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Apología al cristianismo - Parte I

Escribe: Luis Soto Jiménez (*)
Edición N° 1363

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“La física contesta sobre la pregunta: ¿qué había antes en el universo? - No había antes pues el tiempo es un parámetro de la materia”. S.J. Manuel Carreira.

[ …]  ¿Dios existe o no existe? La respuesta sólo puede ser afirmativa o negativa. Y dado que la razón aquí no puede intervenir – no sabría escoger entre las dos respuestas, ni excluiría a ninguna de las dos- es preciso apostar como en un juego por la existencia o no existencia de Dios. Las ventajas, desde luego, se inclinan en favor de la primera respuesta, pues en caso de ganar, se gana todo (una existencia infinita); y en caso de perder, no se pierde nada. En consecuencia – concluye Pascal- hay que apostar en favor de la existencia de Dios [ …]  pág. 14. Pascal, B. (1984). Pensamientos. Editorial Sarpe.

¿Cree usted en Dios?

En esta oportunidad me encargaré de defender un punto de vista muy polémico, menester de sentar una posición no solamente de credo, sino filosófica, científica, física y matemática, tal vez, para personas no creyentes, ateos o agnósticos le resultase muy incómodo polemizar, pero es fundamental leer con objetividad los hechos científicos. Para tal efecto, es preciso dilucidar ante tanta confusión lo que Dios puede significar.

La academia nos manifiesta: Del lat. deus. Escr. con may. inicial en acep. 1 como nombre propio antonomástico. Significa:

1. m. Ser supremo que en las religiones monoteístas es considerado hacedor del universo. Sin.: Todopoderoso, hacedor, Creador, Providencia, Excelso, señor, Padre, Plasmador.

2. m. y f. Deidad a que dan o han dado culto las diversas religiones politeístas. Sin.:         deidad, divinidad, diva, dea, demiurgo.

Sin embargo, ante dicha definición por la RAE, viene una muy particular impartida por el catolicismo y para los cristianos, para tal efecto, no se usa la academia (RAE) sino en la biblia, donde Dios cobra por así decirlo humanidad.

Antropomorfismo de Dios

La catequesis clásica nos menciona que “el hombre está hecho a obra y semejanza de Dios” (según Gen 1, 26-27), aquí inicia un punto esencial para los ateos y no creyentes ¿Por qué Dios tiene que ser una figura humana? ¿Por qué se le relaciona con características humanas?, antes de responder, miremos otros ejemplos recurrentes manifestado por Compelling Truth:

Se dice que Dios tiene un "rostro".  Él pone Su rostro contra el mal (Levítico 20:6).

Números 6:25: “El Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia”.

Se dice que Dios tiene "manos" en muchas ocasiones, tal es el caso en Éxodo 7:5 Dios dice: "Cuando extienda mi mano contra Egipto", en Isaías 23:11, "Extendió su mano sobre el mar".

El salmista se refirió a que Dios tenía armas: "con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos" (Salmo 89:10b).

Deuteronomio 4:34 y 5:15, al igual que otros pasajes, mencionan el "brazo extendido" de Dios.

La Escritura también se refiere a los "ojos" de Dios. Leemos que "los ojos del Señor" están sobre los justos (Salmo 34:15).

Para Deuteronomio 11:12: “Y Dios tiene la mirada sobre la tierra”

En la oración, las Escrituras suelen referirse a los oídos de Dios. Por ejemplo, 2 Reyes 19:16 dice: "Inclina, oh Señor, tu oído, y oye".

Nehemías 1:6 dice: "esté ahora atento tu oído".

Incluso, algunos pasajes se refieren a los pies de Dios. Por ejemplo, Isaías 66:1 dice: "El Señor dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies..."

Como se ha podido leer, relacionar a Dios es también hacerlo directamente con su creación y, por ende, concebir una igualdad o semejanza para evitar así, una condición meramente abstracta de Dios. Debemos entonces, consentir como punto de partida: ¿Por qué creer que Dios existe sin prueba física humana?, esta pregunta se le hizo a la postre el físico judío alemán Albert Einstein, quién jamás asintió con regularidad a ningún tipo de fervor religioso. Éste mostró siempre una profunda admiración hacia el misterio del universo a través del cual intuía y vislumbraba el Dios filosófico de Spinoza. ¿Qué decía Spinoza de Dios?, expresaba que Dios se revela en la armonía, en el orden de lo que existe y que no se interesa por las acciones y el destino de los humanos.

El principio antrópico

Este concepto se origina en la contemplación de lo inquebrantables que son las condiciones requeridas para que la vida exista en el cosmos, así como en la admiración por el hecho de que la vida no podría haberse desarrollado si alguna de las constantes fundamentales de la naturaleza tuviese un valor ligeramente diferente. Para comprender lo anterior, es necesario recurrir a información científica. En términos de masa, se estima que el universo tiene un volumen de aproximadamente 1x1050 toneladas (ton) y, además, es importante tener en cuenta que hay cuatro fuerzas que dominan la materia: la gravedad, el electromagnetismo, la fuerza nuclear fuerte y la fuerza nuclear débil.

Para el caso, de la fuerza electromagnética es 1x1040 más potente que la fuerza gravitatoria, cuando se habla que si se modificase un parámetro o sea si esta fuerza sería 1x1039, los científicos realizan cálculos concluyendo que no se podría formar moléculas y, por tanto, no existiría vida. Para el caso de la fuerza nuclear fuerte es 137 veces más intensa que la electromagnética, se calcula si fuese mayor o menor, por tanto, no habría vida, ¿qué pasaría si el protón que pesa más 1836 más veces que el electrón?, pues no habría vida.

La teoría del Big bang

La ley de Hubble-Lemaître publicada en inglés en el siglo XX por Edwin Hubble en 1929, y descubierta y publicada en francés en 1927 por George Lemaître1?, anteriormente llamada ley de Hubble, ? es una ley de la física que establece que el corrimiento al rojo (velocidad de recesión) de una galaxia es proporcional a la distancia a la que está, lo que es lo mismo que expresar que cuanto más lejos se encuentra una galaxia de otra, más rápidamente aparenta alejarse con respecto a ella. Se considera la primera evidencia observacional del paradigma de la expansión del universo y actualmente sirve como una de las piezas más citadas como prueba de soporte de la Gran Explosión (Big Bang).

La respuesta de Lemaître a las dificultades para conciliar las dos soluciones de las ecuaciones de Einstein no se hizo esperar. Propuso una solución a las dificultades de conciliar las dos soluciones de las ecuaciones de Einstein.

En 1927, Lemaître presentó una teoría del universo en expansión, basada en el modelo de Einstein pero con un radio variable, utilizando datos de Hubble sobre las distancias y velocidades de las galaxias, descubrió que las galaxias más lejanas se alejan a mayor velocidad, lo que indica que el universo se está expandiendo, el ritmo de esta expansión es lineal: colocando en un gráfico las distancias de las galaxias en las ordenadas y sus velocidades en las abscisas,  calculó el coeficiente de expansión, que indica la rapidez con la que se alejan las galaxias en función de su distancia. Se mide en kilómetros por segundo (velocidad) por cada mega pársec* de distancia (km/s/Mpc).

Según Lemaître su valor ronda los 625 km/s/Mpc, aunque admite que «la precisión en las mediciones de distancias no es tal como para poder considerar válida la ley lineal». El sacerdote belga descubre así la ley de expansión del universo, éste consideraba que la fe y la ciencia eran dos formas distintas de llegar a la verdad. Así lo expresaba en una entrevista en al New York Times en 1931.

Una relación teórica respaldada por observaciones es una combinación mortal que no se puede ignorar, pero debe publicarse y el mundo debe saberlo. De hecho, las reflexiones de Lemaître acaban convirtiéndose en un artículo científico que, sin embargo, tiene un enorme defecto: casi nadie lo lee. “Un Univers homogène de masse constante et de rayon croissant rendant compte de la vitesse radiale des nebuleuses extra-galactiques” (Un Universo homogéneo de masa constante y radio creciente que explica la velocidad radial de las nebulosas extragalácticas.) se publicó en 1927 en francés en Annales de la Societé Scientifique de Bruxelles, una revista belga que no tenía muchos seguidores dentro de la comunidad internacional ciencia. La brillante obra de George Lemaître permanece en el anonimato.

En 1948, se calculó la prueba de la radiación que resultase evidencia de aquella explosión, ¿Cómo se sabe si hubo una hoguera o una explosión? Pues, presumiblemente a través de sus cenizas, resulta que se encontraron esas cenizas producto de la explosión inicial, las cuáles son: helio, deuterio, hidrógeno, estableciéndose también que la radiación de dicha explosión inicial continúa expandiendo el universo, incluso si esto ocurriese hace 13 700 millones de años, con una masa inicial de altísima temperatura y densidad y con un margen de error de menos del 10 %. Entonces nos preguntamos: ¿qué había antes del universo? La física moderna responde, no había antes, pues la consideración de tiempo es un parámetro de la materia y si no había espacio no había tiempo. Me ha quedado corto esta columna por la que deberá continuar en una segunda parte.

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(*) Ingeniero y magíster en Gestión Pública | luricsoji19@gmail.com

 

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