La seguridad ciudadana en Lambayeque muestra un panorama mixto. Las cifras hasta 2024 y reportes a julio de 2025 colocan a la región en una situación particular: menos personas dicen haber sido víctimas de delitos en comparación con el promedio nacional, pero con altas tasas en delitos de hurto y robo, y una percepción de inseguridad cada vez más creciente.
En 2024, el 16.9 % de la población urbana lambayecana de 15 años a más declaró haber sido víctima de algún delito. Esta proporción es bastante menor que la nacional (27.1 %) y de regiones cercanas como en La Libertad (25.0 %) y Piura (26.5 %). Sin embargo, la tendencia preocupa: tras caer a 11.7 % en 2021, volvió a subir a 13.6 % en 2022; y desde el 2023, dos de cada diez personas han declarado ser víctimas.
La región también se distingue porque sus ciudadanos denuncian más. En 2024, casi una de cada cuatro víctimas acudió a las autoridades, un nivel muy por encima del promedio nacional (16.1 %) y también más alto que en La Libertad (15.7 %) y Piura (17.1 %). No es un hecho aislado: desde 2015, Lambayeque suele estar por encima del promedio en disposición a denunciar.
Percepción de inseguridad
El contraste aparece cuando se habla de percepción. Aunque menos personas fueron víctimas, en 2024 el 87.8% de lambayecanos creía que podía ser víctima de un delito en los siguientes doce meses. Es casi la misma proporción que a nivel nacional (86.0 %), similar a la de La Libertad (89.1 %), pero algo más alta que en Piura (84.4 %). El dato revela una leve mejora respecto a 2023 (91.7 %), pero el cambio no altera la foto general: casi nueve de cada diez personas se sienten inseguras.
En dotación policial, Lambayeque está mejor que regiones aledañas. A julio de 2025 registró 3.8 policías por cada mil habitantes, nivel similar al promedio nacional (3.9) y por encima de La Libertad (2.4) y Piura (2.5). Es decir, la relación policías/población es relativamente favorable. Aun así, la presencia de más policías no parece reflejarse en una reducción clara de la percepción de inseguridad.
Los delitos contra la propiedad son el mayor problema. En julio de 2025, Lambayeque tuvo una tasa de hurto de 9 por cada 10 mil habitantes, más del doble del promedio nacional (3.9). En robo llegó a 2.8 frente al 1.4 nacional, y en estafa 1.3 frente a 0.8. solo en extorsión la región aparece por debajo de La Libertad y Piura y apenas por encima del promedio nacional.
Equipos contra el crimen
A esto se suman los hallazgos de la Contraloría en junio de 2025, tras un operativo en 13 municipalidades de la región. El informe reveló que seis carecen de cámaras y centros de videovigilancia, y que un tercio de los equipos instalados en las demás no funciona. También se detectaron fallas en serenazgo, radios y vehículos, así como falta de planes de seguridad y de equipamiento básico para el personal. Estas deficiencias reducen la capacidad de prevención y respuesta, y ayudan a explicar por qué la población mantiene una percepción tan alta de inseguridad a pesar de contar con más policías por habitante que en otras regiones.
El caso de Lambayeque resume una paradoja: menos personas dicen haber sido víctimas que en el resto del país, pero la región enfrenta tasas muy altas en hurto y robo y una persistente sensación de inseguridad. El reto no se limita a aprovechar la mayor disposición ciudadana a denunciar ni la mejor dotación policial per cápita. También exige corregir las fallas locales en videovigilancia, serenazgo y gestión municipal. De lo contrario, la inseguridad seguirá golpeando la vida diaria y la confianza de los ciudadanos.
(*) Analista Senior de Economía y Energía - Videnza Instituto.
El Centro de Memoria Colectiva - CEMECO Yarpuninchik desarrolló dos ediciones del taller “Hilar la voz, hilar la imagen”, centrado en técnicas y metodologías de documentación audiovisual comunitaria, durante el mes de septiembre en los distritos de Cañaris e Incahuasi, zona altoandina del departamento de Lambayeque.
La primera jornada se realizó los días 10, 11, 12 y 13 de septiembre en Cañaris, con la participación de estudiantes de tercer, cuarto y quinto de secundaria de las instituciones educativas: 10776 Juan Velasco Alvarado (Huayamba) y 10876 (Totoras Pampa Verde). La segunda edición tuvo lugar los días 17, 18 y 19 de septiembre en el caserío de Huasicaj, Incahuasi, en el marco del Incawasi Takin 2025 y la festividad de la Virgen de las Mercedes, con estudiantes de la I.E. 10859 San Pablo de Huasicaj.
Ambas experiencias promovieron el uso crítico y creativo de herramientas audiovisuales en contextos rurales, fomentando la expresión desde la experiencia local y el fortalecimiento de la memoria territorial. Todos los participantes aprendieron a planificar sus registros, realizar entrevistas, y utilizar sus celulares como herramientas narrativas, reafirmando que la memoria se potencia cuando quienes la documentan son parte de la comunidad.
El propósito
Como parte de este proceso, CEMECO Yarpuninchik impulsa la creación de un archivo comunitario que reúna los materiales audiovisuales e históricos generados desde ambos distritos. Este archivo reconoce el valor propio de los registros locales y busca preservar las memorias vivas del territorio, facilitando el acceso comunitario a sus propias narraciones.
El taller forma parte de las acciones pedagógicas y comunitarias que impulsa CEMECO Yarpuninchik para fortalecer procesos de documentación desde y para los territorios. Esta iniciativa es desarrollada por el Instituto de Cultura de la Universidad Católica Santo Toribio de Mogrovejo (USAT), en colaboración con docentes de Incahuasi y Cañaris, y cuenta con el respaldo y financiamiento de la Fundación Gerda Henkel (Alemania).
La decana del Colegio de Periodistas del Perú, Karola Lara Manchego, advirtió que el ejercicio del periodismo enfrenta un escenario complejo, no solo en el ámbito nacional, sino también a nivel internacional, marcado por encarcelamientos, violencia, precariedad laboral y criminalización de la profesión.
Durante su exposición en el reciente encuentro académico, Lara Manchego señaló que la situación de la libertad de prensa en el mundo muestra una tendencia alarmante. “Hasta finales del 2024 se reportaron 361 periodistas encarcelados por su trabajo, principalmente en coberturas de guerras, gobiernos autoritarios y represiones políticas”, afirmó. También recordó que en conflictos como el de Gaza, decenas de comunicadores palestinos fueron asesinados mientras realizaban su labor informativa.
La decana subrayó que este patrón se repite en países como Guatemala y Bangladesh, donde las acusaciones legales, la criminalización y la difamación son utilizadas como herramientas para acallar a los periodistas. “En Bangladesh se han registrado revocatorias de acreditaciones y procesos judiciales graves”, comentó. Asimismo, mencionó que la violencia física y las agresiones se presentan incluso en democracias consolidadas, como en Estados Unidos, donde en 2024 al menos 49 periodistas fueron arrestados durante manifestaciones relacionadas con la guerra en Gaza, de acuerdo con datos de Freedom Press.
Hostigamiento digital y violencia de género
Otro de los riesgos señalados por Lara es el hostigamiento en entornos digitales, especialmente en contextos electorales. “En España, un estudio analizó 60 mil respuestas a mensajes de periodistas durante elecciones y detectó insultos, discursos de odio y acoso, con especial incidencia en mujeres”, indicó. Según refirió, la digitalización es un fenómeno de doble filo: facilita la difusión de contenidos, pero también amplifica la vigilancia, la difamación viral y la polarización. “Los algoritmos favorecen lo sensacionalista frente a lo verificado”, remarcó.
La decana destacó que las mujeres periodistas enfrentan mayores niveles de acoso en redes sociales, amenazas sexuales y discriminación. Según la UNESCO, los riesgos digitales son más altos para ellas. A esta situación se suma la impunidad, ya que en muchos casos los agresores no son procesados y las muertes o agresiones contra periodistas quedan sin sanción.
Reflejo en el Perú
Lara explicó que estas tendencias globales también se evidencian en el Perú. “La criminalización del periodismo sigue siendo una amenaza. Difamaciones, calumnias y acusaciones judiciales contra periodistas que investigan corrupción son frecuentes”, expresó. Añadió que los comunicadores que trabajan en regiones están más expuestos a riesgos, especialmente en coberturas de conflictos sociales, temas de derechos de comunidades indígenas o explotación de recursos naturales. “Ellos enfrentan amenazas anónimas, acoso digital y hostigamiento en redes”, puntualizó.
Asimismo, advirtió sobre las presiones indirectas que generan la concentración de medios y la dependencia de ingresos publicitarios, factores que afectan la independencia periodística.
Precariedad laboral y bajos salarios
La decana llamó la atención sobre las condiciones económicas en las que trabajan los periodistas peruanos. “En el Perú la libertad de prensa no solo se erosiona por agresiones, también por la precariedad laboral”, sostuvo. Según datos internos del Colegio de Periodistas, alrededor del 20 % de colegiados habilitados labora en entidades estatales, con remuneraciones bajas reguladas por el manual de cargos de Servir. En las regiones, la situación es más crítica: “Muchos periodistas reciben entre 200 y 500 soles mensuales. Pocos alcanzan un sueldo mínimo y dependen de la publicidad o auspicios para subsistir”, advirtió.
Ante ello, propuso un trabajo conjunto entre el Colegio de Periodistas, el Consejo de la Prensa Peruana y la Asociación Nacional de Periodistas para exigir la actualización y fiscalización de las normas laborales. Según Lara Manchego, la precariedad impacta directamente en la calidad informativa, ya que limita la posibilidad de realizar investigaciones profundas o contrastar adecuadamente las fuentes.
Gobiernos y prensa
Karola Lara también revisó los últimos gobiernos peruanos y su relación con la prensa. Durante el mandato de Martín Vizcarra (2018-2020), señaló que se registraron restricciones de acceso a la información pública, críticas verbales a medios y falta de transparencia en casos como el denominado “vacunagate”. En el breve gobierno de Manuel Merino (2020), periodistas fueron agredidos en protestas y se denunciaron presiones en medios estatales, lo que generó renuncias en TV Perú y Radio Nacional.
Sobre la gestión de Francisco Sagasti (2020-2021), comentó que, aunque hubo menos agresiones directas, persistieron campañas de desinformación en redes y acceso desigual a conferencias de prensa. En el caso de Pedro Castillo (2021-2022), Lara Manchego resaltó que se agudizaron las tensiones. “Se vetó a medios críticos de eventos oficiales, hubo ataques verbales constantes y falta de transparencia en la casa de Sarratea”, relató. Además, denunció que el uso de la publicidad estatal se convirtió en un mecanismo de presión política.
Finalmente, sobre la gestión de Dina Boluarte (desde 2022), afirmó que concentra el mayor número de agresiones físicas documentadas. “En los primeros meses de su gobierno se registraron más de 170 ataques contra periodistas”, detalló. También se reportaron hostigamientos policiales y militares durante protestas, confiscación de equipos y denuncias fiscales contra comunicadores bajo cargos de apología al terrorismo.
Para la representante de la orden profesional, el panorama exige respuestas institucionales y gremiales. “La defensa del derecho ciudadano a estar bien informado depende también de mejorar las condiciones laborales y salariales de los periodistas”, enfatizó. Recordó que el periodismo independiente opera con ingresos irregulares, falta de protección social y exposición a litigios intimidatorios.
En su intervención, la decana del Colegio de Periodistas dijo que la libertad de prensa en el Perú enfrenta una doble amenaza: la hostilidad política y la precariedad económica. “Defender el periodismo es defender la democracia. Si no lo hacemos, lo que está en riesgo no es solo la profesión, sino el derecho de todos los peruanos a estar informados”, afirmó.
El algodón nativo peruano es un recurso vegetal de interés, específicamente el Gossypium barbadense, recurso ancestral de gran importancia cultural, económica y ambiental en la región Lambayeque. Este algodón destaca por sus fibras de colores naturales, que han sido parte integral de las culturas originarias del norte del Perú durante siglos. Sin embargo, en las últimas décadas, muchas de las variedades nativas han desaparecido, siendo reemplazadas por cultivos de algodón blanco que requieren tintes químicos para obtener colores, impactando negativamente al ambiente, a la identidad cultural local y además a la economía, cuyo tema es parte relevante de este artículo.
En la costa norte del Perú se encuentran otras especies relacionadas como Gossypium raimondii (algodoncillo silvestre) y Gossypium hirsutum (variedad blanca comercial y variedad verde), pero el algodón nativo de mayor importancia y tradición es Gossypium barbadense con sus variedades mencionadas. El algodón nativo, declarado Patrimonio Étnico Cultural de la Nación, es una especie ancestral que existió hace más de 5000 años, cultivado por culturas preincaicas como Paracas y Nasca. En la actualidad sigue siendo utilizado para la confección de artesanías en muchas familias lambayecanas; sin embargo, la pérdida de la biodiversidad para las distintas actividades antropogénicas y sus impactos al ambiente están amenazando con desaparecer las variedades únicas ocasionando empobrecimiento de comunidades y debilitamiento de las tradiciones textiles ancestrales.
El rescate y la revalorización de esta fibra busca no solo preservar esta tradición, sino también impulsar una economía local que genere empleo y desarrollo sostenible. Artesanas lambayecanas han sido guardianas de este saber y han mantenido viva la técnica de confección con el algodón natural, elaborando prendas y accesorios que son reconocidos a nivel nacional e internacional por su calidad y autenticidad.
Tonalidades e investigación
Es conocido que las tonalidades de este algodón son muy variadas como: crema, chocolate, pardo, verde, violeta, lila, etc., aunque el mecanismo bioquímico y molecular de la formación de pigmentos en la fibra de algodón de color no está claro; se vienen realizando trabajos de investigaciones como la que desarrolla el centro de investigación de la Universidad César Vallejo de Chiclayo, que tienen presente la magnitud de conocer las rutas metabólicas y características que expliquen su variabilidad genética, así como la expresión de sus características únicas.
Este proyecto científico fusiona la biotecnología y saber ancestral para recuperar las variedades de algodón nativo y sus colores originales mediante técnicas de biología molecular. Este enfoque innovador busca identificar los genes responsables del color natural en el Gossypium barbadense para transferirlos a variedades comerciales. Este avance tecnológico tiene un alto impacto ambiental positivo, pues la transferencia genética de colores al algodón comercial reduciría drásticamente la necesidad de tintes químicos que son altamente contaminantes, además de disminuir el consumo de agua y energía requeridos en los procesos convencionales de teñido. En consecuencia, se promueve una industria textil más verde, sostenible y respetuosa con el medio ambiente, que apoya la biodiversidad y protege el patrimonio natural y cultural peruano.
La revalorización del algodón nativo en Lambayeque debe integrarse en un modelo de economía circular, que promueva la sostenibilidad en toda la cadena de producción textil, esto implica minimizar los residuos, reutilizar y reciclar materiales, así como optimizar el uso de recursos naturales y apoyar a las comunidades locales para que generen valor agregado a sus productos.
Proceso completo
La economía circular se refleja en el proceso completo: desde la siembra sostenible y respetuosa con el ambiente, pasando por la cosecha, desmote, hilado y tejido artesanal hasta la comercialización de productos textiles con valor agregado. Los residuos y subproductos del algodón también se reutilizan en otras actividades, evitando desperdicios y fomentando la creatividad en manufacturas; estos residuos y los subproductos pueden ser transformados en insumos para otras artesanías, así como producción de aceite de cocina a partir de sus semillas, el cual es valorado por sus propiedades nutricionales debido a su alto contenido de ácidos grasos esenciales, especialmente omega 6.
De esta manera se cierra el ciclo productivo y evitando el desperdicio. Además, el desarrollo de técnicas tradicionales optimizadas junto con la tecnología moderna fortalece el tejido social y económico de la región, impulsando mercados locales y nacionales con productos de alta calidad y reconocimiento.
Este modelo impulsa la inclusión social, especialmente de mujeres artesanas, y contribuye a reducir el impacto ambiental de la industria textil tradicional, alineándose con estándares globales de sostenibilidad y protección del patrimonio natural y cultural.
La revalorización del algodón nativo en Lambayeque representa una valiosa oportunidad para potenciar la economía circular en la región, promoviendo un desarrollo sostenible que respeta tanto el patrimonio cultural como el medio ambiente. Las investigaciones que se desarrollan demuestran cómo la biotecnología puede integrarse con el saber ancestral para transformar la industria textil, reducir impactos ambientales y fomentar el bienestar social y económico de las comunidades lambayecanas, posicionando al algodón nativo como un símbolo de identidad y progreso sostenible para el Perú.
(*) Biólogo - Universidad César Vallejo
“Justicia que tarda no es justicia”, reza un viejo refrán que bien podría aplicarse a los procesos laborales en Lambayeque, cuyas vistas de causa en segunda instancia se están programando para inicios del 2027, según refieren especialistas en derecho laboral.
El principal motivo subyace en la sobrecarga procesal que tiene la única sala en Lambayeque que ve procesos laborales del derecho privado, tal como explica Luis Escajadillo Castillo, secretario del Sindicato de Trabajadores de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque.
“En materia laboral tenemos tres salas: dos que ven únicamente materia en contencioso administrativo, es decir, ven temas de UGEL, de universidades públicas, gobierno regional, municipios, lo que es régimen 276 y CAS; y solo una, la Segunda Sala Laboral, que ve materia laboral privada, que es el régimen 728. Esta sala ya no se da abasto y está programando audiencias de vista de causa en segunda instancia para finales del 2026 e inicios del 2027”, describe el dirigente sindical.
Celeridad
Al respecto, Escajadillo Castillo califica de urgente la creación de una nueva sala que oxigene un poco la carga que tiene actualmente la Segunda Sala Laboral. Si bien reconoce que existe un ofrecimiento de implementar esta sala en el 2026, hace hincapié en la necesidad de que esto se haga lo más pronto posible para que el trabajador tenga una protección adecuada.
“No hablo de supuestos gaseosos, nosotros como sindicato tenemos procesos, cuyas audiencias están llegando a finales del 2026. ¿De qué justicia laboral estamos hablando?”, apunta.
A ese pedido se suma el reconocido especialista en derecho laboral Carlos Palomino Guerra, quien exhorta al presidente de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque, César Bravo Llaque, a seguir insistiendo ante las autoridades del Poder Judicial para la creación de esta sala.
“Todos entendemos que la implementación de esta sala transitoria depende del Ministerio de Economía y Finanzas, que deberá autorizar el presupuesto para que el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial la apruebe y se haga la descarga laboral. Espero que nuestra orden, con su decano Enrique Rodas Ramírez, apoye en estas gestiones para lograr el objetivo, que no solo es un propósito del presidente de la Corte”, manifiesta.
Norma
En ese marco, Luis Escajadillo considera indispensable también la aprobación del proyecto de ley del Nuevo Código Procesal de Trabajo, herramienta que permitirá un proceso laboral más célere y eficaz, a fin de no repetir la “amarga experiencia” que se viene dando con la actual Ley Procesal de Trabajo.
“Si bien en el 2012 se aprobó la Ley n.° 29497 – Ley Procesal del Trabajo, ya pasaron más de diez años y no ha dado los resultados esperados. Es importante que se discutan estas normas para que también se aceleren los procesos. Así como hablamos de juzgados de flagrancia, de violencia familiar, juzgados penales y ahora de la oralidad en el proceso civil, también queremos que se hagan más cortos los plazos en materia laboral. Ya pasaron más de diez años de la Ley n.° 29497 y no ha dado los resultados esperados. Esperamos que con este cambio en el Legislativo haya nuevas luces y el trabajador se sienta protegido con un proceso corto, pero que cuente con herramientas básicas y eficaces”, manifiesta.
Escajadillo explica que uno de los avances que se ha dado en materia laboral es que ahora los procesos ya casi no llegan a la Corte Suprema en casación, pues para esta instancia se pide que la pretensión del trabajador supere los 237 mil soles, lo cual por lo general no ocurre.
“Esto es un alivio, porque en la Corte Suprema los procesos demoran tres, cuatro, hasta cinco años. Pero lo problemático en Lambayeque está en tener una sola sala laboral para casi seis juzgados laborales. A eso hay que sumarle que, después de la pandemia, se incrementó la informalidad laboral y los incumplimientos en esta materia son pan de cada día”, añade.
En virtud de todo esto, afirma que hoy los trabajadores se ven obligados a acudir a la justicia laboral, dado que la conciliación en esta materia realmente no funciona, según su parecer.
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En el marco de un encuentro organizado por el Colegio de Periodistas de Lambayeque, la directora de El Búho de Arequipa, Mabel Cáceres Calderón, y el director de Huanca York Times, Percy Salomé Medina, compartieron sus experiencias como ejemplos del periodismo regional en el Perú. Ambos coincidieron en que la sostenibilidad y la adaptación a la digitalización son hoy los mayores retos para los medios fuera de Lima.
Mabel Cáceres comenzó recordando que su medio cumplió 25 años de existencia este año, pero aclaró que no considera que sea una historia de éxito en el sentido convencional. “El éxito es una colección de fracasos. El periodismo como la vida es un andar antes que una meta”, señaló.
La periodista explicó que, además de las dificultades comunes a toda la prensa, el periodismo regional enfrenta barreras adicionales como el centralismo político, económico y cultural del país. “El Perú tiene esa característica mucho más acendrada. En el campo de la información, la televisión regional prácticamente es inexistente, salvo contados canales en Cusco o el norte. La radio informativa también se concentra en pocos grupos”, dijo.
Uno de los principales problemas identificados es la concentración de la inversión publicitaria en Lima. Cáceres Calderón detalló que “el 98 % de la inversión publicitaria está centralizada en la capital. Incluso la publicidad que se destina a regiones se contrata en Lima a través de agencias o brokers. Eso hace cada vez más difícil sostener medios locales”.
Ante este panorama, El Búho inició un proceso de transformación digital. La directora recordó que el medio nació en el año 2000 como un semanario impreso, pasó luego a ser una revista mensual en papel couché, incursionó en televisión y, desde 2015, apostó decididamente por el entorno digital. “Abrimos la web y nos sumamos a las redes sociales. Hoy la mayor audiencia ya no está en la web sino en las redes”, comentó.
La experiencia con nuevas plataformas ha tenido giros inesperados. “Al inicio me resistí a abrir TikTok porque pensaba que era solo para bailar, pero hoy es la red donde tenemos más seguidores, alrededor de 400 mil”, indicó.
Mabel Cáceres reconoció que la sostenibilidad económica sigue siendo un reto. “El secreto ha sido adaptarnos con un equipo pequeño, joven y flexible. Hemos pasado del papel a la web y ahora a las redes. Nos falta consolidar un modelo económico sostenible, como a todos los medios grandes o pequeños”, afirmó.
Para ella, el futuro pasa por dos ejes: la adaptación tecnológica y la lucha contra el centralismo. Sobre lo primero, destacó la necesidad de asumir el impacto de la inteligencia artificial: “Es una revolución comparable a la llegada de internet. Debemos usarla en nuestro favor y prepararnos para no quedar rezagados”. Sobre lo segundo, subrayó que “sin descentralización en publicidad, decisiones y agenda informativa, los medios regionales seguirán en desventaja”.
La experiencia de Huanca York Times
Percy Salomé relató que su medio nació en 2022 como un portal digital impulsado por periodistas con experiencia en prensa y derechos humanos. El nombre, que juega con una broma local sobre las granizadas en Huancayo, buscaba conectar tanto con los jóvenes como con la diáspora huancaína en el extranjero.
Al reflexionar sobre los indicadores de éxito, Salomé Medina reconoció que Huanca York Times ha logrado visibilidad en poco tiempo. “Hemos sido referenciados por medios nacionales y digitales como La Encerrona, sobre todo cuando la coyuntura nacional giraba en torno a Vladimir Cerrón y la mirada se puso en Junín”, explicó.
El director resaltó que las redes sociales fueron un factor decisivo. “Somos migrantes del impreso, pero aprendimos de los nativos digitales. Hoy tenemos unos 178 mil seguidores y un tráfico web de alrededor de 60 mil visitas al mes, cifras inusuales para un medio regional”, sostuvo.
Sin embargo, reconoció que la sostenibilidad económica sigue siendo el gran desafío. “La pregunta es si puede ser rentable un medio digital en regiones. Aún no hemos logrado un modelo de negocio claro que nos haga viables en el tiempo”, señaló.
El periodista recordó que, antes de consolidarse como medio, Huanca York Times empezó como un blog en la época en que esta herramienta se popularizó en el país. Con el tiempo, la propuesta se consolidó con un enfoque informativo y una identidad local con proyección global. “Aspirábamos a que nos lean no solo en Junín sino también los huancaínos en el extranjero. Esa era la idea inicial”, explicó.
Retos comunes
Ambos expositores coincidieron en que la digitalización abrió oportunidades, pero también planteó exigencias constantes de adaptación. En palabras de Mabel Cáceres, “ya no existe más esa prensa generalista que pretendía llegar a todos. Ahora son los nichos los que funcionan”.
Para Percy Salomé, el desafío es combinar la innovación con la sostenibilidad. “Si no resolvemos la parte económica, la continuidad de los medios digitales regionales siempre estará en riesgo”, advirtió.
Finalmente, Mabel Cáceres insistió en que la clave es la resiliencia y la capacidad de reinventarse. “Poder adaptarnos, abrir la cabeza, no negarse al cambio, tener la agilidad suficiente para estar siempre. Ese es el camino para seguir haciendo periodismo en regiones”, concluyó.
Se ha vuelto una sana costumbre que el Colegio de Periodistas de Lambayeque realice conversatorios con exponentes del periodismo regional. Este año no ha sido la excepción y, como antesala al Día del Periodista, se organizó el conversatorio ‘Periodismo y nuevos periodistas’.
La actividad contó con la presencia de Yoyse Machuca, director del diario Panorama Chiclayano; Rosa María Loro, reportera de RPP; Fátima Constantino, reportera y conductora de Exitosa; Verónica Hoyos, redactora del diario La Industria; y Emmanuel Moreno, corresponsal e integrante de la Unidad de Respuesta Periodística Inmediata – URPI, del diario La República.
Los inicios
Yoyse Machuca cuenta que se inició en el periodismo como camarógrafo para Frecuencia Latina. Luego pasaría a trabajar a Radio Star junto a Óscar Capuñay Terán, después iría a Radio Universal y finalmente recalaría en el Diario La República, medio al que ingresó siendo practicante.
“En La República me quedé veintisiete años. Empecé de practicante, luego fui redactor y terminé como jefe de informaciones desde el 2004 hasta el 2023 que salí de allí”, cuenta el hoy director del Diario Panorama Chiclayano.
A su turno, Verónica Hoyos relata que inició en el periodismo en el 2010 junto a Segundo Correa en una revista agroexportadora. Ella había terminado la carrera técnica de turismo y hotelería e ingreso como asistente. Allí hizo sus pininos.
“Ingresé un 1 de junio del 2010. El señor Segundo Correo me enseñó a ser periodista, fotógrafa, vendedora de publicidad. Tras su muerte me fui a una revista azucarera en Trujillo, pero ya tenía la duda de si mi vocación era ser profesional de turismo y hotelería. Llegué a la conclusión de que no era lo mío y para la quincena de noviembre del 2015 entré a Best Cable. Ese día me di cuenta que lo mío era la comunicación”, indica.
Por su parte, Rosa María Loro narra que sus inicios al periodismo están ligados a la época colegial, dado que con un docente hicieron radio en la misma institución educativa. Ingresó en el 2009 a la Escuela de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo y al culminar ingresó a trabajar al área de relaciones públicas en la Municipalidad de San José, distrito del cual es natural.
“Después de unos meses se dio la oportunidad de trabajar como operadora de radio del Grupo RPP. En el 2019 llegaron jefes de Lima y me propusieron locutar las temperaturas y apoyar con las redacciones. Así empecé. Ya luego se me dio la oportunidad de empezar como reportera. Actualmente tengo ocho años en el grupo, de los cuales en cinco me desempeñé como operadora y tres en calle”, revela.
En tanto, Emmanuel Moreno cuenta que su inclinación al periodismo surge por su papá Antonino Moreno Romero, quien es periodista. Cuando cursaba el noveno ciclo de Ciencias de la Comunicación empezó a hacer prácticas en el semanario Cinco, que editaba la Universidad Señor de Sipán. Luego hizo prácticas en Cosmos TV y cuando egresó de la universidad puso una revista deportiva de nombre Factor D junto a un grupo de amigos.
“Luego me llegó la oportunidad de ser parte del Diario La Industria, gracias a la recomendación de mis profesores. Dejamos allí la revista y me dediqué enteramente a hacer periodismo en La Industria junto a Álex Cárpena y Lester Solís. El 28 de febrero del 2020 decidí no renovar y en noviembre de ese año llego a La República”, manifiesta.
Experiencias
Yoyse Machuca resalta como experiencia la vez en la que fue a las lagunas de las Huaringas, a más de 4000 metros de altura y cinco grados de temperatura. “Para llegar es muy difícil porque desde la comunidad de Salalá, que es la última, hay que ir a caballo por tres horas en un camino que es de subida. Nos fuimos con el brujo Santos Vera de Túcume y esa noche él decía que una persona grande iba a llegar. Y quien llegó al siguiente día fue el presidente Alberto Fujimori”.
Verónica Hoyos recuerda una cobertura de la época de pandemia. “Una noche iba en un patrullero por un operativo que hacía la Policía y vimos a una señora tendida en la calle. Bajó un alférez, pero fue triste ver que el personal de salud le negaba la atención a esa paciente. Llamamos a las autoridades, al SAMU, queríamos que alguien nos preste una ambulancia y nadie nos quiso ayudar. La señora se moría en la calle y no podíamos ayudarla”.
Rosa María Loro relata que en su segundo día haciendo calle tuvo que cubrir la llegada del presidente Pedro Castillo. “Yo me fui con todo el miedo, porque el primer día solo había reportado precios de un mercado. Era un colegio de José Leonardo Ortiz que estaba lejísimos. Siempre nos han dicho que en radio tenemos que contar lo que está pasando. Y recuerdo que cuando hice mi despacho describí hasta el momento en que se sacó la mascarilla. Esa fue una de mis primeras notas”.
En tanto, Emmanuel Moreno recuerda que le tocó cubrir la segunda vuelta de las pasadas elecciones presidenciales. Tuvo que ir a Tacabamba, ciudad donde iba a votar Pedro Castillo. “Recuerdo que, cuando llegamos al colegio donde votaba Castillo, todos grabábamos la entrada esperando su ingreso, pero él llegó por la parte de atrás con su sombrero, él conocía bien ese colegio. Nos dejó a todos fríos”.
En tanto, Fátima Constantino recuerda una anécdota del 2017, cuando fue a cubrir un tema policial al Ministerio Público. “Al salir el investigado, toda la gente enardecida que estaba afuera se abalanzó contra él. Yo iba con Clinton Medina, quien era mi fotógrafo, y lo perdí de vista, porque fue golpeado y cayó al suelo. Fue una de las primeras manifestaciones fuertes que cubrí”.
Las bendiciones para Chiclayo desde la elección del obispo emérito Robert Prevost Martínez como papa León XIV no cesan. El último fin de semana, una delegación de profesionales médicos de Italia llegó al Hospital Regional de Lambayeque para realizar dieciséis cirugías a pacientes con hemodiálisis y con necesidad de reconstrucción mamaria.
Piera Vincenti, periodista y voluntaria de la ‘Asociación de Promoción Social Ripartiamo’, cuenta que esta gesta empezó el día de la elección del papa León XIV: “Me encontraba en la plaza San Pedro de Roma y tomé la elección del santo padre como una señal, pues ya tenía programado mi primer viaje a Perú y justo salió electo un papa peruano”.
La llegada
Conversándolo con la presidenta de la Asociación Ripartiamo, decidieron venir con el impulso de la Cooperativa San Bernardo al Perú para desarrollar proyectos de salud. Así, para el mes de julio volvieron a Chiclayo y tomaron contacto con la diócesis, con Cáritas y con el padre Edgard Rimaycuna Inga, secretario personal del papa, quien, hizo posible su llegada al Hospital Regional para brindar el apoyo a los pacientes.
“Él nos brindó su ayuda y dio los contactos para ponernos de acuerdo con las instituciones y así llegar al Hospital Regional. Le habló al papa León XIV de este proyecto y el santo padre nos ha dado su bendición”, relata.
De esta forma, la semana pasada llegó un equipo conformado por dos cirujanos oncoplásticos especializados en reconstrucción de mamas, una nefróloga, un cirujano vascular, una oncóloga y una psicóloga. Fueron tres días intensos de cirugías, en los cuales se atendió a siete pacientes en reconstrucción mamaria y a nueve de hemodiálisis con la creación de fístulas arteriovenosas.
Intercambio de conocimiento
Por su parte, el doctor Ernesto D’Angelo Ramos, jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Regional, refiere que la labor de los galenos italianos fue sostenida por los médicos residentes y el personal de enfermería e instrumentistas del área quirúrgica, quienes brindaron el soporte necesario, propio de un establecimiento del nivel III-1 como es el Regional.
En tanto, el gerente regional de Salud, Yonny Ureta Núñez, indica que en Lambayeque se tienen las puertas abiertas para todos los organismos internacionales que apuesten por venir e intercambiar conocimiento.
“Hablamos de casi 40 horas de intervenciones quirúrgicas. A nosotros nos permite aprender de ellos, ver nuevas técnicas y formar lazos para que, en un futuro, nuestro personal médico también pueda viajar a hospitales de Europa y se capaciten”, manifiesta.
Al respecto, antes de irse, los médicos italianos también realizaron una jornada de capacitación médica a estudiantes, internos, residentes y especialistas del Hospital Regional, tanto en cirugía reconstructiva como en manejo de pacientes oncológicos.
“Realmente estamos muy contentos con este curso de innovación médica y espiritualidad porque tenemos que humanizar al personal de salud, de manera que no se trate solamente al paciente por un órgano enfermo o una complicación de salud, sino pensar que es un todo, que tiene un espíritu, un alma, que tiene sentimientos. Debemos tratarlo de esa forma”, enfatiza.
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