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REVELAN DESDE EL HOSPITAL LAS MERCEDES: POBLACIÓN FEMENINA RESTA IMPORTANCIA A LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER UTERINO

Escribe: Sharon Romero Burga (*)
Edición N° 1046

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  • Menos del 10 % se somete al examen del Papanicolaou al iniciar su vida sexual.

 

El jefe del Departamento de Ginecología y Obstetricia del Hospital Regional Docente Las Mercedes, Javier Serrano Hernández, advierte a la población femenina lambayecana sobre la importancia de las revisiones anuales de cérvix para prevenir y evitar el aumento de la tasa de cáncer en la localidad.

 

El departamento que dirige se divide en dos áreas: obstetricia y ginecología y, cuenta con un apéndice que es el preventorio de cáncer de mama y cérvix.

 

Aproximadamente 900 pacientes acuden al mes al servicio de ginecología.

 

“Las mujeres jóvenes generalmente vienen por el control de enfermedades transmisibles y los casos de mayor incidencia son los del Virus del Papiloma Humano (PVH, por sus siglas en inglés) y vaginitis. Estos casos, en su mayoría, se dan por promiscuidad.  El hombre es portador del virus de PVH, él lo transmite a la mujer y ellas desarrollan cuadros de cáncer. Las adultas padecen de abortos, prolaxos y cáncer”, comenta Javier Serrano.

 

Según el jefe del departamento, la mayoría de mujeres que acuden al establecimiento provienen de José Leonardo Ortiz, La Victoria, Reque y Fereñafe.  “Esto sucede porque el hospital está ubicado en un lugar estratégico, a diferencia de otros nosocomios en los que la población debe gastar grandes cantidades de dinero para acceder a sus servicios”, aclara.

 

IMPORTANCIA DEL CONTROL

En cuanto a la prevención del cáncer de cérvix, el médico manifiesta que es imperativo un examen de papanicolaou al año, pues este sirve para detectar células displásicas.

 

“Si la mujer se realiza revisiones anuales podemos encontrar malformaciones, indicios de cáncer o infecciones, que de no ser tratadas originarían la muerte de la paciente. El cáncer de cérvix pasa por tres períodos antes de desarrollarse completamente. Empieza como una infección y luego se convierte en metaplasia. El tercer período, denominado displasia, es difícil, pero se puede curar. Finalmente, se desarrolla el cáncer y es aquí donde las pacientes presentan dolor, secreciones y sangrado”, explica.

 

Javier Serrano manifiesta que la población femenina lambayecana no suele realizarse controles preventorios, situación que surge debido al desconocimiento.    “Las mujeres piensan que están bien porque no presentan ningún síntoma. Algunas creen que es necesario hacerse exámenes cuando ya dieron a luz. Otras casi nunca vienen a sus controles. Sin embargo, es imperativo realizarse un papanicolaou a partir de los 20 años, cuando comienzan una vida sexual activa o entre los 35 y 64 años. También, mujeres que llevan años tomando anticonceptivos”, añade.

 

BAJO INTERÉS

Según estadísticas del preventorio de cáncer, la tasa de mujeres que acuden anualmente a realizarse exámenes es regular. Es decir, no sube, ni baja.  

 

“Esto significa que hay desinterés de la población. Actualmente, por norma general del Ministerio de Salud el hospital realiza exámenes de papanicolau a las pacientes que acuden al servicio de ginecología sea cual sea la patología que presenten”, declara el jefe del departamento, quien agrega que no hay mujeres que por cuenta propia decidan realizarse exámenes de papanicolau.

 

“Son poquísimas quienes solicitan este examen y ocurre por temor o vergüenza. Aquí el preventorio de cáncer juega un papel importante, porque se encarga de realizar campañas gratuitas de despistaje para captar gente, informar y prevenir a la población”, refiere.

 

Asimismo, el médico informa que la importancia de este test radica en que detecta el 95 % de cánceres cervicales en estado prematuro. Si el resultado es positivo significa que existe una lesión que puede ser leve, moderada o grave. Si no se trata a tiempo, puede originar cáncer. En mujeres que se realizan este examen anualmente el riesgo de padecer la enfermedad es bajo, pues cualquier anomalía celular puede ser detectada y tratada cuando es inofensiva.   

 

“Es preferible no realizarse un papanicolaou cuando las mujeres están con el periodo, tomando antibióticos vaginales u óvulos, pues alteran los resultados del examen”, recomienda el experto. También indica que existen factores de riesgos los cuales aumentan la posibilidad de desarrollar cáncer cérvico uterino. Entre ellos están los múltiples compañeros sexuales, el excesivo consumo de cigarrillos y fármacos que disminuyen la inmunidad de las mujeres.

 

FALTA DE ESPACIO

Dentro de las debilidades del hospital, el especialista menciona que el área destinada a ginecología muchas veces no logra abastecerse debido a la demanda del servicio. “Los equipos son precarios y el espacio es muy pequeño. El departamento de ginecología cuenta con 14 camas en Alto Riesgo A y 14 en Alto Riesgo B. Sin embargo, constantemente se presentan casos en los que dos pacientes deben compartir la misma cama, situación que no es ideal, pero es lo poco que podemos hacer por ellas”, dice.   

 

“Antes faltaban médicos capacitados que cubran turnos en la mañana, tarde y noche. Ahora contamos con una plana de especialistas que brindan atención diferenciada, además de visitar y monitorear los diferentes servicios”, acota.

 

Finalmente, refiere que es importante que la población recuerde que el cáncer cérvico uterino es una de las principales causas de muerte a nivel mundial.

 

“Prevenirlo es fácil y alcanzable. Animo a las mujeres a practicarse estos exámenes anualmente”, enfatiza.  

 

(*) Estudiante de Comunicación – USAT. 

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