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CARLOS PALOMINO GUERRA: “Uno de los defectos del Perú, es la falta de cuidado hacia los trabajadores”

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1213

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El derecho laboral en el Perú nace recién en el siglo XX. Anteriormente no había normas laborales, solo el reconocimiento del trabajo, pero no derechos para los trabajadores. Según explica el abogado Carlos Palomino Guerra, la primera norma laboral del país fue dada en 1911, considerada como la Ley de Seguridad, no como se interpreta al concepto en la actualidad, pero sí como un avance.

Recién en 1913 el Estado reconoció la jornada laboral de 8 horas, pero solo para los trabajadores del puerto del Callao, pues fue en 1919, hace 102, que se estableció la jornada de 8 horas para todo el país.

“Recién en la Constitución de 1920 se incluyen los derechos laborales; es decir, como Estado hace cien años se acoge a estos en la carta máxima. A partir de esa fecha se han ido incrementando más derechos a nivel constitucional, pero también ha habido avances y retrocesos, porque el derecho laboral no necesariamente es una línea recta. La Constitución de 1979 fue de mayor respeto a los derechos laborales, en tanto la de 1993, al ser más liberal, restringe muchos de estos y resta el apoyo que el Estado venía dando a los trabajadores”, menciona.

Hitos

Añade que en otros países el Estado tiene amplia intervención en el reconocimiento de los derechos laborales.

“Es de rescatar que el Poder Judicial ha cumplido un papel preponderante en toda la relación laboral, sobre todo por dos hitos históricos: el Tribunal Constitucional, en el 2001, hace una interpretación de la constitución y reconoce la estabilidad laboral como un derecho de los trabajadores a no ser despedidos sin causa alguna. No se puede olvidar esa sentencia del TC dada hace 20 años. El segundo hito es la sentencia histórica a favor de los trabajadores despedidos en la década del 90, dada en el 2018 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la que por primera vez se reconoce la estabilidad laboral, lo que conllevó a que en marzo de este año los vocales de todo el país se hayan reunido para analizar las indemnizaciones que se deben pagar a todos los trabajadores. Este es un hito a nivel latinoamericano, no solamente peruano”, manifiesta.

Palomino Guerra comenta que en otros países no se otorga gratificaciones a los trabajadores por Fiestas Patrias y de Fin de Año, como sucede en el Perú o no tienen vigencia situaciones especiales como las que se han implementado en el país, como por ejemplo las vacaciones por 60 días para el magisterio o 15 días de vacaciones para cierto grupo de trabajadores.

Protección

“Si hablamos desde el punto de vista latinoamericano, definitivamente uno de los defectos que tienen las relaciones laborales en el Perú, es la falta de cuidado hacia los trabajadores. En Uruguay se han preocupado mucho por salvaguardar mucho los derechos, por eso se le conoce como la Suiza de América. En el Perú, el déficit está ahí, en el aspecto de la seguridad y la informalidad. El 75 % y hasta el 80 % de las relaciones laborales en el Perú son informales, lo cual los mantiene en un estado de desprotección. Esta situación merece un análisis muy profundo para un cambio estructural”, refiere.

Comenta que cuando el país ha vivido crisis económicas, como la del 80, la protección de los derechos laborales era mayor, situación que lejos de mantenerse o mejorar ha ido cayendo, pese a que la economía del país se encuentra en un escenario mucho más favorable.

“Parece algo irónico que en situaciones económicas críticas, al menos los trabajadores estaban en planilla. Hoy en día, la carga laboral que tiene el progreso del país en algunos sectores, no ha conllevado al avance de la formalidad y tenemos más del 75 % de trabajadores precarios, mientras que en Chile la informalidad afecta al 14 % de trabajadores, en Colombia al 40 %. Nuestro país no ha podido bajar la informalidad pese a los años de crecimiento económico, por eso es que a veces se habla de derechos laborales solo de un grupo reducido, que representa el 23 % de la masa trabajadora del país”, manifiesta.

Anota que la aplicación del Contrato por Administración de Servicios – CAS, sí representó un avance en el reconocimiento de los derechos laborales, pero que ya es momento que los trabajadores de ese régimen pasen a la estabilidad.

“Sin ánimos ideológicos, nuestro país, que fue un obediente alumno del Neoliberalismo, tuvo al régimen de Alberto Fujimori como el más recalcitrante en cuanto a la vulneración de derechos laborales, lo que se materializó con los despidos masivos. No olvidemos que fueron despedidos más 300 mil trabajadores del sector público, además de los trabajadores del sector privado, porque la constitución permitía los despidos sin causa alguna. Es decir, se podía despedir a quien sea y solo era necesario darle una indemnización. Eso tuvo que ser corregido por el Tribunal Constitucional en el 2001”, enfatiza.

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