En la mitología griega, el Dios principal Zeus y Mnemosine, deidad que representa a la memoria, son los padres de las Musas, deidades creadoras de las artes. Ellas, se convirtieron en las inspiradoras de los mortales que osaran invocarlas, susurrándoles misterios que luego expresaran en bellos poemas, historias, himnos, ritmos, imágenes, dramas, tragedias y comedias. Es así como viene a nosotros el concepto poético de “Musas inspiradoras” o la causa de inspiración de pintores, poetas, narradores y músicos; Chiclayo -en honor a ellas- tiene un conocido paseo.
Las musas inspiradoras de los poetas suelen ser realidades físicas como el cuerpo y el paisaje; los afectos como el amor, el sufrimiento, la alegría y la nostalgia, por ejemplo. También los momentos: el amanecer, el atardecer, el anochecer…y ni qué decir de las escenas: un beso, un abrazo, el adiós, el encuentro, la vida cotidiana. Todo, el ser sensible del poeta lo recrea en arte. Es esta la transformación la que realiza Antony Damián en su poemario “Que la luna acompañe tu sueño”, motivo de esta segunda entrega sobre la poesía lambayecana contemporánea.
Antony Javier Damián Suclupe
Conocí a Antony Damián en pleno drama global de la pandemia siendo estudiante de la Escuela de Arte de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. En medio de esa circunstancia, junto a grandes colegas docentes como Wilder Chanduví Calderón y Abel Ballena De la Cruz diseñamos y ejecutamos el Proyecto de Responsabilidad Social Universitaria “POIESIS” en la que nos acompañaron destacados estudiantes de la Escuela de Arte, entre ellos Antony, con la finalidad de divulgar las artes como medio transformador de la realidad mediante programas culturales en redes sociales en medio de la adversidad. Nuestro reseñado de esta entrega, ahora como bachiller, destaca también en la docencia y la gestión cultural.
Antony Damián, nació en Túcume en 1999, específicamente en el caserío Hacienda Vieja, heredando de su madre, Doña Janeth Damián, la exquisita sensibilidad de amor por la tierra que nos vio nacer, junto a la mirada afectiva a lo que rodea, que sólo una madre puede enseñar a sus hijos mediante una educación en la ternura. Por otro lado, cuando estudiaba la secundaria -recuerda Antony- que le impactó mucho los yaravíes de Mariano Melgar. En estas dos experiencias vitales de nuestro joven autor, veo la causa de su sangre poética, cuyos versos ya han sido publicados en ediciones colectivas tanto en España como en México.
Escenas regionales y el amor como musas
La primera obra de Antony Damián Suclupe se titula “Que la luna acompañe tu sueño”, publicado por la Editorial Prometeo Desencadenado en setiembre del 2021, donde reúne cuarenta y seis poemas escritos desde el 2019 en los cuales se destaca las escenas regionales y el amor como musas inspiradoras. Expresa Antony en la primera estrofa del poema “A mi pueblo”: «Eres como mi padre / aunque no seas un hombre / y solo tengas días polvorientos / y niños dándote alegría»; asimismo, bajo el criterio de ternura y hospitalaria sencillez, termina el poema “Hacienda Vieja”: «Los algarrobos embellecen este paisaje. / que des un viaje te recomiendo / y no te preocupes por el hospedaje / pues en mi casita siempre sobra un petate».
Los escenarios regionales se entrelazan con sentimientos profundos que todo joven poeta, por su sensibilidad, vivencia a veces de manera inexplicable, el breve poema “El Parque” lo expresa de la siguiente manera:
Hoy retorné a la misma esquina, / por aquél viejo parque lleno / de árboles desabridos, / y de muros pintarrajeados. / Hoy me sentí extraño / Y débil frente a los cuatro puntos cardinales, / frente al vaivén del viejo parque, / frente a las huellas tatuadas del viejo árbol.
Otro de los temas que inspiran a Antony Damián es el enamoramiento idílico y apasionado que, al mismo tiempo, percibe totalidad captada en tránsitos de espontáneos momentos; en efecto, motivado por el estilo del gran Pablo Neruda, titula a un conciso y sobrio escrito “Poema 27”, donde sentencia:
Tú, real o imaginaria. / Tú, noche y día. / Tú, ambrosía de ayer, hoy y mañana / Tú, aroma de jardín. / Tú, extraño código de amor. / Tú, mil veces tú.
A manera de síntesis, puedo afirmar que la poesía en Lambayeque viene floreciendo en nuestro tiempo, a veces sufriente por amnesia afectiva. Todos los que podamos seamos bálsamo esperanzador de humanidad que cure tal enfermedad. Esperamos que Antony Damián siga contribuyendo con ello a través de sus versos, su quehacer docente y de gestión en la cultura.
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(*) Filósofo e investigador RENACYT. Fundador de la Sociedad Lambayecana de Filosofía, Ciencia, Artes y Humanidades.
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