El exjefe de la Autoridad Nacional del Agua – ANA, Carlos Pagador Moya participó en el foro organizado por el Colegio de Periodistas de Lambayeque, con apoyo de Koplast y las concesionarias del Proyecto Olmos, para relievar los 20 años de la firma del contrato del trasvase. Durante su exposición, remarcó la necesidad de garantizar la ejecución de la segunda fase de este componente, que empieza por el recrecimiento de la presa Limón hasta los 80 metros de altura.
“Olmos es una experiencia exitosa a diferencia de otros proyectos de irrigación en el Perú que tienen más de 50 años desde que se aprobaron y aún no se concluyen. Todos los proyectos de irrigación en el Perú están prácticamente trabados, por eso es necesario que Olmos siga siendo ejemplo y para ello se tiene que impulsar la segunda fase, que consiste en el recrecimiento de la presa Limón”, mencionó.
Pagador Moya hizo una revisión de los principales proyectos de irrigación en el Perú, como Majes – Siguas, que está entrampado por razones políticas o Chinecas, que tiene serios problemas de invasión de las tierras a irrigar.
Medidas necesarias
Es necesario – dijo – que se adopten medidas concretas para abordar los problemas existentes en torno a los proyectos de irrigación, a fin de asegurar el manejo responsable y eficiente del recurso hídrico con fines productivos.
“Cuando los proyectos Chinecas y Chavimochic estén en todo su desarrollo, probablemente aún quedarán 500 millones de metros cúbicos de agua para botar al mar, por eso es que siempre se dirá que es posible ser más eficientes y hacer reverdecer el desierto peruano. Majes ha pasado a potestad del Ministerio de Desarrollo Agrario y este ha dicho que recién en 11 años estará destrabado; Puyango – Tumbes está trabado, pero lo que se debería hacer es volver a diseñarlo. Como esos casos, hay muchos”, dijo.
Remarcó que Olmos ha resultado exitoso porque el contrato tanto para el trasvase como para la irrigación consideraron la operación y mantenimiento, lo que genera garantías sobre su ejecución.
“El gobierno quiere ejecutar proyectos de irrigación bajo el esquema de Gobierno a Gobierno, pero el problema vendrá después, con la operación. ¿Por qué Olmos ha dado resultados? Porque se concesionó ejecución, operación y mantenimiento, con lo cual el concesionario quedó obligado a hacer una buena obra, porque si esta era deficiente después tendría problemas para operar y eso significaba costos para él”, explicó.
Proyectos en espera
Cuestionó el desfase que existe entre los proyectos desde su diseño hasta la actualidad, citando como ejemplo la construcción del reservorio para el valle de Tambo, en Arequipa, a cargo del Programa Subsectorial de Irrigaciones – PSI.
“Quieren construir un reservorio con un proyecto y costos que datan de 1982. Ha habido cinco intentos para licitarlo, el último fue en el 2020 y todos han sido declarados desiertos. ¿Esa es la carta de presentación que tiene el Estado? Es muy complicado”, indicó.
Pagador Moya aseveró que para concertar los proyectos de irrigación en el país, es necesario dar funciones claras a las entidades correspondientes, “porque tenemos proyectos esperando ser terminados, con problemas sociales, legales, de financiamiento y técnicos que no pueden seguir entrampados”.
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