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REGIONES DEL NORTE SIGUEN EN ABANDONO: ¿Qué fue más devastador, el ciclón Yaku o la indiferencia?

Escribe: Reportaje de la Red de Medios Regionales del Perú
Edición N° 1302

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El trabajo de recuperación de zonas afectadas por el desborde de ríos y quebradas impulsado por el Estado aún es mínimo. La falta de un liderazgo y toma de decisiones asertivas por parte de las autoridades regionales, ha pasado la factura a la rehabilitación de la infraestructura deteriorada.

Dos hermanitos de 5 y 9 años se convirtieron en el símbolo de la tragedia que azotó a Huancabamba -provincia con el mayor número de víctimas mortales- durante la temporada de intensas lluvias que afectó a miles de familias en la región Piura, tras el paso del ciclón Yaku. La casa donde se encontraban los menores, junto a sus padres, fue aplastada por el derrumbe de un cerro en el caserío Chamelico, en el distrito de San Miguel de El Faique, en la serranía piurana.

Otros dos hermanos adolescentes también fallecieron en las aguas del río Huancabamba, mientras limpiaban su vehículo en el distrito de Sondorillo. La fuerza del caudal los arrastró y se necesitó apoyo de las brigadas de rescate de la Policía Nacional para poder ubicar los cuerpos.

Entre febrero y marzo de este año fallecieron siete personas en Huancabamba, producto del inusual temporal de lluvias. Entre las víctimas figura una joven de 35 años que murió aplastada por un huaico en el distrito de Canchaque. Su pequeño hijo de 8 años también fue alcanzado por el deslizamiento, pero fue auxiliado y llevado de emergencia al hospital. Un adolescente de 16 años también pereció aplastado por el huaico en esta localidad donde, además, se reportó pérdidas de viviendas, aislamiento de caseríos y cuantiosas pérdidas para el turismo.

¿Cómo va la recuperación?

Han pasado más de dos meses de los trágicos acontecimientos, pero muy bien podría decirse que ocurrió la semana pasada, porque los daños continúan expuestos, y las acciones de recuperación prometidas por el Estado, aún no se concretan.

En esta localidad piurana, las familias que resultaron damnificadas por los huaicos siguen viviendo en albergues o en carpas, a la espera de la prometida instalación de módulos temporales por parte del Ministerio de Vivienda. Similar es la situación de las familias de la provincia de Ayabaca, donde decenas de caseríos siguen aislados porque las vías de acceso siguen deterioradas.

Según el reporte actualizado de daños del Centro de Operaciones de Emergencia Regional de Piura, en total 22 personas murieron en el contexto de las fuertes precipitaciones. La mayoría falleció por ahogamiento en ríos y quebradas.

El informe actualizado al 11 de mayo da cuenta de cerca de 180 mil personas afectadas y damnificadas por las fuertes lluvias en Piura. Además, más de 60 mil viviendas sufrieron daños durante el período lluvioso, de las cuales 1 500 están destruidas y cerca de 6 mil se encuentran inhabitables.

Los daños abarcan diversos sectores como Educación (aulas afectadas), Transporte (vías intransitables), Servicios Básicos (redes de agua y desagüe) y Agricultura (canales de riego destruidos y cultivos perdidos). El fenómeno climático también afectó el turismo en la región y se redujo la expectativa de crecimiento económico, estimado en 3% del PBI.

Lambayeque: no culmina registro de daños

El panorama que dejaron las lluvias del ciclón Yaku en Lambayeque fue devastador. Hasta hoy la población todavía siente sus efectos y no se recupera del daño causado. Las precipitaciones intensas del 10 y 11 de marzo, a las que sumaron los aguaceros posteriores de la temporada, dejaron en la más absoluta desolación a cientos de familias que veían como el agua se traía abajo sus precarias viviendas, sobre todo de la zona rural y de pueblos jóvenes.

Las fuertes lluvias también se ensañaron con colegios y centros de salud del primer nivel de atención, cuyos locales quedaron inundados. Esto afectó la infraestructura y el mobiliario escolar, y la atención en los centros de salud se restringió, porque sus ambientes resultaron afectados de consideración.

En lo que respecta a la infraestructura vial, también quedó seriamente dañada, afectando considerablemente al tránsito de todo tipo de vehículos. La carretera Panamericana Norte se cortó en varios tramos en el trayecto Chiclayo-Piura, debido al desborde del río La Leche. Lo mismo pasó con la carretera Panamericana Norte antigua, por el desborde de los ríos La leche y Olmos.

Pero las lluvias también destruyeron vías vecinales que interconectan a los pueblos del interior de la región. Es el caso de los distritos ubicados en la cuenca del valle La Leche, del valle de Zaña, en los distritos de Olmos y Oyotún. Además, las localidades altoandinas de Incahuasi y Cañaris, en la provincia de Lambayeque, quedaron prácticamente aisladas. La única posibilidad de comunicación y de ayuda humanitaria era a través de vuelos en helicópteros.

Colegios rurales afectados

La Contraloría de la República alertó riesgos en la salud e integridad de ocho mil estudiantes de los niveles de inicial, primaria y secundaria, así como en docentes de 40 colegios del ámbito de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) Lambayeque, debido a que los locales escolares que fueron afectados por las lluvias y el desborde del río La Leche, se encuentran en “estado inhabitable”, como el caso de la IEI N° 191 en el poblado La Colorada (Mórrope), “situación precaria”, “con deficiencias” y “sin mantenimiento”.

El órgano de control puso en evidencia que diversos colegios del distrito de Mórrope (Lambayeque) tienen daños en cercos perimétricos. Además, grietas en pisos, humedad, desmoronamiento de paredes. Incluso se expone la precariedad en servicios higiénicos.

También se determinó que otros nueve colegios afectados por el ciclón Yaku, están en “situación precaria”. Esto, debido a que su infraestructura está compuesta de adobe y, en algunos casos, de material noble de construcción antigua. Además, fueron identificados 16 locales escolares “con deficiencias” en su infraestructura. Y otras diez II.EE. están “sin mantenimiento”.

Respuesta insuficiente

Desde el Estado, a través del Gobierno Regional de Lambayeque y diversos ministerios, la respuesta para recuperar la operatividad de estos planteles educativos aún es insuficiente. Como señala la Contraloría, en varios casos aún no hay atención de las autoridades. Esto, pese a que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) abasteció de los recursos necesarios para atender la emergencia.

Es evidente que la falta de un liderazgo y de toma de decisiones asertivas por parte de las autoridades regionales, ha pasado la factura a la rehabilitación de los centros educativos afectados por las lluvias. Porque no hay avances sustanciales que permitan que los alumnos retornen de manera satisfactoria a clases. En algunos casos, incluso, estudian en albergues o en lugares temporales.

Pero más cuestionable aún es la actuación de los funcionarios. Por ejemplo, al ser consultado el jefe del Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Lambayeque, José Sono Cabrera, sobre si habían hecho una evaluación de los daños ocasionados por las precipitaciones, dijo que no tenían ningún informe y que cada sector hacía sus propias evaluaciones.

Vías de tránsito y puentes

Lo que sí ha recuperado el Gore Lambayeque es parte de las carreteras dañadas por las lluvias, sobre todo las que conducen a la zona altoandina. Distritos como Cañaris e Incahuasi habían quedado aisladas de Chiclayo y solo se podía llegar a través de vuelos en helicóptero. Los caminos vecinales de las distintas cuencas también vienen siendo mejorados con maquinaria pesada.

Lo que queda pendiente de ejecutar es la construcción de puentes en quebradas que son un verdadero peligro cuando hay lluvias. Por ejemplo, está el puente en la quebrada Juana Ríos, en el distrito de Chongoyape. La Defensoría del Pueblo en Lambayeque ha solicitado a Provías Nacional agilizar los procesos, considerando que esta obra se encuentra viable desde hace más de tres años y cuenta con un presupuesto de más de 90 millones de soles aprobado por el MEF.

Otro puente prioritario que se debe construir es en la quebrada Querpón, distrito de Olmos. Este tiene expediente viable, pero Provias también tiene retrasada esta obra. Lo mismo pasa con el puente Sorronto, en el distrito de Oyotún, el cual fue arrasado por las aguas del río Zaña. Los pobladores señalan que esta obra tiene expediente técnico aprobado, el cual se elaboró después del fenómeno de El Niño del 2017. Pero la burocracia estatal impide su ejecución.

La Libertad sigue en recuperación

A dos meses de las lluvias intensas provocadas por el ciclón Yaku, aún no se ha culminado el registro de daños en La Libertad. Según informa el gobierno regional, algunas municipalidades están terminando el procesamiento de la información de daños en los formularios EDAN. No obstante, las lluvias de marzo pasado dejaron 11 mil 593 damnificados y 43 mil 234 afectados. Las provincias costeras de Trujillo, Chepén y Virú fueron las que más sufrieron daños. En la serranía las más golpeadas fueron Santiago de Chuco y Otuzco.

Queda en evidencia que el gobierno de Dina Boluarte no ha dado la talla para responder con eficacia al desastre natural causado por el ciclón Yaku. La población afectada aún continúa viviendo las consecuencias en esta región.

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