El juramento de: ¡Amaré, disfrutaré y defenderé mi profesión con entusiasmo buscando siempre el bien de mis pacientes!, parece haber quedado en el olvido para un total de 491 profesionales de la Odontología, los que se encuentran en calidad de inhabilitados por su orden profesional, cometiendo infracción a la Ley Nº 15251, Ley que crea el Colegio Odontológico del Perú, y su reglamento.
En entrevista con Expresión, la decana del Colegio Odontológico de Lambayeque, Evid Manzur Guevara, reveló que de los mil 234 profesionales en Odontología que se encuentran colegiados en Lambayeque, solamente 743 están habilitados, siendo que un total de 491 profesionales vulneran la ley e ilegalmente prestan servicios en centros médicos y hospitales del Estado, así como en centros médicos y consultorios particulares.
Otro grave problema que enfrenta el Colegio de Odontólogos es el intrusismo, que no es más que el ejercicio de una profesión por una persona que no tiene o cuenta con título profesional, y en ello hay una lucha constante con el apoyo de las autoridades de control, orden y sanción.
¿Aún hay personas que ejercen ilegalmente la Odontología?
En esta variable de orden y desarrollo social tenemos dos problemas. Uno de ellos es la existencia de algunos profesionales que incumplen con sus cotizaciones ordinarias y extraordinarias, acción que los lleva a estar inhabilitados para ejercer la profesión con responsabilidad. Este tipo de acto es sancionable y está establecido en el reglamento del orden jurídico que nos rige, la Ley N° 29016 y su modificatoria, La Ley 30699.
El otro problema, el cual no solamente o enfrenta nuestra orden profesional, sino también la misma sociedad, es el intrusismo; es decir, de personas que ejercen la Odontología sin contar con un título profesional, quienes cometen el delito de ejercicio ilegal de la profesión.
Desde nuestra orden profesional y mediante el Comité de Medidas Disciplinarias, que está presidida por el vicedecano, se ejecutan acciones de fiscalización en consultorios levantados por personas intrusivas. Los operativos se ejecutan con la presencia de un representante del Ministerio Público y la Policía Nacional.
El Estado Peruano, ¿tiene políticas de atención en salud bucal?
Sí, existen políticas de atención y eso está amparado en la Resolución Ministerial N° 538-2005/MINSA; del marco normativo del Plan Nacional de Salud Bucal. También existe la Normativa para el Adulto Mayor sobre Prótesis Removible y el Programa Vuelve a Sonreír (R.M N° 626-2012/MINSA); el Plan de Salud Escolar (D.S N° 010-2013-MINSA), que incluye actividades de salud oral como fluorizaciones, sedaciones, obturaciones dentales, prácticas restaurativas atraumáticas-PRAT y la enseñanza de la técnica del cepillado.
Además, tenemos el Plan de Intervención de Salud Bucal 2016 (D.S N° 005-2016-MINSA), y la Guía de Práctica Clínica sobre Caries Dental en Niños/as (R.M N° 422-2017-Minsa).
Es bueno hacer conocer que desde el año 2019, por parte del Centro Nacional de Planeamiento Estratégico –CEPLAN, está vigente ‘La Visión Estratégica al año 2050’, la cual cuenta con cinco ejes fundamentales de desarrollo. Uno de ellos es la salud de las personas, la que busca el bienestar y entre ellas figura la Odontología.
Desde nuestra orden profesional no hemos sido ajenos al Acuerdo Nacional de Salud Pública, siendo nuestro máximo representante el decano nacional, David Vera Trujillo, quien en su calidad de presidente de Decanos de los Colegios Profesionales formó parte con voz y voto en el Acuerdo Nacional, realizando propuestas de los objetivos generales del país rumbo al 2020, en salud bucal dentro de los alimentos.
¿Cómo se puede describir la salud bucal en el Perú?
Definitivamente, la salud bucal es un problema de salud pública, entendiéndase que hay sectores en abandono, lo que nos lleva a discernir que en anteriores gobiernos y hasta en el de turno, la salud bucal no tiene relevancia en comparación con otros programas de salud, en donde las políticas públicas dirigen presupuestos propios a otros programas. Sin embargo, se discrimina al programa de salud bucal, exponiendo a la población a la morbimortalidad por las patologías bucales.
Me atrevería a decir que en el Perú la salud oral es una realidad que refleja cómo política, social y económicamente nos encontramos. La poca atención o interés por parte de nuestros administradores de gobiernos, denota una clara pobreza e inequidad en el acceso a los servicios de salud, en este caso, la bucal.
Los que de alguna forma estamos liderando el campo de la Odontología, podemos percibir que existe falta de compromiso por parte de las instituciones gubernamentales, sumándose la falta de cultura en salud bucal, así como conductas no saludables que constituyen como factores de riesgo para la alta prevalencia y severidad con las que se manifiestan las patologías bucales.
¿Y en Lambayeque?
La región Lambayeque no es ajena a las políticas nacionales de salud bucal. En nuestra región la salud bucal está al alcance de la población en relación a la capacidad adquisitiva o económica que tengan o posean. Otro factor que influye es la cultura de salud que manejen.
Lambayeque no cuenta con equipos operativos al cien por ciento, así como materiales e insumos adecuados y oportunos, limitándonos en los procedimientos básicos. La infraestructura con la que se cuenta para atención en Salud Bucal no es la que corresponde para ejecutar lo establecido por las directivas sanitarias. Los espacios son totalmente reducidos, peor aún en estos tiempos, donde es preocupante la diseminación de aerosoles en la atención.
Además, los procedimientos son limitados, no pudiendo dar a los lambayecanos tratamientos especializado como endodoncias, ortodoncia, prostodoncia, entre otras atenciones. La pandemia de la COVID-19 desnudó la realidad del sector salud, especialmente en la salud bucal.
El gobierno regional, ¿tiene participación?
El Gobierno Regional de Lambayeque no invierte como debería ser, a pesar que estamos considerados por la Organización Mundial de la Salud – OMS, como una profesión de muy alto riesgo, porque desempeñamos nuestra función en la cavidad bucal del paciente y por ende nos convertimos en agentes receptores y portadores de patógenos que en algunos casos pueden ser letales.
Podemos decir que en la región, la población vulnerable sigue siendo la menos favorecida. Las instituciones prestadoras de servicios odontológicos públicos no manejan presupuestos idóneos de acuerdo a su categorización y ante la necesidad de la población.
¿Qué aspectos condicionan los malos hábitos del cuidado bucal?
Los factores son muchos. Entre ellos están los que pueden causar efectos dañinos muy importantes sobre el desarrollo de las estructuras faciales, óseas y dientes al inicio del crecimiento del ser humano.
El bruxismo, que es un hábito o una parafunción, en el que se aprietan los dientes y se contraen los músculos de forma involuntaria, es un mal hábito que realizamos siempre de forma inconsciente, apareciendo dolores maxilares, articulares y dentales; y, hasta fracturas dentales, retracción de las encías, dolores y ruidos articulares al abrir y cerrar la boca; cefaleas, dolores cervicales.
Otro factor es la ingesta de comidas en horas no adecuada, las que aumentan el riesgo de padecer caries. Por ello, es importante mantener una dieta equilibrada, y cepillarse los dientes correctamente tras cada comida. El problema de cepillarse con demasiada fuerza, también es otro problema, lo que provoca recesión gingival ósea de las encías, alejamiento las coronas de los dientes, dejándolos expuestos.
El no cambiar el cepillo desgastado, contribuye a que no se realice una adecuada limpieza dental y bucal, lesionando las encías, originando procesos infecciosos por las bacterias que entran a la cavidad oral.
De igual manera, el uso de mondadientes genera inflamación de las encías con posterior movilidad dental. El morderse las uñas puede causar la deformación de las piezas dentales en su posición, apareciendo diastemas o apiñamientos dentales. Asimismo, es letal para los dientes dejar al bebe con el biberón en la boca.
Como recomendación, es saludable realizar una visita periódica al odontólogo desde que el individuo nace.
¿Cuánto afecta la presencia de caries en los niños?
Afecta mucho. En esta etapa de la vida, tenemos la dentición llamada “de leche” o dentición decidua o temporal. Una dentición sana y bien cuidada permite tener un correcto cambio dentario, porque la pérdida de un diente de leche antes de tiempo hace que el diente permanente pierda su guía de erupción.
Muchos padres restan importancia a este tipo de dentición, aduciendo que serán remplazados y no importa su pérdida prematura, desconociendo que estará acompañado de dolor, infecciones, complicaciones dentarias crónicas, dificultades para masticar, fonación, deglución de los alimentos, alteración en el desarrollo normal de los huesos y músculos de los maxilares. Sus consecuencias se muestran en la dentición adulta o permanente.
¿Hay acciones conjuntas con las universidades?
No. Hasta la fecha no existe un diálogo. Las universidades han mostrado no querer trabajar con el Colegio Profesional de Odontólogos. El único acercamiento que se ha tenido es cuando han solicitado el apoyo de la orden profesional para publicar sus capacitaciones.
Me he cansado de solicitarles convenios para brindar cursos y diplomados de capacitación y actualización a los agremiados y siempre he tenido una respuesta negativa.
¿Qué actividades académicas y profesionales ha desarrollado su gestión?
Desde el inicio de la gestión, hemos realizado tres diplomados. El primero ha sido en Ortodoncia Básica; otro, en Estética Dental; y, el tercero ha sido en Rehabilitación Oral.
También se han desarrollado conferencias científicas consistentes en: Restauración en el Sector Anterior y Posterior con Tesinas Compuestas; Tipos de Indicaciones de Adhesión de Conducto Radicular; Carillas Dentales: Preparaciones Dentarias; Remoción Selectiva de Lesiones de Caries Dentales; Protección Pulgar; Cementación Adhesiva; Restauración del Sector Anterior; Planificación de la Resinas Compuestas; entre otras.
Las actividades académicas se han realizado con la coordinación y participación de las sociedades científicas.
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