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RETO DE CARA A SU CENTENARIO: MUSEO BRÜNING COMPROMETIDO CON EL RESCATE DE APURLEC

Escribe: Semanario Expresión
Edición N° 1123

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  • El complejo arqueológico es amenazado por invasores.
  • Este año el museo no tuvo presupuesto para investigación.

 

Tras las investigaciones realizadas en el Complejo Arqueológico Chotuna – Chornacap, el director del Museo Brüning, Carlos Wester La Torre, revela que su compromiso de cara al centenario del recinto es salvar Apurlec, monumento de la cultura Lambayeque ubicado a 10 kilómetros al sur de Motupe y que hoy atraviesa por serias amenazas, debido a la invasión de las comunidades aledañas y el arrojo de basura.

 

Wester La Torre comenta que trabajan de la mano con el Ministerio de Cultura para poner en valor el complejo monumental de más de 10 mil hectáreas, pues todos los días miles de personas pasan por ese sitio sin tener idea de lo que verdaderamente significa.

Apurlec se encuentra conformado por un conjunto de pirámides, canales troncales y recintos ceremoniales que lo constituyen como uno de los más antiguos centros urbanos de élite.

“En los próximos días vamos a hablar con el alcalde y las diferentes instituciones para desarrollar un plan, pues tenemos que salvar este patrimonio, no por lo que significó en el pasado, sino por lo que constituye para el presente y futuro, ya que puede convertirse en un importante punto de convergencia, aprovechando la movilización de feligreses que genera la fiesta de la Santísima Cruz de Motupe”, sostiene. 

La recuperación de Apurlec deberá sumarse al trabajo realizado en Chotuna – Chornacap desde el 2006, complejo arqueológico donde se encontró la tumba de una sacerdotisa, lo cual constituyó un elemento inesperado respecto al rol de las mujeres en el antiguo Lambayeque.

 

REMODELACIÓN DEL MUSEO

El director del museo señala que con miras a los 100 años de fundación del museo también está contemplada su remodelación mediante una obra que costará 23 millones de soles, según la cifra estimada en la etapa de preinversión por la Unidad Ejecutora 005 - Naylamp.

Afirma que de este monto el Ministerio de Cultura ya ha anticipado para el próximo año 17 millones para las obras de remodelación y mejoramiento, por lo que ahora están próximos a la elaboración del expediente técnico, el cual costará aproximadamente un millón de soles.

Señala que este proyecto tiene dos partes importantes. La primera será la recuperación del edificio, donde se mostrará toda una visión general a partir del contexto arqueológico de cómo se forjó Lambayeque, mientras que la segunda será la construcción de una nueva edificación para mostrar el rol de la mujer, precisamente por los descubrimientos de Chotuna – Chornacap.

“Alguien en algún momento sugirió que deberíamos destruir la infraestructura que tenemos para volverla a hacer, pero eso sería desaparecer la historia y nosotros que estamos formados más bien para preservarla, no podíamos permitir que eso pase. Por eso se trabajará en darle un tratamiento al edificio actual para su recuperación”, asevera.

Explica que el edificio existente se conectará con el nuevo a través de un corredor donde se descubrirá la historia desde Naylamp hasta la sacerdotisa de Chornacap, incluyendo los personajes encontrados en su tumba, para terminar mostrando el poder, género y religiosidad en el pasado.

Añade que también se tiene pensado construir un corredor interno, subterráneo e iluminado que conecte al museo con el parque infantil de Lambayeque.

“Ya que no tenemos más espacio para crecer del que disponemos hoy, creemos importante crecer hacia la ciudad y que mejor que en un espacio público como el parque infantil donde puede promoverse la presencia de artesanos, hacer actividades artísticas y recreativas que complementen al museo”, expresa.

 

TESOROS DEL MUSEO

Wester La Torre cuenta que el Museo Brüning alberga una colección de casi 20 mil objetos entre cerámica, metales, madera, hueso y tejidos, que en su conjunto concentran una historia de por lo menos cinco mil años, pues empiezan desde el período Temprano, Lítico, hasta la aparición de las primeras sociedades complejas, teniendo como escenario los valles de Lambayeque.,

Revela además que el museo cuenta con una de las más importantes colecciones de oro en el Perú, la cual precisamente es el legado que Enrique Brüning dejó tras los 50 años que permaneció en Lambayeque.

“Enrique Brüning pudo tranquilamente llevarse su colección a Alemania y hacerse rico allá, pero el presidente Augusto B. Leguía le propuso comprársela para exponerla en el centenario de la independencia, y así se hizo. Hubo una gran muestra en Lima y Brüning donó su casa con el propósito de que al terminar la actividad su colección regrese a Lambayeque”, asegura.

Expone que fue gracias al interés que tuvo Brüning por desarrollar una investigación etnográfica, lingüística y fotográfica (hizo cuatro mil fotos) sobre la historia y costumbres de Lambayeque que el museo ha alcanzado los 98 años, constituyéndose como el más antiguo del departamento.

Da mérito también a los directores que lo precedieron como Óscar Fernández de Córdova, quien en 1964 hizo las gestiones para que la colección de Enrique Brüning pase al local donde se ubican actualmente, el cual fue inaugurado en 1966.

“La casa de Brüning ya estaba vetusta y abandonada, por lo que se construyó un museo con un diseño arquitectónico que obedecía a las exigencias de ese tiempo para albergar su colección. Ya quienes hemos venido después le hemos agregado el componente de la investigación científica al museo”, opina.

 

VISITANTES

Por otro lado, el arqueólogo indica que el año pasado el museo tuvo 40 mil visitantes, cifra que se espera superar en 10 mil al cierre del 2019.

Apunta que solo el 10 de julio, fecha de su nonagésimo octavo aniversario, llegaron dos mil personas, lo cual considera que fue gracias a la difusión que hicieron, pues realizaron activaciones en las que la sacerdotisa de Chornacap aparecía en distintos puntos de la ciudad, así como supermercados, a fin de que la gente se interese en llegar al museo.

Señala que en promedio hay tres mil 500 asistentes por mes al museo, número que debe seguir aumentando con la remodelación del museo y la gratuidad de la entrada el primer domingo de cada mes.

“No podemos seguir pensando que nuestra relación con el museo se limita al valor de un boleto. Tenemos la oportunidad de disfrutar de este patrimonio que desde siempre nos han dicho que es nuestro, pero a veces por falta de recursos económicos no hemos podido apreciar, por eso creo que es acertado que el primer domingo de cada mes sea gratis el acceso”.

 

PRESUPUESTO

En esa misma línea, Wester La Torre señala que el presupuesto que reciben de 500 mil soles al año es insuficiente, pues este monto solo alcanza para mantener los servicios básicos del museo y el personal que trabaja allí (19 personas, entre ellas cuatro arqueólogos). Todo lo demás debe conseguirse a través de gestiones.

“Un museo no es un negocio en el cual cada año se van a repartir utilidades, es una empresa cultural donde la rentabilidad se mide por el nivel de satisfacción y educación que reciben los visitantes, así como el desarrollo que generan en el área de periferia”, comenta. 

Indica que existe un presupuesto de investigación que se canaliza a través de la inversión pública que este año no ha sido asignado para el museo, lo cual no ha sido impedimento para continuar con las investigaciones que han realizado, pues para eso está el ingenio de los directores de las instituciones: para conseguir recursos de entes privados.

Reconoce que, si bien el presupuesto es insuficiente, en los 13 años que tiene la Unidad Ejecutora el Estado ha invertido más de cien millones de soles en cultura, algo nunca antes visto en la vida republicana.

“Probablemente hoy digamos que el presupuesto no alcanza, pero destaco la voluntad que existe para asignar recursos. Este año no hemos recibido ni un centavo para investigación, pero no importa, aquí seguimos haciendo la lucha porque la inversión en cultura es retornable en muchos otros aspectos”, señala.

Cuenta que hoy el museo también ha diversificado sus actividades, contando con un taller de danzas, un elenco propio, capacitación para que alumnos de cuarto y quinto de secundaria se conviertan en orientadores turísticos, charlas a profesores, entre otras.

“También estamos trabajando con los alcaldes de Jayanca, Íllimo y  Motupe para actividades que tienen que ver con la investigación y promoción del patrimonio. Ya hoy el museo no es las cuatro paredes y los objetos maravillosos que guarda. Fuera del museo hay todo un conjunto de actividades que debemos promover”, sentencia.

 

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