Según el Banco Central de Reserva del Perú, para el 2026 se espera una proyección de crecimiento del producto bruto interno en 2.9 %, teniendo a la inversión privada como el principal motor de creciente con una proyección de crecimiento de 3.5 % y el crecimiento de los términos de intercambio, debido al incremento de los precios de las exportaciones por la evolución de la cotización internacional del oro que alcanzaría los 3451 dólares por onza, las exceptivas de la depreciación del dólar, la flexibilización monetaria por parte de la Fed y las tensiones políticas, lo que conduciría a que los términos de intercambio crecería en 1.8 % en el 2026, por el crecimiento de las cotizaciones de los minerales, pero que a la vez es un desafío para la política económica y fiscal que la economía peruana logre alcanzar su máxima producción potencial llegando a obtener una brecha del producto para el 2026 de 0 % por la recuperación de la productividad, impulsada por la disipación de los choques de oferta, la estabilidad y de precios y una disipación de los choques sociopolíticos internos que logren fortalecer la confianza empresarial.
El Consejo Fiscal, de acuerdo a las proyecciones del Marco Macroeconómico Multianual 2026-2029, ha proyectado una reducción del déficit fiscal del 2.2 % en el 2025 a 1 % para el 2028 es muy optimista por el impacto fiscal que se alcanzaría con las recientes leyes aprobadas por el Congreso de la República, que originaría implicaciones tributarias. A pesar que el déficit fiscal acumulado en los últimos doce meses se redujo de 3.5 % a 2.4 % del producto bruto interno, entre diciembre del 2024 y agosto del 2025 de acuerdo al Banco Central de Reserva del Perú, explicado por una reducción del gasto corriente de 14.5 % a 14.3 % del producto bruto interno entre el 2025 y 2026; así como el gasto en formación bruta de capital pasaría de 5 a 4.8% del producto bruto interno.
Sin embargo, la preocupación por la emisión de bonos por 287 millones de dólares para Petro Perú involucra si todo se mantiene constante no significa un riesgo para el gasto público en el mediano y largo plazo. Sin embargo, para el cumplimiento del déficit fiscal involucra la necesidad de tener un comportamiento prudente del gasto público y la política tributaria para el horizonte de proyección. Para lo cual los elevados términos de intercambio e ingresos fiscales extraordinarios contribuirá a recomponer el espacio fiscal y lograr la sostenibilidad de largo plazo en las finanzas públicas que conducirá a una menor proyección del déficit fiscal, siendo necesario reducir los elevados niveles de evasión tributaria y aplicando nuevas medidas que amplíen la base tributaria.
Los retos para la economía peruana abordan cuatro retos que se muestran a continuación:
Preservar y acumular las fortalezas macro fiscales:
Se proyecta una recomposición creíble y gradual de los ahorros fiscales para lograr hacer frente a los eventos adversos y detallar que los riesgos no se encuentren expuestos a las finanzas públicas, enfatizando en reformas estructurales focalizadas y ordenadas para incrementar la productividad, que asegure la sostenibilidad de la deuda pública y converger hacia niveles de ingresos fiscales elevados.
Medidas de eficiencia y calidad del gasto público
Siendo los ingresos fiscales en proporción del PBI representa el 18.7 % que se encuentra por debajo de los países de la región como Chile: 23.7 % y Colombia: 28.2 %, se necesita estrategias que permitan preservar la sostenibilidad fiscal y para ello se requiere mayor capacidad de financiamiento para lograr la sostenibilidad fiscal que le permita a través de la eficiencia y calidad, lograr ahorros fiscales equivalente al 2.5% del PBI al tener ahorros fiscales.
Atención gradual y sostenida para preservar la sostenibilidad de las finanzas públicas
Aunque el país mantiene niveles de endeudamiento relativamente bajos en comparación con otros de la región, avanzar hacia la consolidación fiscal exige definir medidas sostenibles y específicas tanto en ingresos como en egresos. En esa dirección, resulta fundamental seguir perfeccionando la eficiencia del gasto público, revisar de manera gradual los beneficios tributarios y fortalecer la administración fiscal. Finalmente, se recomienda mantener una vigilancia constante sobre los riesgos fiscales contingentes, especialmente los vinculados a las empresas estatales, así como resguardar el espacio fiscal ante posibles escenarios adversos.
Preservar la sostenibilidad fiscal
La sostenibilidad de las finanzas públicas garantiza que el Estado cuente con capacidad de reacción ante situaciones adversas, como desastres naturales o pandemias, reduciendo así sus efectos negativos sobre la economía y el bienestar de la población. De igual modo, contribuye a mantener un riesgo país bajo y estable, conservar una buena calificación crediticia y acceder a financiamiento externo con menores tasas de interés.
El grado de inversión
Para el 2025 se espera que el Perú mantenga el grado de inversión debido a las fortalezas macro fiscales por ser uno de los países con mayor calificación crediticia en Latinoamérica, respaldado por la solidez macro fiscal que ha permitido mantener la calificación crediticia, pero con la urgente necesidad según el FMI y el Banco Mundial por que los países logren implementar de forma necesario y urgente mejorar las finanzas públicas que involucra los puntos de fortalecer la gestión de la inversión pública, revisar el código tributario que elimine los incentivos de la informalidad, mejorar la cobertura y el financiamiento del gasto social, reducir la inestabilidad política, mejorar la eficiencia principalmente a nivel subnacional y reducir los costos laborales.
Los retos fiscales de la economía peruana evidencian que, si bien el país mantiene fortalezas macroeconómicas y un grado de inversión que lo sitúa entre los más estables de la región, la sostenibilidad de las finanzas públicas dependerá de la capacidad para implementar reformas estructurales que amplíen la base tributaria, mejoren la calidad y eficiencia del gasto, y reduzcan la vulnerabilidad frente a choques externos e internos.
La recomposición gradual de los ahorros fiscales, la vigilancia sobre pasivos contingentes como las empresas estatales, y la consolidación fiscal responsable son condiciones ineludibles para sostener la confianza de inversionistas y organismos multilaterales. En este contexto, el verdadero desafío no se limita a mantener un déficit fiscal dentro de márgenes aceptables, sino a transformar la política fiscal en un instrumento capaz de garantizar equidad, estabilidad y crecimiento sostenible, asegurando así que el Perú preserve su resiliencia frente a futuras crisis y fortalezca su desarrollo económico de largo plazo.
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(*) Magíster en Ciencias con mención en Proyectos de Inversión Pública, economista e investigador Renacyt. Especialista en Inversión Pública del Centro Nacional de Planeamiento Estratégica.
(**) Economista de Esan, egresada de la Maestría en Inteligencia Estratégica.
Lambayeque tiene todas las condiciones para ser una región líder en el norte: tierras fértiles, agroexportación consolidada, riqueza cultural y ubicación estratégica. Pero la realidad que viven los ciudadanos es muy distinta. La sequía y las inundaciones golpean sin piedad, las obras se paralizan, la inseguridad crece y la corrupción sigue minando la confianza en las instituciones.
Los indicadores lo confirman. Según el INEI, más del 30 % de los hogares lambayecanos aún carece de acceso a agua segura. En el sector agrícola, miles de hectáreas han tenido que reducirse en campaña en los últimos años por falta de dotación oportuna desde Tinajones. En infraestructura, la Contraloría reporta que varias obras de reconstrucción presentan retrasos superiores a dos años. Y en seguridad, la percepción de inseguridad se disparó de 34 % en 2020 a más de 60 % en 2024, con un crecimiento sostenido de denuncias por extorsión y robos.
El reservorio Tinajones simboliza esta paradoja. En abril de 2025 estaba lleno, con 331 millones de metros cúbicos asegurando la campaña agrícola. Pero solo unos meses antes, en octubre de 2024, se suspendió el riego por falta de agua. Entre la abundancia y la escasez, los agricultores viven en zozobra. El problema no es solo climático: es de gestión. Canales sin mantenimiento, poca tecnificación y represas que nunca llegan más allá del papel. Mientras tanto, los agricultores pierden cosechas y las familias pagan el precio de la improvisación. Lo mínimo que debería hacer el gobierno regional es asegurar limpieza de reservorios, turnos de riego justos y acelerar, mediante asociaciones público-privadas, nuevos proyectos de almacenamiento.
Riesgos y pérdidas
Los desastres naturales han costado más de S/ 500 millones en pérdidas. El CENEPRED ya advirtió 44 zonas críticas. Y sin embargo, las defensas ribereñas, los drenajes pluviales y los hospitales siguen inconclusos. No sorprende que la desconfianza ciudadana aumente: en 2024, la ejecución presupuestal regional en inversión no llegó al 70 %, mientras decenas de proyectos se mantienen paralizados. La región no puede seguir reconstruyendo lo mismo cada temporada. Se necesita prevención, no solo reacción. Para eso hace falta algo que ha escaseado: decisión política. Reactivar proyectos, coordinar mejor con la Reconstrucción con Cambios y abrir la supervisión a la ciudadanía son pasos inmediatos. De lo contrario, los millones seguirán gastándose en expedientes y no en concreto ni ladrillos.
Inseguridad
La inseguridad ya es el tema número uno en Lambayeque. Entre enero y agosto de 2025, las denuncias por extorsión aumentaron 10 % respecto al año anterior. Además, la tasa de homicidios regional supera el promedio nacional, según cifras de la PNP. El presupuesto para seguridad existe —más de S/ 40 millones—, pero la gente no percibe resultados. Los patrullajes son escasos y la coordinación entre autoridades es débil. Aquí no se necesitan más diagnósticos: se necesita ejecutar todo el presupuesto, rendir cuentas con cifras claras y fortalecer a las juntas vecinales. Sin seguridad, ninguna inversión será sostenible.
Lambayeque no necesita más discursos: necesita resultados. Agua disponible todo el año, defensas que protejan, hospitales que atiendan y calles seguras. El tiempo se acaba, pero aún hay margen para actuar. Lo que hagan —o dejen de hacer— las autoridades regionales en los próximos meses marcará la diferencia entre una región que avanza o una que sigue atrapada en la frustración ciudadana.
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(*) Director ejecutivo de Videnza Instituto.
En el Perú, la seguridad y salud en el trabajo ya no puede considerarse un tema accesorio. La Ley N.° 29783, Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo, junto con su Reglamento aprobado mediante Decreto Supremo N.° 005-2012-TR, constituyen el marco normativo que obliga a los empleadores del sector público, privado, Fuerzas Armadas, Policía Nacional e incluso a los trabajadores independientes, a garantizar condiciones adecuadas para el desarrollo de las labores. Este cuerpo legal reconoce el derecho de todo trabajador a que su vida y salud sean protegidas frente a los riesgos propios de su actividad.
Este marco legal no solo establece deberes para empleadores y trabajadores. También abre un espacio de participación a diferentes disciplinas profesionales, reconociendo que la prevención de riesgos es una tarea que exige un enfoque interdisciplinario. En este escenario, el biólogo emerge como un actor estratégico cuya intervención resulta imprescindible.
Cuando hablamos de seguridad laboral, la imagen común es la de cascos, arneses, extintores o señalización en plantas industriales. Sin embargo, los riesgos laborales van más allá de lo visible. Existen peligros invisibles —virus, bacterias, hongos, parásitos, contaminantes químicos o biotoxinas— que pueden tener consecuencias graves para los trabajadores: enfermedades respiratorias, intoxicaciones, infecciones generalizadas y, en casos extremos, la muerte
En este escenario, el conocimiento científico y técnico del biólogo es vital. Su formación lo convierte en un profesional capacitado para detectar, evaluar y proponer medidas frente a agentes biológicos y ambientales que representan un peligro real en los centros de trabajo.
La Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo y su Reglamento establecen como principio rector la prevención de riesgos. Todo empleador está obligado a implementar un Sistema de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo que permita identificar, evaluar y controlar los riesgos presentes en su centro laboral. En este proceso, el aporte del biólogo es múltiple y altamente especializado:
Evaluación de agentes biológicos
El artículo 77 del Reglamento obliga a identificar riesgos biológicos en el ambiente laboral. El biólogo, especialista en microbiología, biotecnología y salud ambiental, es quien posee las competencias para este análisis.
Monitoreo del ambiente laboral
La normativa exige monitoreos periódicos de aire, agua, suelos y superficies. El biólogo, mediante técnicas de muestreo y análisis, aporta evidencia científica que permite adoptar decisiones correctivas y garantizar espacios seguros.
Apoyo en la vigilancia de la salud ocupacional
Aunque la Ley reconoce al médico ocupacional como responsable directo, el biólogo cumple un rol complementario, fortaleciendo la vigilancia epidemiológica laboral y contribuyendo a la detección temprana de enfermedades de origen biológico, especialmente en sectores de alto riesgo como salud, agroindustria, pesca, minería y laboratorios.
Del mismo modo, los biólogos están llamados a integrar y fortalecer los Comités de Seguridad y Salud en el Trabajo, donde su conocimiento científico permite identificar riesgos invisibles y plantear soluciones técnicas que protejan a los trabajadores.
La experiencia reciente de la pandemia por COVID-19 demostró que los riesgos biológicos no se limitan a hospitales ni a laboratorios. Oficinas, fábricas, escuelas, mercados y prácticamente cualquier espacio laboral se vieron afectados. El impacto de un agente biológico invisible paralizó la economía global y evidenció la necesidad de contar con profesionales preparados para anticipar y gestionar estos riesgos.
En ese contexto, el rol del biólogo en los Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo se consolidó como una necesidad impostergable. Su participación no solo es pertinente, sino que constituye una garantía adicional de prevención frente a nuevas amenazas sanitarias que podrían surgir.
La intervención del biólogo en seguridad y salud en el trabajo no depende únicamente de la buena voluntad de los empleadores. Se encuentra respaldada legalmente por la Ley 28847, Ley del Trabajo del Biólogo, que le otorgan competencia en la evaluación y control de factores de riesgo biológicos y ambientales. Esta normativa complementa a la Ley 29783 y reafirma la capacidad del biólogo para aportar al cumplimiento de los estándares legales en los centros de trabajo.
La implementación de los Sistemas de Gestión de Seguridad y Salud en el Trabajo no puede reducirse a un trámite formal o a un simple expediente que se presenta ante la autoridad laboral para evitar sanciones. Su verdadera finalidad es construir una cultura preventiva en la que la vida y la salud de los trabajadores sean la prioridad.
Para lograrlo, se requiere un trabajo interdisciplinario donde médicos, ingenieros, psicólogos, abogados y biólogos actúen de manera articulada. En ese esquema, el biólogo no debe ser visto como un asesor externo ocasional, sino como parte activa y permanente del sistema de gestión. Su participación en el diagnóstico, la capacitación de trabajadores y la formulación de políticas preventivas permite que las organizaciones cumplan con la ley y, al mismo tiempo, cuiden su recurso más valioso: el capital humano.
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(*) Abogada, asesora legal del Colegio de Biólogos de Lambayeque.
Con gran alegría compartimos que Crear sin Atajos, el primer libro de la consultora Karina Cruzado, ha logrado posicionarse como Best Seller en Amazon, es decir, uno de los libros más vendidos a nivel global en su lanzamiento digital.
Este reconocimiento no solo celebra un libro, sino una causa: la posibilidad de vivir los procesos de cambio organizacional desde lo humano. Gracias al respaldo de medios locales como el suyo, este mensaje ha llegado a cientos de personas y se ha posicionado como el número 1 en las siguientes categorías: • Negocios y Economía en Español • Liderazgo Empresarial • Finanzas e Inversiones • Finanzas Profesionales.
Alcanzar esta posición en Amazon implica competir con autores de renombre mundial como Robert Kiyosaki, Anthony Robbins y Simon Sinek, lo cual convierte este logro en un hito de gran trascendencia para el norte del país. Karina Cruzado, autora del libro, agradece profundamente por haber sido parte fundamental de este camino.
“Crear sin Atajos”
Una historia sobre el cambio… contada desde quienes lo viven por dentro Después de años acompañando procesos de transformación en distintas organizaciones, nace mi primer libro que reúne muchas de esas experiencias: Crear sin Atajos. Este libro no es solo una historia organizacional. Es una mirada profunda —y narrada desde adentro— de lo que realmente ocurre cuando el cambio toca a las personas.
Cruzado dijo “A lo largo de estos años, he tenido la oportunidad de trabajar con profesionales comprometidos con el cambio, el desarrollo del talento humano, el fortalecimiento de habilidades blandas y de liderazgo, y con sostener culturas organizacionales que evolucionan con sentido. Y de ese camino nació el Método Crear, una propuesta que articula estrategia, gestión del cambio y cultura organizacional a través de cinco pasos, que no es una fórmula rígida, ni un paso a paso secuencial. Es una arquitectura flexible y viva. Sus etapas son interdependientes: se influyen entre sí, y cuando una falta, el sistema entero puede impactarse”, refirió..
1. Conectar:
Crear un propósito compartido, una narrativa que convoque
2. Reconocer: Visibilizar la cultura, lo que se resiste y lo que aún no se ha dicho
3. Empatizar:
Promover la escucha para construir confianza
4.- Alinear:
Hacer coherente el mensaje a través del liderazgo
5.-Responsabilizar:
Transferir el protagonismo y sostener hábitos de cambio
La historia se desarrolla en una organización ficticia (Credimás) que inicia una transformación digital profunda. Pero pronto descubre que lo más desafiante no está en el nuevo sistema… sino en lo humano.
El cambio no empieza en los sistemas, sino en las conversaciones. No se sostiene con comunicados, sino con confianza. Y no se consolida con un buen plan, sino con cultura, coherencia y liderazgo. Este libro lo escribí pensando en quienes lideran Recursos Humanos desde múltiples frentes: gestionando clima, desempeño, selección, formación, programas de liderazgo, conversaciones difíciles y decisiones que, aunque a veces invisibles, marcan profundamente la cultura.
Karina Cruzado, consultora en Gestión del Cambio y Liderazgo, Autora del Best Seller Crear sin Atajos destaca “También pensé en quienes ocupan roles de liderazgo fuera del área de RR.HH.: líderes de proyectos de transformación digital, gerentes y responsables de equipos, que deben alinear personas, procesos y emociones en medio de cambios complejos, sin perder de vista los objetivos del negocio. Y por supuesto, en quienes, como Renata —la protagonista del libro—, fueron convocados tarde al proceso. Otras veces, simplemente quedaron atrapados en lo operativo, sin margen para influir estratégicamente. Y muchas más, en quienes han tenido que acompañar el cambio sin contar con un método que les permita sostenerlo desde su propio rol, ya sea desde Recursos Humanos, desde la gestión de un proyecto o desde una posición de liderazgo formal”, refirió.
En un encuentro sin precedentes, el Consejo Nacional de Educación – CNE, reunió a exministros y exviceministros del sector Educación de los últimos periodos de gobierno, en un espacio de diálogo orientado a recoger aportes y experiencias para el documento Elementos para un Plan de Desarrollo de la Educación Peruana 2026–2031, en el marco de la implementación del Proyecto Educativo Nacional al 2036, el cual será presentado en noviembre al ministro de Educación, partidos políticos y a la sociedad educadora.
Durante la reunión se presentó los principales hallazgos respecto a la gestión del sistema educativo, destacándose entre los principales desafíos: la fragmentación institucional, la descentralización inconclusa y la ausencia de un sistema interoperable de datos y monitoreo. En ese marco, el CNE propuso líneas de acción que incluyen fortalecer la rectoría del sector, reconfigurar la organización territorial, consolidar una carrera pública basada en el mérito, garantizar un financiamiento justo y orientado a resultados, dotar de mayor autonomía responsable a las instituciones educativas y avanzar hacia decisiones basadas en evidencia con soporte digital.
Trabajo conjunto
El presidente del CNE, Luis Lescano, señaló que la convocatoria de las exautoridades es un esfuerzo del CNE para construir consensos que trasciendan los periodos de gobierno y contribuyan a un sistema educativo eficiente, descentralizado y sostenible.
“El Plan de Desarrollo de la Educación Peruana, elaborado a partir de 26 diálogos realizados en diversas regiones del país, junto con encuentros inéditos como este, nos permite trazar una ruta clara para cerrar brechas y garantizar una educación de calidad, inclusiva y con equidad”, subrayó.
La participación de los exministros y exautoridades de Educación en esta fase final de la elaboración del Plan es fundamental, ya que su experiencia en la gestión pública aporta solidez histórica y legitimidad transversal indispensables para forjar un compromiso de Estado que trascienda gobiernos y asegure la anhelada sostenibilidad de las políticas educativas en el Perú. Este consenso permitirá trascender los ciclos de gobierno y asegurar la continuidad de las políticas educativas en el Perú.
El encuentro contó con la participación de la viceministra de Gestión Institucional del Ministerio de Educación, Cecilia García; los exministros del sector Miriam Ponce, Magnet Márquez, Óscar Becerra, Patricia Correa, Rosendo Serna y Flor Pablo; así como de los exviceministros Guillermo Molinari y Martín Vegas. También estuvieron presentes el expresidente del CNE, Hugo Díaz y los consejeros Grover Pango, Lourdes Armey, Lida Asencios, Clemencia Vallejos y Alfredo León.