El periodista colombiano Camilo Gómez, integrante de la sección política internacional de El Espectador desde hace ocho años, analizó los desafíos actuales del periodismo y advirtió que la precarización laboral y la pérdida de confianza en los medios tradicionales son problemas que marcan el futuro de la profesión.
Gómez, egresado de la Pontificia Universidad Javeriana, relató que durante su trayectoria ha cubierto elecciones en Perú, crisis políticas globales, terremotos, la pandemia y desastres naturales. Con esa experiencia, dijo que se ha visto obligado a reflexionar sobre las audiencias y los cambios que enfrentan los medios. “Me he preguntado mucho si hay una crisis de las audiencias o un mal enfoque de nosotros como periodistas”, afirmó.
Contenidos de interés y consumo real
El periodista presentó un balance de los artículos más leídos en su medio en Colombia. Entre ellos figuraban temas como el Balón de Oro, recetas de cocina, el horóscopo y la cotización del dólar. Solo una nota relacionada con la violencia contra colombianos en México se vinculaba a la agenda informativa tradicional.
“Cada lunes en el Consejo de Redacción nos sorprende ver que estos temas están por encima de investigaciones en las que podemos gastar horas o semanas”, indicó. Frente a este panorama, se cuestionó si el problema está en la falta de interés de las audiencias por los asuntos relevantes o en la incapacidad de los medios para conectar con ellas.
Otro de los puntos planteados por Gómez fue la dificultad de los medios tradicionales para competir con los creadores de contenido en plataformas como TikTok, YouTube e Instagram. Puso como ejemplo la cobertura que El Espectador hizo sobre el Mossad, que alcanzó apenas 37 mil visualizaciones en video, frente a un documental similar difundido en España que superó los 2,5 millones de visitas.
“Por más que tengamos reputación como uno de los medios más importantes en Colombia, no alcanzamos el nivel de visualizaciones que tienen estas personas en internet”, subrayó. Explicó que las dinámicas de las plataformas privilegian los formatos breves y ligeros, lo que condiciona la forma en que se aprueban los contenidos en las redacciones.
El papel de las plataformas digitales
Gómez también advirtió sobre el auge de formatos diseñados para generar polémica y controversia en redes sociales. Mencionó los debates virales del movimiento ‘Surrounded’ en Estados Unidos, donde se enfrentan estudiantes y figuras conservadoras en torno a temas como aborto o control de armas.
Según su investigación, estos contenidos se viralizan porque visualmente plantean la idea de “una persona contra el mundo”, lo que despierta reacciones extremas y asegura mayor tráfico. “Las plataformas se lucran de la polémica y de la confrontación entre distintas posiciones”, afirmó.
En línea con lo expuesto por otros colegas, Gómez alertó sobre la competencia de la inteligencia artificial en la producción de contenidos. Señaló que muchas de las notas que sostienen el tráfico de los medios, como coberturas deportivas o recetas, ya están siendo generadas por estas herramientas. “Eso significa menos clics aún para los medios de comunicación”, puntualizó.
El periodismo local en Estados Unidos
Durante un intercambio académico en Estados Unidos, Gómez conoció de cerca la crisis del periodismo local. Citó datos que revelan que cerca de mil de los tres mil condados del país cuentan con uno o ningún periodista. “Es una crisis inmensa porque no se producen noticias que impacten directamente en la vida cotidiana de la gente”, comentó.
Explicó que en estados como Oregón se intentó aprobar leyes para que plataformas como Facebook o Twitter financien a los medios locales, pero la presión de los conglomerados tecnológicos impidió su aprobación. En su opinión, este escenario anticipa una tendencia global en la que el periodismo local podría desaparecer si no se toman medidas.
Ante la consulta de un colega sobre cómo enfrentar este contexto con optimismo, Gómez sostuvo que la salida no pasa únicamente por los medios tradicionales. “Es posible que los periodistas desarrollen sus propios canales y aprendan a monetizar su trabajo. Ya no es necesario tener un medio detrás que respalde”, indicó.
Añadió que las universidades deberían preparar a los comunicadores para crear sus marcas personales y gestionar sus ingresos, algo que, según dijo, no ocurre en Colombia ni en buena parte de América Latina. “El futuro pasa por fortalecer la autonomía de los periodistas frente a la precarización, aunque es un camino difícil”, concluyó.
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