IV.- LECTORÍA SOCIAL, ACADÉMICA Y PLAN LECTOR EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE
Un sondeo diagnóstico rápido revela lo que es casi una realidad generalizada en el Perú: el lambayecano como el peruano en general no lee por convicción ni hábito lector. Casi ninguna familia actual cultiva y arma una biblioteca, menos la aspira como parte de sus preferencias. No lee el padre, la madre, los demás miembros de familia. El internet y los videojuegos han reemplazado a cualquier actividad académica y de intelecto. El Lambayecano usa su tiempo ocio para entretenerse, pero no para formarse intelectualmente en forma libre. No hay cultura de compra de libros ni de lectura fuera de la exigencia académica escolar y en la formación superior. Se lee condicionado por una nota y se lee fragmentariamente. En el internet están resueltas las tareas de los resúmenes de las obras, eso evidencia que no hay una lectura de la obra hasta en el mundo superior universitario. El 85% de los trabajos presentados en la exigencia académica, son plagios disfrazados y maquillados, hasta en las exigencias de requisito de grado o titulación de pre y post grado.
El plan lector implementado por el Ministerio de Educación del Perú, desde agosto de 2006 que consiste en la selección de 12 libros por cada grado para que estudiantes y profesores lean durante el año escolar, a razón de uno por mes, solo se cumple en el papel y los informes maquillados. Es más, una de las recomendaciones pedagógicas es que dé preferencia a textos de autores regionales como una manera de incentivar el conocimiento y valoración de los escritores locales para promover la identidad. En la práctica, con la justificación que no existen textos de autores regionales, se opta por libros de autoayuda que carecen de un valor literario y tiene más una connotación terapéutica y vivencial. Es decir el plan lector regional lambayecano, en casi un 80% está nutrido con la exigencia de autores como Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Spencer Johnson, Dale Carnegie, Stephen Covey, Wayne Dyer, etc. Es un plan lector facilista, fragmentario, incumplido y carente de apego a la realidad regional.
V.- ORGANIZACIÓN Y PERFIL DE ACTIVACIÓN DE LOS GRUPOS LITERARIOS EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE
El 90% de los grupos literarios que activan en la región Lambayeque son informales, carecen de una estructura clara y propósitos definidos en el tiempo y límites de espacios. Tienen un carácter de círculo de amigos cerrados para sus intereses y abiertos cuando necesitan público o peones que los ayuden a levantar su andamiaje de eventos. Muchos se ellos son para satisfacer complacencias y egos particulares, así como intereses políticos soterrados. Lo peor es que por rivalidad si un grupo organiza una actividad, el resto por restarle importancia y sabotearle no va: “solo asisto a las actividades de mi grupo, el resto no valen”. Muchas veces la cantidad de asistentes a un evento más son los organizadores que el público invitado.
El panorama organizacional no solo está fragmentado y enfrentado por celos funcionales propios, sino que está canibalizado, sus piezas son fusibles de recambios que funcionan donde se arma la carpa del espectáculo. Se construyen califatos y abadías imaginarias con el autoengaño de ser los abanderados de la literatura en un espacio tan reducido donde, haciendo todo un esfuerzo subsisten solo una treintena de autores enfrentados entre sí por sus egos. Muchos grupos empelan de fachada la literatura para llevar sus sórdidos espectáculos a cantinas, pub y wuarikes de mala muerte, creyendo que eso es modernidad y estar al día con otros países. Sobre unas mesas regadas y olientes a alcohol y drogas, se leen y se hacen autobombo casi en solitario los causas y compinches del grupo, mientras lo que se busca en el fondo es estar ebrios y soltar todas la pachotadas propias de un vicioso y frenético frustrado y resentido social. La poesía y la literatura en general, es tan excelsa como actividad creadora e intelectual que llevarla a una cantina a embriagarla, es no solo degenerarla sino aprovecharse de su condición libérrima para hacer creer que se hace literatura y qué importa que el poeta sea un pervertido vicioso si su poesía es buena. La mala imagen que se ha venido proyectando sobre el quehacer literario en la región Lambayeque no solo ha hecho marginal a esta sublime actividad, sino que se ha estigmatizado socialmente a casi todos como ociosos, viciosos, orates, raros y gente lumpen.
VI.- LITERATURA EN LAMBAYEQUE: OBRAS, AUTORES, IDENTIDAD Y TÓPICOS TEMÁTICOS
En la región Lambayeque se presenta una media de 02 obras mensuales en una casi equilibrada mitad mitas poesía con narrativa. Coexisten publicando autores noveles con los de reconocida experiencia. Así entre los jóvenes que vienen editando en los últimos tres años son: Ernesto Facho, Renato Caramutti Frías, Teresa Liliana Menor Alarcón, Matilde Granados Requejo, Cromwell Pierre Castillo Cabrejos, Maritza Cabrera Arteaga, Alex Miguel Castillo Ventura, Manuel Rubio Tantaleán, Beder Bocanegra Vilcamango, Ángel Centurión Larrea; y, entre los más connotados tenemos a Rully Falla Failoc, Hildebrando Briones Vela, Bernardo Tineo Tineo, Mariana Llano, Dandy Berrú Cubas, Stanley Vega Requejo Bruno Buendía Sialer, Mario Gastelo Mundaca, Nicolás Hidrogo Navarro, Ernesto Zumarán Alvitez, Joaquín Huamán Rinza, William Piscoya Chicoma, Tolomeo, Aliaga Quispe, Javier Villegas Fernández, Carmen Lezcano, Matilde Mesones Montaño, Víctor Díaz Monje, Pedro Manay Sáenz, Gilbert Delgado Fernández, Segundo Alfonso Vásquez Tirado etc.
En poesía los tópicos temáticos predominantes son el intimismo del yo poético, la crisis existencial, el caos estético disconforme, el tema universal amoroso-erótico y vivencial. A diferencia de la décima que mantiene su sabor socarrón y zahiriente de las costumbres y la sorna política y de personajes locales.
En narrativa los cuentos y leyendas sobresalen los temas de costumbres, ecológicos, sociales, vivenciales, de casos y charadas con personajes sociales norteños y andinos en un sincretismo de trasvase del campo a la ciudad. Los temas novelescos tienen como base la caracterización del paisaje costeño y costumbrista, leyendas urbanas y la licuación de historias urbanas exóticas.
La identidad lambayecana es un tema casi inexistente en el predominio de obras poéticas y en mejor consideración en obras narrativas, porque se entremezcla con la literatura andina que coexiste en Lambayeque casi en una proporción de 70% de locaciones y escenarios narrativos andinos y solo un 30% costeño lambayecano.
En la región Lambayeque hay un embalse de unas 130 obras literarias inéditas que por falta de presupuesto y apoyo oficial permanecen inéditas.
VII.- SITUACIÓN DE LAS RELACIONES INTERGENERACIONALES EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE
En la región Lambayeque coexisten activando las generaciones literarias del 60, 70, 80, 90, 2000 y la post 2000 en una rara camaradería a veces convenida, a veces fratricida de celos y de surcado de líneas imaginarias de respeto de antigüedad, modernidad, prestigio y experiencia. Como es casi ya una herencia continuada, las nuevas generaciones pretenden ningunear o desconocer -por su síndrome adánico y de autosuficiencia- a las antiguas generaciones. De la misma manera las nuevas generaciones tienen esa seudopercepción de sentirse marginados por las viejas guardias. Hay un forcejeo de espacios y tribunas así como de reconocimiento. Muchos nuevos en el quehacer literario –aunque sean viejos de edad- quieren tener el mismo protagonismo que aquellos que lo consiguieron a lo largo de trayectorias prolongadas de 30, 40, 50 o más años de intensa actividad literaria.
El prestigio y reconocimiento de un escritor no se gana por antigüedad ni publicidad: se consigue por la calidad e intensidad de la obra producidas. Hay hacedores viejos con muchos años produciendo literatura, pero en calidad no remontan. De la misma manera hay jóvenes con mucha intrepidez que su obra descolla y no necesitan trajinar muchos años para ser reconocidos como tales. Pero también hay jóvenes noveles que viven en su burbuja imaginaria cuando un piropo o una ligera lisonja trastorna su cabeza y se siente dioses iluminados, cuando a veces solo es solo eso un piropo malévolo o cochineo literario.
VIII.- LOS ESTUDIOS LITERARIOS VERSUS LA TRADICIÓN PROLOGUERA Y AMIGUERA EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE
Un 90 % de los introitos literarios en obras de poesía o narrativa, proceden o de amigos o de gente reconocida en el medio literario con la finalidad que la obra reciba el oleado sacramento o bendición del aval. Muchos de esos prólogos, de carácter impresionista o laudatorio, se convierten en un panegírico del autor, pero no un estudio o comentario crítico de la obra propiamente dicha. El prólogo o termina siendo mejor que la obra o un dechado de lisonjas gratuitas que no concuerdan con el contenido de la obra. Esta vieja práctica aún subiste intacta. A los escritores envanecidos les gusta mucho que les digan en el prólogo lo que nunca nadie le dijo ni sabían de ellos mismos. Es casi una droga para elevar la autoestima y aumentar la endorfina de los bajoneados.
Los estudios literarios aún no logran tener una vigencia plena ni dentro ni fuera de las universidades. Todavía se carece de especialistas en la cantidad suficiente como para emprender una obra de estudio crítico de tal magnitud tal que encuadre a las viejas costumbres y generaciones de ensalzar la obra cuando muchas veces carece de calidad y notoriedad. Las herramientas teóricas están y algunos profesionales ya están dotados de esas competencias y capacidades, pero se necesita tiempo, dedicación y amor a la literatura lambayecana para dar ese gran aporte y salto cualitativo académico y cultural.
IX.- INDICADORES PARA LA INCLUSIÓN DE LAS OBRAS LITERARIAS EN LA LECTORÍA ESCOLAR EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE
Toda obra artística es mejor que sea libre en su esencia y forma, que sea innovadora, transgresora y rompa hasta el propio canon. Pero cuando se trata de hacer uso de la literatura con fines formativos, pedagógico y educativos, otra es la visión y la concepción. No es lo mismo que un adulto lea Memorias de una pulga, que se lo den para que lo lea un niño o adolescente. El adulto está predispuesto para entender el contexto y la intencionalidad de la obra, mas no el niño. En el adulto hay conciencia; en el niño, inocencia. En el arte puede ir la toxicidad y la maledicencia del artista y por lo tanto deformar y malograr para toda la vida le mentalidad del niño. Por ello una obra literaria, con propósito pedagógico, debe estar enmarcada dentro del canon de los valores y la formación humanística del bien y no de la perversión y depravación, con la que algunos manejan su obra, como su derecho natural a decir lo que sienten y piensan.
Indicadores:
En la región Lambayeque, el estudio de unas 300 obras poéticas y narrativas, da cuenta que solo el 10% de ellas es apropiada para ser insertados en el nivel de educación básica regular.
No pueden estar incluidas en la lectura de niños y adolescentes del sistema educativo, obras literarias que contengan un lenguaje porno-erótico, soez o que cuyos argumentos inciten a la violencia social, de género, de credo, raza, política, odio misógino o misántropo, pedofilia, suicidio o hacer apología al alcohol o las drogas como estilo normal de vida ideal.
X.- ROL DE APOYO DE LAS INSTITUCIONES POLÍTICAS DE GOBIERNO CENTRAL, REGIONAL Y LOCAL EN LA REGIÓN LAMBAYEQUE
Es una gran falencia que los gobiernos, desde el central hasta los gobiernos locales distritales no contemplen presupuesto para promover la cultura y menos la edición de textos. Esta es casi una generalidad en nuestro territorio nacional. A los políticos de turno nunca les gustó leer, menor apoyarán en su gestión la masificación de la lectura.
Hace unos años conversé personalmente con un vicepresidente de la región Lambayeque, mientras hacía tiempo en la mesa de honor para hacer la presentación de un libro en su auditorio donde había sido invitado, cuando le dije qué tanto era posible que el gobierno regional pudiera auspiciar la edición de una antología regional de poesía y cuento, su respuesta fue corta y elocuente: “Ni para nosotros tenemos presupuesto para editar libros, revistas o boletines. Es más fácil que consigas presupuesto para construir un parque, veredas o una carretera que para editar un libro”.
XI.- ROL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y LA DIRECCIÓN DESCONCENTRADA DE CULTURA-LAMBAYEQUE
La DRE, como institución regente de la formación de más de 300 mil estudiantes de instituciones educativas de los niveles de Inicial, Primaria y Secundaria, no auspicia económicamente a ningún docente para editar sus libros producidos, menos a particulares que estén fuera del sistema educativo, porque entre sus planes y políticas no cuentan con los recursos económicos. A lo mucho publican boletines informativos con fines administrativos en sus incompletas imprentas. En la región Lambayeque la DRE no genera ni propicia textos ni de literatura ni de otras materias para promover el tan mentado Proyecto Educativo Regional (PER), que es solo otro saludo más a la bandera.
La DDC sigue siendo un ente receptáculo de eventos organizados por grupos externos e independientes. Su apoyo consiste en ceder gratuitamente un ambiente por unas horas y si se es amigo se les imprime las tarjetas de invitación y si se es mucho más amigo se les da bocaditos. Sus políticas de apoyar la edición de textos literarios parece ser no de su competencia.
XII.- LITERATURA EN LAMBAYEQUE EN CIFRAS
CONCLUSIONES
SUGERENCIAS
Integrado Inicial-Primaria: Sapito Sapón, Luna Cantora y La rana Anita (Javier Villegas Fernández) por contener temas lúdicos, sonoros y de musicalidad infantil, con temas entendibles al grupo etáreo.
Primaria: Onta Xun y el agua, Coñuma la pasión por la ternura (Rully Falla Failoc)
Secundaria: El daño (Carlos Camino Calderón) Puerto Cholo (Mario Puga Imaña), Décimas de Hildebrando Briones Vela y Raúl Ramírez Soto
Deja tu Comentario