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UNA VIDA HECHA CON DISCIPLINA Y CIVISMO: Congreso de la República reconoce al maestro Hugo Vera Criollo

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1363

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El Congreso de la República reconoció al maestro Hugo Vera Criollo por su trayectoria al servicio de la educación en Lambayeque, destacando como uno de los instructores pre militares de mayor presencia a nivel departamental.

El homenaje del legislativo se canalizó a través del despacho del congresista José Arriola Tueros, quien confirió medalla y diploma “en reconocimiento a su brillante trayectoria como instructor pre militar y en agradecimiento por las enseñanzas impartidas, inculcando valores, principios, disciplina y sembrando conocimientos a los estudiantes”.

Formación profesional

Terminados sus estudios en el Colegio Santa Rosa de los Hermanos Maristas de Sullana, ingresó a la vida militar sin saber quizá que con ello empezarían 50 años de encomiable labor educativa marcada por los éxitos y el respeto bien ganado de quienes fueron sus alumnos.

Nacido a las orillas del Chira, en la vecina región Piura, Hugo Vera Criollo despertó desde muy joven su inclinación por la vida castrense, inspirado en la disciplina y los valores cívicos que los maristas forjaron en él durante su educación básica.

Es así como el uno de junio 1961, teniendo el grado de Sub Oficial de Tercera del Ejército, ingresó a la Pre Militar puesto a disposición de Ministerio de Educación, siendo enviado a sus 20 años de edad a la provincia de Huancabamba, lugar donde encontró más que su primer trabajo.

Llegada a Chiclayo

A fines del 63, Vera Criollo arribó como destacado a Chiclayo, esta vez, designado para trabajar en el Colegio Militar Elías Aguirre tomando a cargo la instrucción de la primera promoción aguirreña.

Tras cinco años de permanecer en el Elías Aguirre, fue trasladado para trabajar en Chiclayo, debiendo cumplir funciones de instructor en el colegio Karl Weiss, los particulares Elías Aguirre, Chiclayo y Modelo.

“Del Karl Weiss me queda un grato recuerdo. Dos días antes del desfile por el día de la Pre Militar que se celebraba el 27 de julio, era mi ensayo general final con quienes debían desfilar. Sin embargo, faltaron 23 alumnos, curiosamente los que pertenecían a la selección de fútbol del colegio. De acuerdo a las normas de aquel entonces, un estudiante que faltaba a los ensayos debía ser jalado en el curso y, por ende, verse perjudicado en el año académico. Sin embargo, en consideración de que los futbolistas habían faltado por entrenar, porque al día siguiente entra la inauguración de los juegos escolares, decidí no reprobarlos. Lo que sí hice fue imponerles un castigo: todos, incluido el aguatero, debían de raparse el cabello. Los muchachos al principio no aceptaron, pero no les quedaba de otra, era eso o jalar Pre Militar. Al día siguiente, en el Estadio Elías Aguirre, antes de la inauguración del campeonato se realizó la presentación de los equipos y se había instituido un premio a la selección con mejor presencia. Cuando le tocó desfilar al Karl Weiss el estadio entero se carcajeó por las cabezas rapadas, pero eso le dio uniformidad al equipo y los chicos ganaron el premio, ganaron el partido y después, fueron campeones nacionales de fútbol”, recuerda Hugo Vera, agregando que tres años más tarde se dispuso su retorno al colegio militar, ocasión en la que le tocó asumir otras funciones.

Regreso al Militar

“Retorné al militar, pero aparte de ser instructor me desempeñé como adjunto del jefe de Batallón, adjunto a la Sub Dirección del colegio, jefe de Relaciones Públicas y jefe de Personal, para ello, ya estudiaba Pedagogía y Relaciones Públicas, cuya carrera ya estaba terminando. Al ocupar estos cargos administrativos llegué a ser Oficial de Rancho, lo que demandaba una gran responsabilidad porque era el encargado de realizar las compras para la alimentación de los alumnos. Si de algo puedo preciarme, es que jamás tuve un castigo y me gané la confianza y respeto de mis superiores”, asevera.

Hugo Vera, logró culminar sus estudios de Pedagogía a través del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo de la Educación – INIDE.

“Al obtener el título pedagógico ascendíamos al grado inmediato superior, llegando en mi caso a Sub Oficial Maestro, que era el máximo nivel que existía en la carrera Pre Militar, lo que me obligó a tomar otro tipo de funciones, saliendo prácticamente de la instrucción después de 20 años”, señala.

Presencia en el glorioso

En 1977, Vera Criollo había sido trasladado al Colegio Nacional de San José, donde fundó lo que hoy es uno de los más grandes orgullos del glorioso, el famoso “Batallón Perú”.

“Llegué al San José destacado, donde me tocó realizar una gran labor disciplinaria con los más de cinco mil alumnos que allí estudiaban. Fui instructor de Pre Militar y por idea propia decidí fundar y organizar el ‘Batallón Perú’ en el año 79”, precisa, añadiendo que fundó el tradicional escuadrón sanjosefino inspirado en la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas II, que llegó para mediar en el conflicto generado entre Israel y Egipto, donde participó un contingente de nuestro Ejército denominado “Batallón Perú”.

Hasta el año 81 permaneció en el plantel sanjosefino como instructor Pre Militar y luego ingresó al Politécnico Pedro Labarthe como Coordinador de OBE, en razón de que la Pre Militar había sido desactivada. En el Labarthe trabajó tres años.

Desfile del 81

Sin embargo, ya desde 1979, el profesor Vera había empezado a trabajar en el Colegio Manuel Pardo, al ser convocado por el entonces director, Padre Juan Pérez de Urabaín para el dictado de Pre Militar de 3 a 5 de la tarde.

Para aceptar ese trabajo, el docente consultó con su entonces jefe inmediato, el director del Colegio San José, más aún porque desde ya se vivía la rivalidad entre manuelpardinos y sanjosefinos. La autoridad educativa autorizó a Vera Criollo para que labore por las tardes en el Pardo, pero por presiones del sindicato de profesores decidió prescindir de sus servicios.

Lo que pocos sabían era que ese año, el 81, se organizaría para Fiestas Patrias el primer desfile escolar teniendo como escenario la avenida Salaverry, donde por disposición de las autoridades educativas y militares se entregaría un solo gallardete para el ganador de la competencia entre colegios nacionales y particulares. Vale decir que el San José siempre ganaba los desfiles como colegio nacional, y el Manuel Pardo como colegio privado.

“Fue allí cuando se instituyó el gallardete Ciudad de Chiclayo, yo ya trabajaba para el Pardo, llegó el día del desfile y el jurado dio como ganador al Manuel Pardo de Chiclayo.  Con ello se armó una verdadera trifulca entre la gente. Antes, mientras los manuelpardinos desfilaban, los barristas del San José les arrojaban cáscaras de naranjas y de plátanos a la pista para que se resbalen, incluso llevaron pequeños equipos de sonido para hacer que los manuelpardinos pierdan el paso, pero ni aun así lograron su cometido. Por primera vez el Pardo le ganaba al San José en un desfile y así fue por nueve años consecutivos, hasta que se eliminó el premio Ciudad de Chiclayo”, rememora Vera Criollo.

Ejemplo de disciplina

El triunfo del Pardo sobre el San José fue la gran oportunidad que se necesitaba para que los alumnos se identifiquen más con su colegio y adopten las nuevas normas disciplinarias que Hugo Vera estaba imponiendo.

En los 32 años de servicio que Hugo Vera brindó en el colegio Pardo, llegó a ocupar la jefatura de Disciplina, tras la ausencia temporal del Padre Segundo Arana Jiménez. “A los padres que llevaban a sus hijos al Pardo les aplicábamos una encuesta en la que le pedíamos indicar tres razones por las que habían optado por el colegio. Curiosamente, los padres marcaban como primera opción a la disciplina y en segundo lugar a la calidad académica, cosa que incomodaba un poco a los sacerdotes vicentinos, pero que entendían que un buen colegio tenía que ser referente de educación cívica, moral e intelectual”, cuenta el maestro.

Tiempo después, Hugo Vera fue reconocido por la Promoción 67 del Colegio Manuel Pardo, como el mejor docente del colegio, en mérito a la manera cómo había logrado lauros manuelpadrinos, y por las obras ya alcanzadas, como la famosa Agenda Pardo, por ejemplo, que es un material de control que se entrega desde hace más de 30 años de manera ininterrumpida en el colegio y cuyo autor fue el maestro Vera.

En sus 32 años de presencia en el Pardo, el colegio vicentino logró ganar seis medallas de oro de la Mariana, la FAP, el Gobierno Regional de Lambayeque, la Municipalidad de Chiclayo y otras instituciones, así como 140 gallardetes en diversos desfiles competitivos dentro y fuera de Lambayeque, llegando incluso a representar a la región en el desfile que por el aniversario patrio se organizó en el gobierno de Alberto Fujimori, donde el Pardo quedó en el puesto 11 de los 24 colegios que marcharon en la avenida de la Peruanidad, a pesar de ser el único colegio particular que fue en representación de un departamento. “Cuando retornamos de Lima muchos nos cuestionarios y dijeron que en vez del Pardo debió viajar el San José. Años después, el San José fue en representación de Lambayeque y quedó en el 22 de 24 colegios participantes”, recuerda.

Vera Criollo integró la Legión de Honor Mariscal Andrés Avelino Cáceres, héroe de la Breña cuyas hazañas recopiló en un anecdotario que fue distribuido en las escuelas de la región.

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