La familia de Carla Noriega vive en la urbanización Las Brisas y cada día debe lidiar con los montículos de basura que se esparcen a lo largo de la calle donde reside. Y es que el carro recolector de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh), pasa una vez en el día y no recoge todos los residuos sólidos que se generan en ese punto de la ciudad. “Este problema no es de ahora y por más reclamos que hemos hecho no nos hacen caso, pedimos que la municipalidad mejore esta labor”, señala con indignación Carla.
Un panorama similar es lo que vive a diario la señora Teresa Fernández, quien vive en la urbanización Ciudad del Chofer. “El carro de la basura no pasa todos los días y los vecinos arrojan sus desperdicios en la vía pública, provocando un grave foco de contaminación, sobre todo en época de verano. Cuando les reclamamos a los señores de la limpieza nos responden que los carros están malogrados y por eso no cumplen adecuadamente esta tarea”, expresó.
Pero el tema no queda allí. Carla Noriega explica que el ayuntamiento no ha tenido criterio para instalar contenedores de basura en la zona donde vive. Dice que hay un equipo para una o dos manzanas, lo cual resulta insuficiente, porque rápidamente se llena y por eso la gente bota su basura en la calle. “Pedimos a la actual gestión edil que mejore el servicio de limpieza, porque nosotros pagamos un tributo por ello y no es posible recibamos un servicio totalmente deficiente”, sentenció.
No se recogen unas 220 toneladas
Según los registros del Ministerio del Ambiente (Minam), la ciudad de Chiclayo -con más de 700 mil habitantes- genera en promedio 455 toneladas diarias de residuos sólidos domiciliarios y no domiciliarios, lo que hace un total de 166 mil 306 toneladas al año. De estas 455 toneladas, el sistema de limpieza pública de la MPCh solo recolecta entre 220 y 230 toneladas, que son transportadas hasta el botadero de las pampas de Reque.
Sin embargo, lo peligroso de esta problemática es que diariamente se dejan de recoger unas 220 toneladas de basura que quedan esparcidas en calles y avenidas, generándose focos de contaminación que atentan contra la salud de los vecinos. Los puntos más álgidos de acumulación de basura se concentran en la salida al distrito de Ferreñafe, en la carretera Chiclayo-Lambayeque, a lo largo de la avenida Leguía, a espaldas del mercado Modelo, entre otros.
Según el Minam, los distritos de Chiclayo y José Leonardo Ortiz son los que generan mayor contaminación en la región Lambayeque, y coincidentemente son los ayuntamientos que presentan las mayores deficiencias para cumplir con esta tarea.
En el caso de la Subgerencia de Residuos Sólidos de la comuna de Chiclayo, uno de sus principales inconvenientes es la operatividad de los vehículos recolectores, los cuales con frecuencia suelen presentar fallas mecánicas y permanecen en los talleres en reparación varios días, lo que le resta capacidad para cumplir con las metas.
Esta situación se profundizó en las últimas cuatro gestiones ediles, cuyos alcaldes -desde Roberto Torres (dos gestiones), pasando por David Cornejo y Marcos Gasco- fueron incapaces de enfrentar esta problemática con responsabilidad y seriedad, a tal punto que los rebasó provocando un serio malestar en la población.
Una compra cuestionada
En mayo de 2022, la administración de Marcos Gasco Arrobas adquirió 14 compactadoras nuevas para el servicio de limpieza pública de Chiclayo, con lo cual se suponía se enfrentaría con armas este problema; aunque en el camino se denunció una presunta sobrevalorización de un millón 300 mil soles en esa compra.
La expectativa fue grande, porque se pensó que con ello se superarían las ineficiencias y por fin se tendría una ciudad menos contaminada y mejor presentada. Sin embargo, a un año de esa cuestionada transacción, sólo once vehículos están operativos y el resto en los talleres, porque presentas fallas mecánicas.
El regidor Orlando Puell Varas ya había advertido esta situación (Semanario Expresión, 11/05/2023), señalando que “con la maquinaria que dispone la municipalidad es insuficiente recoger la gran cantidad de residuos sólidos que se genera a diario; eso nos preocupa, porque qué va a pasar cuando las fallas de las compactadoras sean más recurrentes y se tarden varios días en reparación. La gestión de los residuos sólidos se torna complicado de cara al futuro”.
Para asegurar el barrido de las 34 zonas que tiene Chiclayo, se necesitarían un mínimo de 15 compactadoras para retirar 220 toneladas de basura diarias, aseguró en su momento el exsubgerente de Residuos Sólidos de la MPCh, Henry Chiclayo Vega.
Ratifica esta mala noticia
Este preocupante panorama expresado por el regidor Puell, lo ratificó hace poco la alcaldesa de Chiclayo, Janet Cubas Carranza, quien informó sobre la realidad del parque automotor de la Subgerencia de Residuos Sólidos. Dijo que en la actualidad la comuna solo tiene 10 compactadoras operativas (una menos de lo que señaló el regidor Puell) y las otras cuatro están en malas condiciones y en reparación en el taller de mecánica.
Esta revelación la hizo conocer la autoridad edil en reunión sostenida con representantes del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental – OEFA, donde se abordó el tema de las compactadoras compradas en la gestión anterior, que presentan constantes fallas mecánicas, y se analizó la problemática de la gestión de los residuos sólidos en Chiclayo, Leonardo Ortiz y Reque.
Ante este complejo escenario, las autoridades se comprometieron a coordinar una próxima reunión con la ministra del Ambiente, donde se evaluarán proyectos y solución a los problemas de residuos sólidos. Cabe precisar que las cifras respecto al recojo de los residuos sólidos no son estáticas, pues a mayor cantidad de población la generación de desechos también aumenta.
Problemas con las celdas
Pero otro tema expuesto por Cubas Carranza fue el referido a la celda transitoria que construyó el Minam en las pampas de Reque, en un área de 41 hectáreas. Mencionó que esta infraestructura no ha tenido un manejo adecuado desde el inicio en la administración pasada, por cuanto el proyecto no contempló la adquisición de maquinaria, por lo que a la fecha hay problemas con el atascamiento de las compactadoras que ingresan a la celda.
La alcaldesa precisó que se presentará un proyecto de inversión para la compra de volquetes y cargadores frontales, aunque aún no se pueden adquirir porque tiene que transcurrir tres años desde la compra anterior (época de Gasco) para poder solicitar una nueva IOAR.
Pero no solo la burgomaestre chiclayana expuso ante la OEFA la problemática medioambiental por el mal recojo de los residuos, el alcalde de José Leonardo Ortiz, Elver Requejo, propuso además la ejecución de un proyecto para mejorar el recojo de los residuos en su distrito; mientras que el alcalde de Reque, Manuel Neciosup, planteó la arborización de las entradas al botadero, para que los informales no puedan ingresar y fortalecer el trabajo con los recicladores.
El número de obreros asignados al área de limpieza pública de la MPCh es de aproximadamente 450, a quienes debe entregárseles uniformes y elementos de protección personal para el cuidado de su salud. Sin embargo, por testimonio de los obreros, a quienes se protegerá su identidad, la comuna no estaría dando estos implementos.
Corrupción acabó con los sueños
Pero esta insatisfacción por el inadecuado recojo de los residuos sólidos en Chiclayo, se ha agravado y se ha tornado permanente tras el retiro de la Cooperación Suiza del Proyecto Chiclayo Limpio -SECO, -proyecto que tenía previsto implementar un adecuado servicio de limpieza pública, construir una planta de transferencia y un relleno sanitario-, lo que significó que se pierda el financiamiento de 62 millones de soles, equivalente al 85% del proyecto.
Ello, debido a una serie de retrasos injustificados y presuntos actos de corrupción para la entrega de la buena pro de la planta de transferencia, que se había proyectado edificar en el Km 3.5 de la carretera al distrito de San José, donde se procesarían los residuos para ser tratados y finalmente llevados al relleno sanitario. Este proyecto quedó trunco por hechos anómalos en las gestiones municipales de Roberto Torres y David Cornejo, ambos presos en el penal de Chiclayo, acusados de dirigir presuntas organizaciones criminales.
Un optimista David Cornejo, en el inicio de su mandato dijo que dejaría a Chiclayo como un anís y que la ciudad sería un ejemplo en el país en el tema de limpieza; sin embargo, las ineficiencias de su gobierno, plagada de situaciones irregulares, se encargaron de tirar por la borda su promesa. La ciudad no quedó como un anís; todo lo contrario, el problema de los residuos sólidos se profundizó y no hubo una respuesta técnica ni profesional que permita un tratamiento adecuado.
Hoy, la población exige respuestas concretas de las autoridades del gobierno municipal de Chiclayo, no pueden poner como excusas el menor número de compactadoras para tratar de justificar el mal manejo de los residuos sólidos. Ahora en el poder, tienen que poner toda su experiencia y capacidad para dar respuestas satisfactorias y concretas en bien de la población.
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