Luis Enrique Díaz Delgado, escultor nacido en Zaña, tiene desde muy pequeño una relación de amor y dependencia con la piedra. La historia – según cuenta - se inició cuando siendo niño soñó que una roca lo perseguía para aplastarlo. El episodio que para muchos podría interpretarse como una pesadilla, fue para él, de cinco años de edad en aquel entonces, la conexión con la principal fuente de su arte.
“Cuando la piedra estuvo a punto de aplastarme, desperté. Ahora de viejo puedo descifrar ese sueño”, comenta. Medio año después del sueño, Luis Enrique conoció la cultura Chavín a través de sus clases escolares, quedando sumamente impactado por el arte en piedra que de la antigua civilización peruana.
“Más que la cultura Chavín, recuerdo que me sorprendió mucho como hablaban del vaso hecho en piedra y cómo se hablaba de otras cosas hechas con cerámica. Creo que ahí empieza mi gusto por los trabajos en piedra, la cultura Chavín siempre me influenció”, añade.
EL INICIO DE UN ARTISTA
La primera vez que se animó a hacer un trabajo en piedra tenía la edad de 16 años. Mientras estaba sentado en una piedra grande que se encontraba frente a su casa, en Zaña, decidió experimentar con un martillo y labró la letra K.
“Siempre nos sentábamos ahí con amigos para la fresca, y normalmente solo me quedaba apreciando, porque aún no trabajaba en nada con la escultura, entonces con un martillo, empecé a picar para hacer mi inicial de Kike. No sé luego qué pasó con esa pieza, estaba un poco fea también. Eso es lo primero que recuerdo que realicé”, cuenta Luis Enrique.
Un año después, con 17 años, realizó su primer trabajo cortando piedra, fueron tres piedritas en las que cinceló algunas formas. “Empecé como jugando con esas piezas, dándoles formas de algo, eso fue lo primero que hice con herramientas después de la K”, añade.
“Luego de esas piezas inicié haciendo otras cositas, ya como lo hacen los artesanos. Cuando recién empiezas siempre te vas por lo más simple, así que hice un sapo. Luego continué con cosas sencillas. Más tarde, comencé a buscar cosas que tenían que ver con la cultura Chavín, recuerdo que hice replicas como las de Vaso Kero, pero yo sentía que había algo más y me decía que este cuerpo daba para mucho más”, comenta.
Más adelante, Luis Enrique llegó a Chiclayo en la búsqueda de algunos cursos de arte a los que pudiera inscribirse, pero se dio con la sorpresa que todo lo que el necesitaba para profesionalizarse en su arte no lo podía encontrar en la ciudad. “Mi maestro me dijo: ‘No hijo, aquí no vas a encontrar lo que necesitas, debes ir a la escuela de arte en Lima’, desde ahí mandé al diablo el arte y todo mi mundo se desmoronó. No tenía dinero, ni nada”, cuenta.
Con esa desilusión, el joven artesano volvió frustrado a su pueblo para dedicarse a trabajar en el campo como su familia. Así pasaron tres meses distanciado de su pasión, hasta que a un amigo, quien luego se convirtió en su maestro, le confesó sus ansias por aprender y en volverse un artista. Él lo invitó a su casa para mostrarle sus libros de arte y así lo animó a aprender de manera autodidacta.
“También le mostré algunos dibujos que había realizado, y jamás los dibujos de un principiante son como los de alguien que quiere dedicarse a eso. Me recomendó comprar libros y adquirí algunos sobre arte, anatomía y el rostro; que hasta el día de hoy me encantan, porque me siento muy bien haciendo ese tipo de trabajos. Así, retomé y él me revisaba los dibujos, se podía ver el cambio en las cosas que hacía en el primer año con las cosas que fui realizando después de dos o tres años, era muy diferente”, explica Luis Enrique.
Luego de tener ya toda la base teórica, llegó el momento de la práctica, y aunque su maestro lo animó por la pintura y le compró pinceles, se dio cuenta que a pesar de ser muy bueno en eso, lo suyo era la escultura. “Seguí mi camino con la piedra y ya en el 2005 me sentía más preparado. Continué con el rostro y elaboré mi primer autoretrato, como lo exigían los libros, después de haber realizado todas las prácticas. Es muy importante hacerlo, porque es diferente hacerte a ti mismo, todo lo estudiado en anatomía del rostro cambia al realizarlo”, especifica.
Después de su autoretrato, empezaron a llegar sus primeros trabajos como artista, realizó un retrato que dejó satisfecho a su cliente y luego de eso, típico de todo trabajo, se detuvo. “Ahí es donde empiezas hacer lo que más te gusta y te das cuenta que solo debes seguir tu camino, no engañarte, porque dedicarse al arte es muy diferente a cualquier otra cosa, así que solo proseguí a hacer lo que me daba placer y a hacerlo para mí”, comenta el artista.
PRIMEROS PASOS EN PIEDRA
Ya con mayor conocimiento en arte, Luis Enrique comenzó a dedicarse hacer rostros en piedra y viajó a Lima para trabajar en una escultora. Ahí conoció a un maestro artesano que le recomendó cambiar su dirección hacia el arte surrealista para ser más comercial y original en su trabajo. Así, pasaron solo dos meses en la capital.
“Este escultor me dijo que estaba metido en algo que ya hacían muchas personas y me aconsejó hacer arte moderno, porque era lo que el mundo exigía, ya que todo ahora es muy diferente. Yo igual seguía, pero poco a poco afloró en mí y en ese transcurso que ya volvía a Zaña realicé mi primer trabajo surreal, era una mujer con senos grandes con granito rosado, recuerdo que otra artista al verla la llamo ‘Mujer Erótica’, así que tampoco me preocupé y la dejé con ese nombre”, cuenta.
De vuelta en Zaña, notó que llegaba a él la necesidad de hacer arte abstracto y empezó a diseñar, perdiéndose durante un año. Esta etapa, en la que se aisló un poco de todo, se dedicó a dibujar formas abstractas, pero que no terminaban de convencerlo. Al año siguiente pulió esos diseños y al siguiente los perfeccionó.
“Los diseños que había realizado no me satisfacían como artista, pero me di cuenta que todavía había un camino, así que pase un año perdido, era una vida apartada del mundo y así me di cuenta de lo que era para mí. Seguí produciendo y en el 2007 organicé mi primera exposición en Zaña, yo solo, ya que nadie me invitaba y en la vida es así, si no te invitan tienes que ir por tu cuenta. Después conocí al directo del ex INC y me invitaron a una exposición en el 2008, así se fueron dando las cosas”, explica Luis Enrique.
La madre de Luis Enrique siempre ha estado para apoyarlo, a pesar que muchas veces no comprende a lo que se dedica su hijo. “Para ella, mientras yo este feliz, todo está bien, ese es el secreto. Nunca le importó nada, ella nunca puso peros y siempre decía: ‘Yo quiero que mis hijos sean felices, nada más’”, refiere.
Este artista de la piedra explica que todas sus obras están inspiradas en lo que él siente como ser humano, que cualquier trabajo que realiza así sea abstracto o de cualquier tipo siempre lleva algo de él. “Para diseñar no hay lugar, pero para producir en piedra sí se debe tener un lugar por la bulla y todo eso, así que siempre vuelvo a Zaña”.
Los materiales con los que trabaja sus obras son el mármol, el granito, la obsidiana y el ónix; siempre materiales compactos y naturales. Todo esto lo consigue directamente de Batán Grande y Lima.
“SIMBIOSIS”
Luis Enrique confiesa que para él nunca ha sido importante participar de concursos o exposiciones, porque lo que realiza es más por algo que le nace y le da felicidad. Sin embargo, este año fue premiado por primera vez en la décimo séptima edición del Concurso Anual de Escultura organizado por IPAE Acción Empresarial, donde hubo 77 obras en concurso.
El primer concurso en el que Luis Enrique participó fue en una de las ediciones anteriores del concurso anual de IPAE. “Participé más por un compromiso que tenía con alguien, quien se encargó de que yo fuera invitado. Yo ya había leído las bases del 2008 y sabía que no pasaba nada con la obra que tenía en ese momento, pero me pareció una falta de respeto no asistir y fui”, cuenta.
Cerca del 2010, Luis Enrique volvió a leer las bases del concurso y se inspiró en el movimiento comercial en el mundo para realizar su obra, a pesar que la búsqueda de está obra fue complicada ya en el 2015 sintió que la obra estaba lista para ser enviada y presentada al concurso.
“Comencé a producir la escultura más o menos en setiembre y de ahí decidí participar sin pensar en ganar. Es un arte abstracto muy conceptual; este tema del movimiento comercial en el mundo me siguió dando vueltas en la cabeza, y la búsqueda de esa escultura me hizo encontrar otras, pero en todas sentía que no era. Recién el año pasado terminé ‘Simbiosis’ y sentí que todo, la textura y hasta el movimiento daba el mensaje que quería”, cuenta.
Para octubre la obra ya estaba terminada y lista para ser enviada, pero la entrega recién se iniciaba el 2 de noviembre, por motivos de viaje, para la fecha Luis Enrique encargó a un amigo el envío de la obra. Tiempo después recibió una llamada telefónica comunicándole que era uno de los ganadores.
“Yo no creía cuando me dieron la noticia. Recuerdo que me encontraba en Zaña trabajando y que incluso no escuche el teléfono, hasta que contesté y solo le pedí que no se bromearan con eso y que no iba a creerlo hasta ver la carta, mi amigo se burló diciéndome que si no quería el premio él podía quedárselo, entonces le creí”, cuenta aún emocionado.
‘Simbiosis’ es una obra realizada con la técnica de esculpido en mármol gris y obtuvo el primer premio nacional junto a otro artista, Reynaldo Mertz con su obra ‘Colisión’. En el concurso se presentaron 77 expresiones artísticas de las cuales 20 obras fueron seleccionadas y expuestas del 14 al 31 de enero de este año.
“Fue una experiencia espectacular, porque te das cuenta que todo lo que tú crees otras personas también lo creen, y que estas andando por el buen camino. Hay que ser agradecido y para mí ha sido algo muy bueno, estoy muy feliz”, agrega.
respuesta de Julio Delgado el 2021-09-02.
El ser humano que lleva el Don del Arte en sus manos es previlegiado en esta Vida con gusto que un compatriota y Norteño sea el afortunado Bendiciones me ciento identificado con tu Historia te Felicito pa delante Maestro.
respuesta de Julio Delgado el 2021-09-02.
Disculpa este es mi Email
respuesta de Gianfranco Varda el 2019-08-23.
quisiera ponerme en contacto con el escultor Luis Enrique Diaz,.Favor comunicarme su telefono o llamarme al 997200719
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