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CLEMENCIA PARA CLEMENTE: CONGRESISTA POR LAMBAYEQUE ENTRE LA ESPADA Y LA PARED

Escribe Fernando Noblecilla Merino para la edición N 985

Suele decirse de las personas que tiene mucha suerte en la vida, “seguro nació de píe”. Ese puede ser el caso del actual congresista “ppkausa” por Lambayeque, Clemente Flores Vílchez.  Nacido en el distrito de Querecotillo, provincia de Cutervo, en  Cajamarca, en una familia muy humilde. Este abogado soltero, a sus 44 años, logró conseguir una de sus metas: llegar al Parlamento después de algunos intentos fallidos en la política.

 

Hermano de Ernesto Flores Vílchez, conocido como “El pollero”, hoy uno de los más importantes “inversores” en la industria azucarera, Clemente ha tenido que ventilar su vida privada, ante las exigencias de las normas electorales. Y claro hay detalles que llaman la atención.

 

En su Declaración Jurada presentada al Jurado Nacional de Elecciones - JNE, manifestó tener ingresos mensuales de 48 mil soles y no contar con ningún bien inmueble o mueble. O sea, ni un solo vehículo, ni un humilde departamentito. ¿Le creemos? Como se ha dicho siempre, “el papel aguanta todo” y en favor de Flores, habría que decir que por lo menos, consignó sus ingresos mensuales. Así que “misio” no es.

 

Otro detalle, es el tiempo que demoró en estudiar su secundaria, que no hubiera tenido nada de malo, si es que al momento de dar sus datos al JNE no hubiera brindado información falsa. Resulta que Flores juró que había estudiado su secundaria en el Colegio Alipio Ponce de Chiclayo, entre el 2001 y el 2005. Sin embargo con Oficio N° 014-IE-AP-CH-2016, del 17 de febrero 2016, el director del plantel, Misael Bonilla Barboza, lo desmintió.

 

Resulta que Clemente Flores, había estudiado, primero y segundo entre el año 1994 y 1995. El tercer año lo hizo en 1995. El cuarto, lo hizo en el 2004 y el quinto, en el 2005. Posiblemente por motivos de trabajo, Flores demoró once años terminar sus estudios. No habría nada que criticar si es que no hubiese dado información falsa en su declaración.

 

El Jurado Electoral Especial – JEE de Chiclayo, presidido por el juez superior Juan de Dios Lara Contreras, en un gesto de magnanimidad, dispuso que se realizara una anotación marginal en su Declaración Jurada, por tratarse de un “error”. Como si fuese cosa normal que uno se olvide de los años en los que estudió. Y con esa clemencia, Flores se salvó.

 

INFORME DE LA CORTE

Sin embargo, después, y atendiendo a una denuncia, Lara Contreras, solicitó con el Oficio N° 541-2016-JEE-Chiclayo, del 1 de marzo del 2016, a la Corte Superior de Justicia de Lambayeque la confirmación de sentencias por incumplimiento de obligaciones familiares o alimentarias, contractuales, laborales, o por incurrir en violencia familiar que hubiesen quedado firmes de los 85 candidatos al Congreso que participaron de las elecciones pasadas.

 

En ese oficio el JEE le pedía expresamente a la Corte “acompañar copia autenticada de las piezas procesales respectivas del señor Clemente Flores Vílchez”. Sin embargo el 25 de marzo, la Fiscalizadora de Hoja de Vida, Elizabeth Huamán Obregón, daba a conocer a Lara que la Corte no había alcanzado ninguna información.

 

Y entonces aparecen extraños movimientos documentarios. La jueza (p) del Primer Juzgado Civil de Chiclayo, Clara Odar Puse, con oficio N° 014-2016-JR-CI01, del 22 de marzo 2016, le dice a la Presidenta de la Corte que Clemente Flores Vílchez tenía una demanda efectuada por el Ministerio de Economía y Finanzas, la misma que estaba en el Expediente N° 719-2001.

 

Ese mismo día a las 3:02 de la tarde el oficio es recibido en la Presidencia. Al día siguiente, miércoles 23 de marzo, con Oficio N° 2067-2016-P-CSJLA/PJ, la presidenta de la Corte de Lambayeque, Ana Salés del Castillo, envió al JEE de Chiclayo lo informado por la jueza Odar Puse.

 

¿Saben cuándo llegó a manos del JEE? El viernes 1 de abril a las 10:46 de la mañana. Es decir un documento de tremenda importancia demoró más de siete días en llegar a su destino. Y llegó justo cuando se había vencido el plazo para aplicar la exclusión del candidato por haber mentido en su declaración.

 

EL EXPEDIENTE

¿Pero a qué se refería el Expediente N° 719-2001? Resulta que el 25 de enero de 1999, los hermanos Ernesto y Clemente Flores Vílchez avalaron un pagaré de 13 mil dólares americanos a favor de la Avícola El Papeadito SA, cuyo dueño era Jorge Lee Carrera.

 

La operación se hizo en el Banco Latino, que poco tiempo después quebró y desapareció. Es entonces que el Ministerio de Economía y Finanzas asumió la cartera de morosos del Latino y entre ellos el pagaré de Lee Carrera, que no había sido pagado.

 

El 13 de Marzo del 2002, el Primer JEC de Chiclayo, emite la Resolución N° 1, admitiendo la demanda interpuesta por el MEF, contra “Avícola El Papeadito SA” sobre “obligación de dar suma de dinero” en vía de proceso ejecutivo y aunque no los menciona, es de entender que en algún momento iban a ser comprendidos los hermanos Flores Vílchez por haber sido avalistas.

 

El 22 de junio del 2004, el juzgado emite la Resolución N° 12, a través de la cual falla declarando fundada la demanda del MEF contra la avícola y los Flores Vílchez, ordenando que “se siga adelante con la ejecución, hasta que los ejecutados cumplan con cancelar la obligación de los 13 mil dólares americanos más los intereses.

 

Los ejecutados apelan, la sala superior confirma el fallo de primera instancia y entonces Ernesto Flores decide ir en casación a la Corte Suprema, que el 24 de mayo del 2005 emite una sentencia desbaratando los argumentos que sustentaban la casación y condenan al recurrente “al pago de las costas y costos originados en la tramitación del recurso, así como a la multa de tres Unidades de Referencia Procesal”. 

 

El tiempo pasaba y pasaba, pero la cuenta seguía ahí. Durmiendo pero engordando. Es así que el 23 de octubre del 2012, en el Estado de Cuenta de Saldo Deudor emitido por el analista del FONAFE, José Luis Robles, se señala que la avícola y los hermanos Flores, debían 152 mil 98.31 dólares americanos.

 

Por su parte, el Perito Revisor Carlos Purisaca Cornejo le informó al Juez del Primer Juzgado Civil de Chiclayo, con Oficio N° 0494-2013, del 16 de mayo, que la deuda era de 173 mil 946.12 dólares americanos.

 

En la lógica más elemental, esa era la suma a pagar básicamente por los hermanos Flores. Sin embargo el 31 de mayo del 2013, se les “apareció la Virgencita” personificada en el Gerente de Liquidaciones y Cobranzas del FONAFE, Oscar Malca Naranjo, el mismo que con un simple memorando N° 221-2013/GLC-FONAFE, le comunica al Supervisor de Procesos Judiciales que “Ernesto Flores Vílchez ha cancelado 13 mil dólares… Por lo tanto sírvase informar a los juzgados indiciados. Asimismo, proceda al desistimiento de la medida cautelar de embargo…”. Y así los Flores se salvaron.

 

PELIGROSA OMISIÓN

Pero como quiera que el candidato Clemente Flores Vílchez había mentido al no incluir una sentencia firme en su Declaración Jurada, que la información de la Corte de Justicia, con la que pudo ser excluido, llegó tarde al JEE de Chiclayo y por eso pudo participar y llegar al Congreso, lo que no pudo evitar fue que en su Resolución N° 0015-2016 el JEE-Chiclayo  dispusiera para que el Ministerio Público, proceda de acuerdo a sus atribuciones “bajo responsabilidad”.

 

Esa responsabilidad llegó al despacho del fiscal de la Segunda Fiscalía Provincial Penal, Carlos Osores Padilla, que en un nuevo gesto de magnanimidad lo notificó en seis oportunidades a Clemente Flores para que fuera a dar su declaración.

 

El pasado 16 de setiembre, ya congresista, lo hizo. Entre otras cosas dijo que ganaba solo 15 mil soles. ¿Cómo?, ¿Y los 48 mil que consignó en su declaración jurada? También señaló que pasado el tiempo “como diez años me entero que había un proceso”, olvidando extrañamente, que ya en el 2002 los había tenido como protagonistas a él y a su hermano Ernesto.

 

Hoy, se conocen rumores de fuertes presiones al fiscal Osores. ¿De dónde? ¿Quién sabe señor? Es inexplicable que lo haya citado a Flores y recién en la sexta vez haya acudido. A un convocado normal, a la tercera lo llevan de grado o fuerza. A él no. Dicen que hay intensas presiones internas y externas. Osores es un fiscal experimentado y capaz. ¿Cederá?

 

Bueno si así fuera, quedaría confirmado entonces que hay mucha clemencia para Clemente.

 

 

 

* Periodsta, Director de Así Somos - Canal 21 /TV Norte.

 

Fernando Noblecilla Merino
Fecha 2016-10-28 18:51:24