Desde que tengo uso de razón y abrazo la noble profesión de periodista ilustres caballeros han ostentado el cargo de Prefecto, que no es otra cosa que la autoridad representante del Presidente de la República y en mi recuerdo están Señores de Señores, quienes con inteligencia, respeto y representando de manera correcta al primer mandatario, supieron mantenerse siempre incólumes en su cargo. Carlos Urbano Balarezo Valera, hoy durmiendo en la paz de Dios Padre, hombre de ética, respeto y caballerosidad; Sergio Luna Sosa, médico reconocido por su profesionalismo y amor a sus pacientes, y Guelly Villanueva Díaz, educador, escritor y político renombrado de gran respeto en Lambayeque y el país. En la memoria también están los caballeros Julio Armas Loyola y Guillermo Baca Aguinaga, quienes partieron a la eternidad como hombres de bien y de legado incomparable.

El gobierno de Pedro Pablo Kuczynski afrontó a inicio de agosto un pleito por la nominación del representante presidencial en Lambayeque y tal como se previó se impuso la cúpula dirigencial de los Peruanos Por el Kambio, liderada por Clemente Flores Vílchez, a quien señalaron como el autor intelectual de las protestas al querer, en ese momento, oponerse a la designación de Rafael Aíta Campodónico e imponer a su recomendado Elmer Ángeles Reyes.

Pues no pasó ni un trimestre y de la manera más penosa Ángeles Reyes fue destituido del cargo y acusado de hechos de corrupción, acusación que ahora está en manos de la Procuraduría Anticorrupción que se encargará de investigar a fondo.

El gobierno de PPK ha sufrido en los últimos días un fuerte remezón por el tema de los asesores presidenciales, como el caso Moreno que de no habérsele grabado a escondidas habría realizado grandes negociados en nombre de la salud de los más pobres. A esto se ha sumado la denuncia contra su representante en Lambayeque, quien es acusado de haber pretendido negociar con los nombramientos de gobernadores y tenientes gobernadores en Lambayeque.

Grueso problema en el que la corrupción muestra sus tentáculos y en el que el gobierno de inmediato reaccionó y mató al perro y a la rabia. ¿Será así? Le dieron las gracias a Elmer Ángeles y de inmediato nombraron al candidato en espera Rafael Aita Campodónico, de quien los lambayecanos y quienes lo conocen en el Perú y el mundo darán fe de su honestidad e identificación local.

No sé a cuántos les gustará o no su nombramiento. En particular, me da tranquilidad de saber que hará bien las cosas por su experiencia, por su labor institucionalista, porque le gusta hablar claro, porque es chiclayano y porque a estas alturas de su vida no querrá otra cosa sino cumplir con lo que dice la ley.

De allí que la tarea y responsabilidad del nuevo prefecto será la de ejercer funciones como delegado presidencial en el ámbito de Lambayeque, se encargará de la coordinación y supervisión de las actividades de los demás gobernadores del respectivo ámbito departamental en el marco del plan estratégico y de los planes operativos de la Dirección General de Gobierno Interior.

Por lo tanto, desde ahora Rafael Aita Campodónico, tendrá que registrar y canalizar ante las autoridades competentes las denuncias de la ciudadanía sobre presuntos atentados contra los derechos humanos, velando por su atención inmediata e informando oportunamente a la Dirección General de Gobierno Interior, la cual a su vez informará a la Secretaria Permanente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, otorgar garantías personales y posesorias a las personas naturales y jurídicas.

Además, coordinar y participar en el ámbito de su competencia con las autoridades del gobierno nacional, regional y/o local pertinentes la realización de campañas y operativos destinadas a prevenir y controlar actos que atenten contra la moral, las buenas costumbres, la higiene y salubridad, y aquellos actos que contravengan las leyes del Estado.

Es aquí donde le invoco a recuperar el señorío y prestancia que como ciudad hemos ido perdiendo poco a poco en Chiclayo.

Señor Rafael Aita por ley está usted facultado a recibir las quejas y demandas de la población y derivarlas a los órganos competentes a efectos de que sean atendidas y con sus buenos oficios a encontrar la respuesta en el tiempo corto y oportuno.

Además, usted desde hoy puede velar por la adecuada prestación de servicios públicos en general, sin perjuicio del ejercicio de las competencias asignadas por ley a otras entidades.

Tiene una gran oportunidad de promover la identidad nacional en el marco del respeto a la interculturalidad y a las distintas variables étnicas existentes en el país. Una  hermosa responsabilidad, pues podrá articular con los diversos sectores públicos para dar impulso a todo lo nuestro.

Es momento en el que se pone a prueba su capacidad y liderazgo, de manera activa usted podrá participar en los comités de seguridad ciudadana, promoviendo la participación y organización vecinal en coordinación con las autoridades de la jurisdicción y de esa manera ir recuperando la tranquilidad en las calles.

Se convierte usted en fiel fiscalizador de los programas sociales y acciones del Estado, especialmente en las zonas de extrema pobreza de Lambayeque.

Señor Rafael Aita, no me queda duda que tiene un enorme reto por cumplir, capacidad y ganas adornan su personalidad, pero como dice el refrán: Un consejo aunque sea de un conejo. Deseamos a su lado a la mejor gente, que nos devuelva la fe en el sector público, que este sea un fiel servidor del pueblo. Por todo lo dicho me corresponde preguntar si tendremos ahora el prefecto perfecto.