El alcalde de Chiclayo, David Cornejo Chinguel, ordenó a la procuradora pública de la municipalidad provincial denunciar al regidor Guillermo Segura Díaz, al gobernador regional, Humberto Acuña Peralta, y a otras personas más, por presuntamente orquestar un complot en contra de su gestión. ¿Qué fantasmas persiguen al edil?
Nuevos episodios empiezan a escribirse en la ya conocida pelea que mantienen el alcalde de la ciudad, el primer regidor del concejo y el gobernador regional. Cornejo Chinguel ha decidido llevar el enfrentamiento a los fueros judiciales al denunciar a Segura Díaz y a Acuña Peralta por supuestamente haber cometido tráfico de influencias, delito ambiental y asociación ilícita, luego que se difundiera la descabellada hipótesis de que el líder de Alianza Para el Progreso, el partido que lo llevó al sillón municipal, financió parte de la Marcha del 15 de marzo, convocada por el Comité Cívico de Lambayeque.
“Eso es falso”, afirma con énfasis Guillermo Segura, quien señala que quienes están detrás de “estos psicosociales tendrían objetivos subalternos”.
“Hay que preguntarnos qué personas nos ven como obstáculo para sus negocios o para sus actividades ilícitas. El hombre cuando se ve en peligro y se siente investigado y en medio de situaciones que podrían quitarle su libertad, es capaz de todo, y yo creo que aquí habría que recordar quiénes son los investigados y denunciados”, sostiene.
Segura Díaz enfatiza que no tiene nada que ver en las presuntas conversaciones realizadas a través de una red social con un periodista local, donde supuestamente coordina la intervención económica del gobernador regional para movilizar a personas el 15 de marzo.
En su defensa señala que solo tiene una cuenta de Facebook y que no se opone a que se realice un peritaje informático para que se determine si es cierto que él sostuvo los diálogos con el comunicador.
LAS MISMAS PRÁCTICAS
La relación entre el alcalde provincial y los dirigentes de Alianza Para el Progreso se quebró hace un año, cuando este renunció al partido político y denunció no solo falta de apoyo del Gobierno Regional de Lambayeque, sino que desde el interior de la agrupación le ponían obstáculos y cortapisas a su gobierno municipal.
Desde entonces el trato ha sido tirante y lejos de alcanzar un clima de concordia, las acciones de fiscalización y denuncia emprendidas por Guillermo Segura han caldeado más el ánimo de David Cornejo.
“Podemos hacer una comparación. En la anterior gestión municipal (la de Roberto Torres Gonzales), las denuncias que se hacían por actos de corrupción recibían como respuesta una guerra sucia en contra de quienes las promovíamos. Para mí no es nada nuevo (lo que está pasando), yo recuerdo haber visto titulares de algunos medios de comunicación con calificativos en mi contra. Las conductas son las mismas, aun cuando las caras y los apellidos cambian. Hay autoridades que atacan cuando son investigadas”, señala.
En su opinión, lo que se busca con la denuncia y lo que él llama “psicosociales” es amedrentar a la oposición al interior del concejo municipal, esto con el propósito de distraer la atención sobre los problemas que afectan a la ciudad.
“Lo que están buscando es amedrentarnos, hacernos renunciar a nuestro compromiso de combatir la corrupción, la mediocridad, la incapacidad que exhiben algunos personajes que llegan a los cargos públicos no con el ánimo de servir, o de ponerse al servicio del Estado, sino que llegan con otros fines, con la finalidad de hacerse de dinero fácil y seguramente saciar sus vicios o sus malas costumbres”, denuncia el concejal.
LLAMADO A LA CIUDADANÍA
Guillermo Segura sostiene que no es nueva su postura de apoyo a las movilizaciones ciudadanas contra la gestión del alcalde David Cornejo, y que fue esta la razón por la que acudió a la marcha del 15 de marzo de manera independiente.
Según indica, que desde el año pasado, cuando se denunció los primeros hechos irregulares en la gestión municipal, referidos a la contratación de personal allegado al alcalde para que participe en procesos de selección y a la compra de bienes presuntamente sobrevalorados, señaló que había la necesidad de que la ciudadanía reaccione.
“Señalé con claridad que nuevamente los regidores de oposición, como sucedió en el gobierno de Roberto Torres, arriesgábamos hasta nuestra integridad física al denunciar los actos irregulares que se estaban cometiendo en la municipalidad. Dije que el esfuerzo de los regidores iba a resultar vano si la sociedad civil no se movilizaba y debe movilizarse aún”, manifiesta el concejal.
Segura Díaz fue agredido verbal y físicamente en el patio del Palacio Municipal de Chiclayo el día que denunció presuntos actos de corrupción en la gestión de David Cornejo. Entre sus agresoras estuvo, además de mujeres vinculadas a los programas sociales que maneja la comuna, la coordinadora del de despacho de alcaldía Susana Culqui Pacaya.
“La ciudadanía debe exigir dos cosas. Primero, la renuncia del alcalde por no haber tenido la capacidad de cumplir siquiera el 0.1 % de sus promesas electorales. Segundo, que si los órganos de control y las instituciones como el Ministerio Público y la Contraloría no hacen su trabajo, entonces que el Ejecutivo intervenga el municipio, mande a su casa a todo el cuerpo edil, que me incluye, y tome el control de la provincia, tal como sucedió después del incendio del palacio en el 2006”, menciona.
El concejal asegura que la ciudad está en peligro, no solo por el impacto de los fenómenos naturales, sino también por la incapacidad evidenciada por el alcalde y el equipo de funcionarios que ha convocado.
EL ERROR
En la campaña electoral del 2014, Guillermo Segura fue uno de los voceros de Alianza Para el Progreso que más defendió a Cornejo Chinguel de las diferentes denuncias y destapes que se hicieron sobre la vida pública del ahora alcalde, desde sus antecedentes políticos en Trujillo hasta el modo en el que hizo empresa en Chiclayo.
¿Por qué desde ese entonces no reparó en lo que el triunfo de Cornejo Chinguel en la alcaldía podía significar? Este responde que fue una postura de confianza adoptada a nivel partidario la que lo llevó a darle su apoyo y defensa.
“Soy un persona que he sido criada en la confianza y yo prefiero que me engañen a yo ser el mentiroso, y en ese sentido cuando nosotros tuvimos que decidir a quién lanzábamos para cerrarle el paso al APRA y al fujimorismo, que coordinaban con el anterior alcalde (Roberto Torres), se diseñó una estrategia política electoral consistente en abrir alianzas con otros líderes, uno de ellos fue Cornejo. Suponíamos que una persona vinculada a colegios, institutos y una universidad, y que usa un discurso basado en los Salmos y los versículos de la Biblia, podía ser idónea. Nos equivocamos”, reconoce.
CONDUCTA EDIL
A la luz de las denuncias e investigaciones hechas a la administración Cornejo, el primer regidor de Chiclayo dice tener confianza en que habrá fiscales y jueces que desarrollen procedimientos serios y sancionarán a los que resulten responsables.
“Espero que las acciones que se realizan a través del Órgano de Control Interno, de la Contraloría General de la República, de la Policía Anticorrupción, en algún momento den los elementos suficientes para acabar con este flagelo que azota a Chiclayo. Por lo que he conocido de Roberto Torres y David Cornejo puedo decir que la práctica es la misma. Todo tirano muestra una sintomatología que permite identificarlo. Normalmente no tienen una vida institucional, cuando es electo o desactiva la organización que lo llevó al cargo o se aleja de esta, se rodea de personas no técnicas ni éticas, se reúne con incondicionales, corrompe y luego persigue, daña o amedranta a sus opositores o investigadores”, afirma.
“Quien impone utilizando su mayoría o abusando de su poder, ya no escucha, ya no dialoga, se pelea con la sociedad civil, gobierna solo con la organización que ha ido creando, es un tirano. Tenemos a un tirano por alcalde”, añade.
Finalmente, el concejal dice sentir vergüenza ajena por dos de los regidores formados en las filas de Alianza Para el Progreso y que se alejaron de la agrupación al convertirse en parte del entorno más cercano del alcalde provincial.
“Siento vergüenza ajena, porque no solamente han manchado la imagen de una institución política que en algún momento creyó en ellos, sino porque le han terminado haciendo un daño grave a Chiclayo”, enfatiza.
respuesta de Jorge Briones el 2017-11-24.
Este regidor es el que debe renunciar, sátiro e incapaz que le hace daño a Chiclayo. Por qué no se larga a Chongoyape ?
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