Iniciar un proyecto empresarial es el sueño de muchas personas al momento de empezar a trabajar. Tienen claro que desean dirigir y ser los representantes legales de su organización, para tomar las decisiones principales y más importantes. Saben que es una labor difícil, de más horas en la oficina y que conlleve una gran preparación, pero quieren asumir esa responsabilidad, pues el ser subordinado no está dentro de sus opciones.
Comenzar todo este proceso de consolidación, es el camino más difícil en todo el ciclo de vida de los negocios, puesto que en los tres primeros años cuando aún no es solvente, cualquier pequeña complicación parece grande. La falta de planificación, liquidez, ventas, rentabilidad, procesos definidos, manuales de conducta, y diseño hacen todo cuesta arriba. En ese momento, es cuando la figura del líder debe aparecer para proponer alternativas que brinden solución a las dificultades, y encaminar a sus colaboradores en el logro de los objetivos.
Desarrollo de actitudes
En este sentido, para empezar una corporación, los emprendedores deben desarrollar algunas actitudes que son ideales, para lograr superar las dificultades que se presentan en el mercado. En el ámbito externo, son generadas por la ardua competencia local, nacional e internacional; y por los clientes que cada vez son más exigentes, cambiantes y, que ahora, no son tan fáciles de fidelizar. Internamente, por los colaborares, quienes pueden tener diferentes problemas, como la falta de motivación, compañerismo, trabajo en equipo, comunicación o generados por su entorno familiar que repercute directamente en los resultados.
Considero que las actitudes primordiales son la pasión y estar entusiasmado. Cuando las unimos encontramos una persona, que no se dará por vencido ante las adversidades y, que además, ama lo que hace, por lo cual se centrará en las actividades a realizar para lograr las metas sin que le afecte el cansancio o las horas acumuladas de trabajo. Apasionarse, permitirá que los demás colegas se contagien del entusiasmo, y por ende, contribuirá a un grato ambiente laboral.
Perseverar
Del mismo modo, la perseverancia es otro aspecto fundamental. Cuando recién se inicia una empresa, ocurre que muy pocas personas conocen la marca, y las ventas son mínimas. La perseverancia queda demostrada cuando a pesar de no tener la frecuencia de visitas esperada, el inversionista junto con todo su equipo, se preparan todos los días para abrir las puertas de su local, haciendo las tareas de limpieza y decoración; asimismo, implementando los protocolos de bioseguridad, y tener todos los productos listos para ser adquiridos.
Otra actitud que debe poseer los emprendedores para lograr competir eficientemente en el mercado, es ser empático. Conocer lo que buscan los consumidores, los compañeros y proveedores. También es necesario tener iniciativa, para buscar nuevas operaciones.
Amigos emprendedores los invito a seguir desarrollando nuestras actitudes en beneficio de nuestro negocio.
(*) MBA, consultor, mentor y catedrático. Especialista en Gestión Empresarial e Innovación.
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