“El desarrollo agroexportador de Olmos es un éxito de los lambayecanos. La agroexportación es el segundo sector en importancia en el Perú, después de la minería, siendo el segundo en la generación de empleos. Lo que se ha demostrado en los últimos años no son solo las potencialidades que tiene Lambayeque para desarrollar agricultura, sino además que tiene un sector económico muy potente, cuyas bondades recién están empezando”, señala Gabriel Amaro Alzamora, presidente de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú – AGAP.
Durante su visita al departamento, el dirigente de AGAP refirió que el Proyecto Olmos no solo tiene impactos positivos únicamente en las zonas circundantes a la irrigación, sino que se extienden en toda la región.
“Lambayeque ha empezado su desarrollo agroexportador trayendo conocimiento de otras regiones, pero el avance que se ha tenido en el sector es exponencial. Imaginémonos lo que sería esta región si ya se estuviera construyendo la segunda etapa de la presa Limón y si es que hubiese un marco jurídico que fomente al sector, que sea promotor de la agroexportación. Si eso se diera, a Lambayeque no lo pararía nadie”, acota.
Política agraria
Amaro Alzamora añade que es necesario seguir promoviendo el sector agroexportador, puesto que el mercado está en el exterior y es ahí donde debe competir con otros países productores.
“Lo que necesitamos es que se mejore la política pública agraria, que sea incluyente, que sea promotora y nos trate como agricultores, que es lo que somos. Todos los países del mundo promueven la agricultura, que es un sector particular. Durante la pandemia de los pocos sectores que no pararon está toda la cadena productora agrícola. Lamentablemente no se los ve como un sector estratégico”, cuestiona.
El presidente de AGAP afirma que la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria, conocida como Ley Chlimper, durante el gobierno de Francisco Sagasti, afectó gravemente al país al dejar sin marco normativo específico a un sector económico, restándole posibilidades de competitividad.
Asegura que con la vigencia de dicha norma fue posible atraer inversión privada al sector y generar empleo. “El Estado Peruano tomó malas decisiones, cegadas por el tema político e ideológico, presionado por marchas que utilizaron a los trabajadores. Los trabajadores se quejaban de que no se les cumplía con sus derechos laborales, pero quienes no cumplían eran los informales o semi informales, no quienes estaban en la Ley de Promoción Agraria, porque aquel empresario que no cumplía con el marco quedaba fuera del régimen de manera automática”, explica.
Enfatiza en que los beneficios de la ley solo alcanzaban a quienes cumplían con toda la normativa, principalmente en el aspecto laboral.
“El presidente Sagasti y la presidenta del Congreso, que en ese momento era la señora Mirtha Vásquez, no vieron otra solución a un conflicto promovido por temas ideológicos, que la derogatoria de la ley. Esos conflictos, da la casualidad, eran muy parecidos a los que hemos visto en diciembre del año pasado y enero de este año, pues mezclaron las necesidades de ciertos grupos de trabajadores con asuntos políticos, azuzados por intereses particulares. Con eso derogaron una ley que no era la culpable del problema, sino la ausencia del Estado al no promover el aspecto regulatorio para que los informales se ordenaran”, señala.
Reactivación del sector
Gabriel Amaro remarca la urgencia de implementar un plan para reactivar económicamente al sector.
“El sector que genera empleo en la agricultura es el empresarial, el moderno. El gobierno ha sacado un plan interesante, que es Conpunche Perú, donde hay un capítulo interesante orientado a la pequeña agricultura, pero es insuficiente y se ha olvidado de la agricultura que genera empleo y da trabajo a las personas, esa agricultura no se ha reactivado”, sostiene.
Ante ello, AGAP ha presentado su propuesta a los ministerios de Economía y Finanzas, Desarrollo Agrario y Riego, Comercio Exterior y Turismo y Trabajo y Promoción del Empleo.
“Lo que necesitamos es que se hagan reformas importantes para darle sostenibilidad al sector”, asegura.
La Asociación de Gremios de Productores Agrarios del Perú está conformada por siete asociaciones, que a la vez agrupan a 400 empresas, siendo parte de ellas las principales exportadoras y abastecedoras del mercado nacional.
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