“La gente ha perdido activos importantes, se han perdido viviendas, las ciudades han perdido infraestructura de servicios, la gente ha perdido trabajos e ingresos, y el balance neto es que sí, que hay que un empobrecimiento de las personas y de las comunidades como saldo de El Niño Costero”, señala el presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza, Federico Arnillas Lafert.
Para el representante de la sociedad civil, el fenómeno que azotó a diversos departamentos del país entre enero y marzo ha generado profundas brechas de desigualdad e incrementado los indicadores de pobreza, principalmente en la población rural que resultó afectada por las lluvias e inundaciones.
Arnillas Lafert indica que toda emergencia genera inicialmente una situación de desconcierto y posteriormente una respuesta de los afectados y de la sociedad testigo, que motiva un movimiento de solidaridad que en el caso reciente merece destacarse.
“Ahora se está dando paso a la acción institucional del Estado para que se brinde los servicios que se requieren para garantizar el nivel mínimo de atención que la población necesita. Nosotros estamos mirando el proceso para ver cómo pasamos de la emergencia a la reconstrucción sostenible, y eso nos motiva a darnos cuenta que tenemos en primer lugar tareas pendientes de la emergencia. No se trata de ver el futuro sin terminar de ver el presente donde hay poblaciones importantes afectadas, y esto tiene que ver con quienes están en albergues y también con la salud pública”, señala.
Al respecto, el presidente de la mesa de concertación manifiesta que los eventos climatológicos y, en especial la temperatura, han sido favorables para mantener la presencia del dengue que no solo tiene una alta incidencia en Piura y Lambayeque, sino también en otras partes del país.
“Eso nos preocupa por un lado y, por otro, es que ya se está planificado cómo se va a actuar en el futuro y lo que nos parece importante es que dos procesos que están yendo en paralelo se unifiquen: el plan de desarrollo concertado y de presupuesto participativo que están llevando adelante los gobiernos locales y regionales, y la formulación del plan de reconstrucción que exige que se alcancen proyectos al gobierno nacional. Es importante que se ponga en discusión qué reconstrucción queremos, y la propuesta de la mesa es que sea una que garantice a los peruanos de las zonas afectadas que puedan vivir digna y plenamente”, asevera.
PRIORIZAR A LOS DEPARTAMENTOS
Arnillas Lafert añade que los departamentos afectados por El Niño Costero deben ser priorizados por el gobierno nacional en los próximos años para que se nivelen las oportunidades de desarrollo y bienestar.
Asimismo, indica que es urgente la rehabilitación de servicios básicos, principalmente de agua y alcantarillado, cuyo acceso está vinculado de manera estrecha a la lucha contra otros problemas nacionales como la desnutrición crónica infantil y las enfermedades gástricas.
Frente a ello, otro problema asoma y es el de la corrupción en la ejecución de las obras de agua y desagüe financiadas por el gobierno nacional y ejecutadas por los gobiernos regionales y municipales. En Lambayeque, por ejemplo, de los 107 proyectos de saneamiento financiados en los últimos diez años, 27 están paralizados y de los 80 restantes la mayoría tiene problemas de ejecución y no están liquidados.
Federico Arnillas comenta que la mesa ha llamado la atención sobre el tema en reiteradas veces, más porque el problema se replica en todos los departamentos del país.
“Es un problema de escala nacional. Hemos tenido 22 mil proyectos de saneamiento en los últimos 15 años en el país, 21 mil declarados viables, 16 mil recibieron financiamiento del Estado y menos de mil 600 han concluido de manera exitosa; es decir, estamos hablando de un problema de escala mayúscula y creo que los ciudadanos estamos obligados a poner nuestra mirada en cada uno de estos proyectos y velar porque quienes han cometido delitos o faltas técnicas reciban las sanciones necesarias. La plata de la gente, del país, no puede ir a parar como lo hemos visto en proyectos paralizados”, asevera.
FISCALIZACIÓN CIUDADANA
Sostiene que la ciudadanía debe utilizar los sistemas de información disponibles en el Estado para conocer cómo se ejecutan los proyectos públicos y de esta manera realizar labores de fiscalización oportuna y temprana de cómo se administran los recursos.
“Estamos invitando a una forma de veeduría ciudadana que puede iniciarse con utilizar algo tan elemental hoy en día, que hace unos años era impensable, como es la cámara del celular y con el registro que se tiene dar cuenta que cómo es que se mantienen algunas condiciones, por ejemplo, de la emergencia por las lluvias, pese al tiempo transcurrido. Este seguimiento ciudadano es muy importante para estar alertas frente a la calidad del gasto público”, comenta el presidente de la mesa, añadiendo que se ha convocado a un concurso que busca elaborar la memoria gráfica del tránsito de la emergencia a la reconstrucción.
“Lo que debemos evitar es desviarnos del camino tal como sucedió en el 97-98. A mí me tocó evaluar los impactos del Fenómeno El Niño en Lambayeque y lo que puedo sentir es que todos se olvidaron de lo que pasó, que nos dio Alzheimer respecto a lo que vivimos en años anteriores”, indica.
INSTITUCIONALIDAD Y CONTROL
Por otro lado, Arnillas Lafert enfatiza en la necesidad de fortalecer la institucionalidad en el país para hacer frente a los problemas recurrentes de corrupción y falta de planificación y control.
“Sin las instituciones funcionando no vamos a avanzar. La Contraloría tiene que funcionar, los sistemas de gestión pública tienen que ser de calidad y el punto adicional es que la información tiene que ser pública, no puede hacerse de esta algo secreto, sino que por el contrario tiene que ser algo totalmente abierto. Si una institución no tiene información pública, siendo y estando obligada a serlo, tenemos que echar el ojo y la prensa cumple un rol muy importante para activar las alertas, pero también las denuncias ciudadanas”, señala.
La Mesa de Concertación para la Lucha Contra la Pobreza tiene un Comité Ejecutivo compuesto por representantes de diversas instituciones, estatales y de la sociedad civil, que coordinan en la definición de políticas públicas vinculadas a la reducción de las brechas nacionales.
Federico Arnillas comenta que pasado el período crítico por las lluvias e inundaciones el Consejo Ejecutivo ha sesionado, con participación de los representantes del Ejecutivo nacional, para analizar qué aspectos deben priorizarse en el proceso de reconstrucción.
“Hay un diálogo permanente, el Comité Ejecutivo de la mesa ha discutido el tema de la reconstrucción y se han elaborado un conjunto de recomendaciones generales y en temas específicos. Por ejemplo, las emergencias son escenarios propios para el incremento de la violencia contra la mujer y la infancia, y sobre eso se ha pedido que se tomen cartas en el asunto. Asimismo, la mesa promueve lo que se denomina Diálogos por la Concertación y en este proceso hemos tenido la presencia del Presidente del Consejo de Ministros, del Congreso de la República y del Banco Central de Reserva, expresándonos las preocupaciones que se tienen de cara al proceso de reconstrucción. Nuestro mensaje es que se tiene que poner la calidad de vida de los ciudadanos en el centro de la política pública, algo que ha sido recogido por la autoridad de la reconstrucción”, señala.
Finalmente, menciona que urge la rehabilitación de infraestructura para garantizar mejor calidad de vida de las personas afectadas por el fenómeno, pero también el incremento del gasto corriente en sectores como Salud, para que existan los insumos, medicamentos y recursos necesarios para la atención de la ciudadanía.
“La reconstrucción es integral, tiene que ver con el presupuesto público, con inversión, con gasto corriente, tiene que responder a un enfoque de derechos y recoger la voz ciudadana. El Estado no está para servirse sino para servir a la ciudadanía”, asevera.
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