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PARA HABLAR DEL MEDIO AMBIENTE: MASA CRÍTICAORGANIZA BICISALIDA

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1096

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Salida pretende orientar a los ciclistas sobre las posibilidades de mitigar el impacto del calentamiento global originado por la contaminación.

 

Pese a que es inevitable retener los efectos del calentamiento global, es importante aportar información para crear un entorno saludable, entendiendo que dicha actividad es tarea de todos los ciudadanos.

 

En ese marco, Masa Crítica realizará el 25 de enero un conversatorio en torno a las acciones a poner en práctica para aportar al medio ambiente. La rueda estará dirigida por dos jóvenes que tienen a cargo proyectos personales y, desde su cotidianidad, realizan tareas para contribuir con esta causa.

Miriam Neira Lizama, colaboradora de Masa Crítica, comenta que, como cada último viernes de todos los meses, la agrupación realizará un recorrido en bicicleta por las diversas calles de Chiclayo, pero esta vez tiene una connotación adicional.

“La idea es sentarnos en un círculo y durante 20 minutos escuchar a dos personas que explicarán acerca de la importancia de las pequeñas acciones para contribuir en nuestro entorno”, cuenta.

Uno de ellos es Jean Pierre Gómez, quien desarrolla el proyecto ‘La huerta de Punki’. Él aplica la permacultura en sus acciones diarias y así reduce el uso de plástico y aprovecha los desperdicios orgánicos que genera.

Él contará su experiencia con el huerto y hablará sobre cómo transformar los desperdicios. Por su parte, el segundo expositor, José Luis Cotrina, desarrolla el proyecto ‘Hojas y tallos’, que consiste en cultivar árboles comestibles para devolverle la vida a los jardines deteriorados en ambientes públicos y privados.

Por ejemplo, en lugar de sembrar un ficus, que son aquellos árboles que adornan toda la avenida Balta y están en cada esquina, se siembre un árbol de limones o chirimoyas y así acostumbrar a las personas a ver a los árboles de diferente manera y aprovechar todas sus ventajas.

Actualmente, ese proyecto se ha implementado en un colegio de bajos recursos, que enseña a los niños envueltos en un entorno de violencia a cuidar de las plantas. Él es un amante de la naturaleza y al igual que Jean Pierre, cuida el entorno y aprovecha los desechos que genera.

 

EJES

“Hablaremos sobre la reducción del consumo de cierto tipo alimentos, qué podemos hacer para evitar botar el plástico, de qué manera podemos iniciar la conservación de los desechos orgánicos y cómo eso nos puede ayudar a cultivar en pequeños huertos o en algún espacio que tengamos. Creo que esos elementos y esa información es un poco lejana para la gente de a pie, pero son cosas que podemos hacer”, dice.  

Otro de los puntos que se tratarán es el impacto de la basura frente a la seguridad, explicado en la teoría de las ventanas rotas. Esta dice que la contaminación o el espacio lleno de basura refleja la falta de cuidado, que genera un ambiente de inseguridad. De acuerdo con ella, a más basura, mayor posibilidad de asaltos porque existe un espacio no cuidado.

“La idea es generar un cambio, así que también se explicará cuánto tiempo demora el plástico en degradarse, al igual que las pilas y otros elementos clásicos que la gente no conoce”, menciona.

Cada masa reúne a 30 personas y este 25 se espera elevar la cantidad de ciclistas, pues se abordará un tema importante para la ciudad. En febrero, Masa Crítica proyectará una película al aire libre y para ello se ha aliado con Peatón Cix, colectivo que busca generar consciencia vial y devolverle al peatón el espacio que le pertenece.

El domingo pasado, Masa Crítica, junto a otras instituciones y colectivos, reunió a 120 personas en el balneario de Pimentel con el fin de recoger basura y realizar un proceso de investigación.

“La jornada se dividió en dos turnos. Por la mañana, un grupo de voluntarios realizó un trabajo de concientización con los veraneantes mediante unas encuestas sobre el comportamiento de los bañistas con respectos a los residuos sólidos y luego se dio paso a la recolección”, cuenta Miriam Neira.

En la primera fase se encuestó a los bañistas para saber por qué no botan la basura donde corresponde. Se concluyó que la percepción de las personas es que no existen basureros cercanos, por ello arrojan desperdicios al litoral. Otro resultado fue que existen cinco o seis contenedores de basura en toda la playa, pero no abastecen a la cantidad de gente que acude a diario.

Respecto a la recolección, los voluntarios encontraron gran cantidad de basura, entre ella, plásticos, tecnopor, palitos, toallas sanitarias, pañales y otros, además de bolitas de tecnopor dispersas por la orilla del mar.

Esta actividad reunió a colectivos, voluntarios de distintas organizaciones sin fines de lucro e instituciones en torno a un sueño: generar un cambio en el balneario de Pimentel.

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