Actividades desarrollan imaginación y creatividad.
El sociólogo y actor Alfonso Tello Gamarra desarrolla una iniciativa cultural desde el 2016 denominada ‘La casa de arte de Chocho Tello’, a fin de promover diferentes actividades, entre ellas, el baile de la marinera, del tondero, la música, pintura y creatividad, teatro y declamación.
El actor, conocido como ‘Chocho Tello’, cuenta que junto a su esposa, Yolanda Guerrero Rivas, tomó la decisión de impulsar dicho proyecto en su propia casa con la finalidad de promover una serie de actividades de carácter artístico y cultural.
El espacio de arte está ubicada en la calle Nazca N° 148 de la Urbanización Los Mochicas y bajo el lema ‘El arte y la cultura en la esquina de tu casa’ incentivan a que su barrio consuma cultura. Alfonso Tello relata que este año se retomaron los talleres, pues producto del Fenómeno El Niño Costero se paralizaron las clases.
La proyección de la casa de arte de Chocho Tello es realizar presentaciones artísticas, recitales de poesía y exposiciones de pintura. Cada taller dura dos meses. Iniciaron el 7 de enero y culminarán el 7 de marzo.
“Yo dicto los talleres de teatro los lunes y miércoles por la tarde. En este se trabajan aspectos como la preparación del trabajo teatral, el manejo de la técnica y expresión corporal, improvisación, manejo de textos y dominio del espacio escénico. La idea es que los niños pierdan el miedo y desarrollen creatividad”, dice.
Los talleres de guitarra están a cargo del profesor José Coronado y se dictan los martes, jueves y sábados. Él es integrante del grupo ‘Huellas y voces’, compositor y arreglista.
“El taller de dibujo y creatividad es fruto del trabajo en equipo que hace mi hermano Manuel Tello junto a sus dos hijos. La casa de arte condensa a una trama de artistas de mi familia, donde el núcleo es mi padre”, indica.
LABOR ARTÍSTICA
Alfonso Tello relata que proviene de un grupo familiar arraigado a la promoción del arte y la cultura. Su padre, Alfonso Tello Marchena, fue un periodista y pintor defensor de ambos aspectos.
Actualmente, Chocho Tello es representante de la ‘Cantata al Señor de Sipán’, obra que resalta la importancia del mestizaje y del Perú como un país pluricultural. Esta cuenta con letra y música de Edgar Dante Saavedra y consiste en 620 versos y diálogos cantados y declamados.
Además, dicta cátedra sobre historia regional en la Universidad Señor de Sipán, en la que resalta el proceso prehispánico y maneja los elementos de identidad, cultura viva e interculturalidad.
Alfonso Tello Gamarra tiene más de 50 años en la actividad artística. En 1983 recibió un premio a la mejor dirección en un festival de teatro, así como el primer puesto a la adaptación de ‘El caballero Carmelo’.
Luego, entre 1987 y 1988 realizó en Chiclayo dos festivales nacionales de mimo junto a Jorge López, Azucena Arrasco, Enrique Salazar y otros artistas más.
El actor relata que todos se sumaron a dicho movimiento importante, convirtiendo a Chiclayo en la “Capital del Mimo”.
Asimismo, Alfonso Tello, junto a otros docentes y gestores culturales, impulsó la creación de la Escuela de Arte de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo – UNPRG.
Cuenta que el proyecto se aprobó en 1996, pero en el 2012 recién se implementó su creación como Escuela Profesional de Arte de la Facultad de Ciencias Histórico Sociales.
PANORAMA ARTÍSTICO
Para el actor, urge fortalecer la Escuela de Arte de la UNPRG, además de promover vacantes y convocar a nuevos jóvenes, ya que esta es la principal formadora de profesionales líderes del arte y la cultura lambayecana.
Agrega que a los artistas plásticos se les debe reconocer como profesionales para que tengan acceso a una vida digna, factor que es importante.
“El Ministerio de Cultura debe formar núcleos culturales en los pueblos jóvenes, en los distritos y en todo lugar, porque el arte debe llegar a cada rincón para desarrollarse. Los alcaldes se dedican a realizar obras tangibles, visibles, pero no desarrollan otros aspectos”, asegura.
Alfonso Tello lamenta que las autoridades creen, por ejemplo, campos deportivos que con el tiempo se convierten en espacios para el consumo de bebidas alcohólicas.
“Esos espacios se promueven actualmente y lamentablemente a eso se ha reducido el deporte, por eso se producen los fracasos en este nivel. El problema radica en que el arte no es una actividad permanente o no asumimos el reto de dedicarnos íntegramente, sino que lo compartimos con otra actividad laboral”, manifiesta.
La actividad cultural en Chiclayo – dice - es bastante sorprendente, pero no porque el ministerio la impulse, sino que cada vez se forman más grupos independientes que la promueven.
Añade que, las pocas casas impulsoras de arte en Chiclayo no solo deben formar actores, sino también gestores culturales a fin que el artista tenga la capacidad de montar toda una empresa cultural.
“Toda mi vida ha estado vinculada a la actividad artística y a la promoción teatral. Han pasado los años, pero la fuerza para continuar con esta labor no ha disminuido”, finaliza.
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