle a la sociedad aquí te entrego un médico, un ingeniero, muy bien formado para el desarrollo en el país”, afirma.
Carreras
Por otro lado, considera que hay algunas carreras que han sido muy “estereotipadas” como medicina, que tiene diez postulantes por vacante; algunas ingenierías, que tienen ocho postulantes por vacante; y derecho, que tiene seis por vacante.
“Necesitamos que las universidades formen profesionales que impulsen el desarrollo nacional. Soy abogado, pero estimo que ya no se necesitan tantos en el país. No hay universidad que no haya puesto, sobre todo las particulares, cuatro paredes y un techo para albergar allí a cien alumnos. No sabemos cómo se estarán formando, espero que muy bien, tampoco quiero criticar a las universidades privadas, pero espero estén formando excelentes abogados”, menciona.
Apunta que hoy se necesitan más egresados de carreras como mecatrónica, ingeniería de materiales, biotecnología, entre otras.
“La vez pasada visité un laboratorio de biotecnología en Chavimochic y vi que se habían generado plantas de papaya con porcentajes diferentes de azúcar, según el mercado al que iban. Si iban a Europa llevaban menos azúcar y si iban al interior del país tenían más. Hemos generado plantas con biotecnología, por qué no trabajar esto desde la universidad”, manifiesta.
Asimismo, resalta que las universidades deben impulsar con más énfasis la investigación. En el caso de la UNT, señala que hay 144 profesores que están inscritos en el Registro Nacional Científico, Tecnológico y de Innovación Tecnológica – RENACYT.
“Nos entusiasma que nuestros docentes estén en RENACYT, pero ahora también les hacemos el llamado para que investiguen los grandes problemas nacionales. Necesitamos, por ejemplo, que nos digan cómo solucionar la carencia de agua de aquí a 50 años, o el tráfico vehicular. El impacto social debe trascender a los claustros universitarios”, afirma.
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